Luis Landero (Alburquerque, Badajoz, 1948) se licenció en
filología hispánica por la Universidad Complutense, ha enseñado literatura en
la Escuela de Arte Dramático de Madrid y fue profesor invitado en la
Universidad de Yale (Estados Unidos).
Asomado al balcón, debatiéndose entre la vida que bulle en la
calle y la novela que ha empezado a escribir pero que no le satisface, el
escritor se ve asaltado por el recuerdo de una conversación que tuvo lugar
cincuenta años antes, en otro balcón, con su madre. «Yo tenía dieciséis años, y
mi madre cuarenta y siete. Mi padre, con cincuenta, había muerto en mayo, y
ahora se abría ante nosotros un futuro incierto pero también prometedor.». Este
libro es la narración emocionante de una infancia en una familia de labradores
en Alburquerque (Extremadura), y una adolescencia en el madrileño barrio de la
Prosperidad. Es también el relato, a veces de una implacable sinceridad, otras
chusco y humorístico, de por qué oscuros designios del azar un chico de una
familia donde apenas había un libro logra encontrarse con la literatura y ser
escritor. Y de sus vicisitudes laborales en comercios, talleres y oficinas,
mientras estudia en academias nocturnas, empeñado en ser un hombre de provecho.
Pero dispuesto a tirarlo todo por la borda para ser guitarrista, y vivir como
artista. Y en ese universo familiar de los descendientes de hojalateros, surge
un divertidísimo e inagotable caudal de historias y anécdotas en el que se
reconoce la historia reciente.