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domingo, 27 de mayo de 2018

PELO DE ZANAHORIA de Jules Renard



Pelo de Zanahoria es una colección de escenas cortas que narran la vida cotidiana de un niño pelirrojo cuya madre vive humillándolo y burlándose de él, mientras sus otros familiares permanecen indiferentes. Esta hostilidad materna, cuyo origen el autor no explica, a veces provoca que Pelo de Zanahoria sea cruel (especialmente con los animales), ya que no puede expresar su deseo de amor y reconocimiento; en cambio, lleva una vida de soledad y amargura. El tono de la novela es seco, agudo y, por momentos, irónico. No hay estructura en la narración, y los personajes y las situaciones no evolucionan. Más bien, una serie de escenas ilustra momentos, crea una atmósfera y representa la vida cotidiana de una familia en el campo. El autor, Jules Renard (1864-1910), explicó que su novela podría «acortarse o alargarse con facilidad». Se publicó por primera vez en 1894, junto con 43 cuentos (algunos de los cuales ya se habían publicado en 1890). La edición de 1902, que se presenta aquí, es la edición final. Fue ilustrada por Félix Valloton (1865-1925) e incluye cinco historias adicionales, así como el Album de Poil-de-Carotte (El álbum de Pelo de Zanahoria). Renard adaptó su historia a una obra de teatro en 1900. El libro se convirtió en un clásico de la literatura francesa, y Pelo de Zanahoria, en el emblema del niño que, si bien no recibe abusos físicos, tampoco recibe amor.

«No sé bien si los adolescentes pueden o no leer Pelo de Zanahoria. Pero es indudable que los adultos sí deben leer esta historia para comprender qué es un adolescente, qué necesita y qué le perjudica.» Así de contundente se muestra Ana María Moix en el prólogo a este maravilloso clásico de las letras francesas. Y es que, adolescente o adulto, cualquier lector sale transformado de la lectura de esta novela, uno de los textos más lúcidos, hermosos y desgarradores que se han escrito sobre las relaciones familiares. Con un lenguaje sutil y lleno de memorables imágenes, Renard retrata la vida en el campo de un niño al que llaman, por el color de su cabello, Pelo de Zanahoria. Inspirándose en su propia y dura experiencia, Renard nos habla de un chico problemático, obligado a convivir con una madre que no le quiere, un padre que le ignora y unos amigos que hacen de él constante objeto de burla. Pelo de Zanahoria va a descubrir de qué materiales está hecho el mundo, pero también el mundo va a oír la voz decidida de este niño que, desde hace más de un siglo, nos ayuda a entender el universo de los más pequeños.


sábado, 19 de mayo de 2018

HAY ALGO QUE NO ES COMO ME DICEN de Juan José Millás



No voy a mentir. Busqué este libro en la biblioteca al poco de enterarme del nuevo cisco político (y cutrefacto, todo hay que decirlo) que nos ofrece nuestro querido país. Me refiero a toda la historia del nuevo alcalde de Ponferrada (León), del PSOE y que, al parecer, ha logrado su alcaldía gracias al apoyo del PPero Ismael Álvarez, (penosamente) muy conocido en toda Spain por culpa de la condena por acoso sexual a una concejala de su partido que le cayó hace unos añitos. La concejala se llamaba Nevenka Fernández y era muy joven y guapa. Seguro que se acuerdan...

No voy a entrar en detalles sobre esta noticia, ni dar mi opinión sobre la espinosa pregunta que preside todo el marrón (¿Merece seguir en política un tipo que fue condenado por acoso sexual y que pagó la pena que por ello le pusieron?). Sólo voy a contarles qué me parece el libro que Juan José Millás escribió sobre el acoso que sufrió Nevanka Fernández, que actualmente vive y trabaja fuera de España junto a su novio. Un libro que el reconocido (y de peculiar estilo) escritor tejió basándose en las entrevistas, más bien informales, que mantuvo con Fernández. 

Hay algo que no es como me dicen me ha agradado y sorprendido, sobre todo, por su frescura. 
Millás abandona en esta ocasión sus habituales vericuetos metaliterarios, fantásticos y enrevesados, para contar con un lenguaje claro y libre de todo lirismo, sin "efectos especiales", se puede decir, una historia basada en el testimonio de una víctima, y sus propias conclusiones y reflexiones. 

Así, si lo que el lector busca aquí es morbo, se sentirá decepcionado. Y eso que en manos de otro escritor, el sensacionalismo habría estado bien servido gracias a los ingredientes básicos del llamado "caso Nevenka": chica guapa y de buena familia, con apenas 24 años, se convierte en concejala de su pueblo y se lía con su jefe, el alcalde, un cacique cincuentón que pasa de halagarla babosamente a hacerle la vida imposible cuando ésta decide dejarle.


sábado, 12 de mayo de 2018

EL CURA Y LOS MANDARINES de Gregorio Morán


Comienza su relato en los albores de 1962. El Contubernio de Múnich fue un punto de partida, aunque aún no sepamos quiénes eran los supuestos doscientos españoles que por ahí transitaban. Ese tiempo, hasta el 69, es en el que, considera Morán, se dio un cierto florecer de la creación española. Cita dos nombres simbólicos. Martín Santos y Max Aub, por razones distintas. Tanto el autor de ‘Tiempo de silencio’ como el de ‘La verdadera muerte de Francisco Franco’ vivieron una inusitada suerte de olvido que aún está por corregir. Max Aub, parisino que decidió escribir en español, tuvo la humarada, tras volver del exilio, de presentarse en una librería de Madrid y preguntarle al dependiente. ¿Tienen algún libro de Max Aub? , a lo que el muchacho respondió. No tocamos autores extranjeros . Depresión.
Y llegaron los setenta, donde se iba apagando la conciencia crítica, pero donde también apareció el personaje que Morán utiliza de hilo conductor para el resto del relato. el cura Aguirre, con los años duque de Alba. Aguirre era mejor traductor que escritor, como posiblemente sepamos. Incluso no mal editor. Pasó del FLP a asesor del gran Pío Cabanillas Gallas (gran personaje ¡sin biografía!) y después a director general de Música y Danza teniendo como tenía un oído de corcho. Y luego fue duque, como queda descrito en la crónica de la vida, resultando simbólico, catalizador, emblemático.
Los ochenta fueron, según criterio de Morán, los años en los que el PSOE regó la cultura con subvenciones dando por sabido que las subvenciones se cobran. Tú tendrás lo que quieras, pero cuando yo toque el pito te pondrás firme. Y así ocurrió con el referéndum de la OTAN. es indudable que aquel tour de force al que nos sometió Felipe González por no atreverse a tomar por él mismo una decisión no se hubiese ganado sin el apoyo de los intelectuales. La presión fue monumental, se fracturó a la intelectualidad (recuerden a Juan Benet) y los supuestos agentes que actuaban como falso intelectual colectivo (el diario ‘El País’) dieron la medida de sí mismos. No hay nada más corruptible que un intelectual, recuerda Morán en su libro. ni siquiera un banquero, que es algo más caro. En la intimidad son muy críticos, luego en la escena pública son tan tímidos como poco audaces.
El libro es un repaso impagable. Resulta de lectura lenta. No tengan más prisa que el propio autor en concluir la obra.


sábado, 5 de mayo de 2018

LA INVENCIÓN DE MOREL de Adolfo Bioy Casares






El Fugitivo comienza un diario luego de que unos turistas llegan a la isla desierta en la cual se esconde. Aunque considera esta presencia un milagro, teme que ellos puedan atraparlo y entregarlo a las autoridades. Cuando los turistas ocupan el museo que se encuentra en la cima de la colina, sitio donde él había vivido hasta entonces, el Fugitivo se refugia en los pantanos. A través del diario descubrimos que éste es un escritor venezolano sentenciado a reclusión perpetua. Él cree que se encuentra en la isla (imaginaria) de Villings, parte del archipiélago de islas Ellice (actualmente Tuvalu), aunque no está seguro. Todo lo que sabe a ciencia cierta es que en la isla existe una extraña enfermedad cuyos síntomas son similares a los del envenenamiento por radiación.
Entre los turistas se encuentra una mujer que observa el atardecer todos los días desde el acantilado al oeste de la isla. El Fugitivo espía a la mujer, a quien bautiza Faustine, y termina por enamorarse de ella. Faustine es visitada con frecuencia por un hombre, un científico con barba llamado Morel, con quien habla en francés. El Fugitivo decide tomar contacto con ella, pero la mujer no reacciona ante su presencia. Él supone que ella ha decidido ignorarlo, pero sus encuentros con los otros turistas son similares. Nadie en la isla toma nota de su presencia. Él menciona que las conversaciones entre Faustine y Morel se repiten semana tras semana y tiene miedo de estar volviéndose loco.
En forma tan repentina como habían aparecido, los turistas desaparecen. El Fugitivo regresa al museo e investiga, pero no encuentra evidencia de que allí hayan vivido personas durante su ausencia. En un comienzo, atribuye toda la experiencia a una alucinación producida por envenenamiento de la comida; sin embargo, los turistas reaparecen esa misma noche. Si bien parecen surgir de la nada, éstos conversan como si hubieran estado allí por cierto tiempo. El Fugitivo los observa desde cerca (aunque evitando tener un contacto directo) y nota otras cosas extrañas. En el acuario encuentra copias idénticas de los peces muertos que había encontrado el día de su llegada. Durante un día en la piscina, ve a los turistas dando saltitos para entrar en calor, cuando en realidad el calor es insoportable. En el cielo observa el fenómeno más extraño de todos: la presencia de dos soles y dos lunas.