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sábado, 26 de septiembre de 2020

SEÑORA DE ROJO SOBRE FONDO GRIS de Miguel Delibes



 «Señora de rojo sobre fondo gris» es una elegía, un lamento, una reflexión sobre la pérdida. José Sacristán le pone voz, gesto y lágrimas, también unos tragos de alcohol y algunos valiums, a este monólogo sobre la muerte de la persona a la que se ha amado siempre y agita las cenizas del recuerdo para repasar la vida junto a ella y las fechas terribles de su enfermedad. Basado en la novela homónima que Miguel Delibes escribió sobre el fallecimiento de su esposa, Ángeles Castro, la obra nos habla sobre la naturaleza del amor, sobre la necesidad, sobre la dimensión de la felicidad: «Su sola presencia –nos dice, en frase que oyó a Julián Marías– aligeraba la pesadumbre de vivir».

La adaptación de la obra incide fundamentalmente en la caída al vacío de ese pintor en crisis incapaz ya de coger los pinceles y representar el mundo. El estudio en que se ha convertido el escenario está teñido del gris de la nada, del plomo del dolor. Una pregunta terrible se escapa de su boca, una pregunta que hace llevar el melodrama a un punto interesante de complejidad: ¿El lamento es solo por ella o porque sin ella él también ha muerto como creador? Sacristán bucea en esa doble muerte en la que los ángeles no bajan y construye sobre las tablas la confesión de un pulso herido, de un alma a la deriva porque ahora el tiempo es una Furia que le roe las entrañas, incapaz de ser rectificado, incapaz de volver a ser vivido. Todo ello a las puertas de una historia nueva, esto es, mientras se derrumba el régimen de Franco en las caballerizas de El Pardo.

«Señora de rojo sobre fondo gris», antítesis de «Cinco horas con Mario», habla también de la posibilidad de la esperanza, de la búsqueda entre las ruinas de una moral de la felicidad: «No te aturdas, déjate vivir», fue la frase que ella le dejó a modo de testamento. También un verso de Ungaretti, extraído de su poema «Agonía»: «No vivir del lamento / como un jilguero cegado


sábado, 19 de septiembre de 2020

PURGATORIO de Raul Zurita

 

 La poesía de Raúl Zurita (Santiago de Chile, 1950) se ha caracterizado, desde su primera publicación en 1974 -el poema “Áreas verdes” en la revista Manuscritos-, por su vinculación con otras disciplinas; en concreto con la lógica, las matemáticas y la psiquiatría. El propio Zurita ha señalado en diversas ocasiones el origen científico de su escritura: una genealogía matemática derivada de su formación como ingeniero civil. Su primer libro Purgatorio (1979) incorpora, entre otros, teoremas, series lógicas alteradas, fórmulas matemáticas combinadas con imágenes poéticas, electroencefalogramas, un reporte psiquiátrico. El objetivo de este ensayo es desentrañar estos recursos y mostrar la ya de por sí evidente unión entre ciencia y arte.
    Raúl Zurita (Santiago de Chile, 1950). Ha publicado los siguientes libros de poesía: Purgatorio (1979), Anteparaíso (1982), La Vida Nueva (1994) -en donde se reúnen los poemarios El paraíso está vacío (1984), Canto a su amor desaparecido (1985), El amor de Chile (1987) y Cantos de los ríos que se aman (1993)-, Poemas militantes (2000), INRI (2004), Los países muertos (2006). En 1988 recibió el premio Pablo Neruda, en 2002 el Premio Nacional de Literatura de su país y, recientemente, en 2006, el Premio José Lezama Lima.
Palabras clave: Raúl Zurita, Purgatorio, intertextualidad, arte-ciencia, geometría no-euclidiana, multilinealidad, teorema, álgebra.

En 1562, después de diversos aplazamientos, se ratificó en el Concilio de Trento la existencia del Purgatorio. Este hecho que resuena significativo -ya que lo revalidado subraya, en este caso, lo puesto en duda, lo ilegítimo- es sólo una consecuencia de un amplio proceso que venía gestándose desde los inicios de la era de Cristo: Clemente de Alejandría y Origen, dos de los más altos exponentes del cristianismo en Grecia, reconcibieron en el siglo III un fuego purificador capaz de redimir los pecados; una especie de infierno temporal en el que el expiado podía ganarse el acceso al Cielo. Pasarían dos siglos para que la referencia a ese fuego inteligente, mezcla entre las tradiciones paganas-helénicas y exégesis diversas de la Biblia, adquiriera un nombre: el purgatorius temporarius pronunciado por San Agustín [1]. Para la fecha de la ratificación del Purgatorio en Trento, Dante ya había escrito La Divina Comedia (principios del siglo XIV) propiciando un vasto imaginario no sólo para las artes, sino para la cultura en general.

La portada de la primera edición de Purgatorio comienza a delinear una respuesta. Es la imagen de una herida: Zurita, en oposición a los crímenes infringidos por la dictadura, se quemó el rostro con un hierro incandescente. Para el poeta chileno este acto significó, después de aquel golpe tremendo, poner “la otra mejilla” a la usanza cristiana [4]. Y, al mismo tiempo, fue una forma de grabarse el propio país en el cuerpo. La cicatriz, en contraste con sus facciones, fue el vehemente desierto de Atacama contra las cordilleras y las llanuras: la geografía chilena tatuada en el semblante. Desde este punto, Zurita enuncia: hay heridas abiertas; heridas profundas que no responden a los tratamientos, a la progresión clínica. Hablar desde el Purgatorio implica hablar desde un estado intermedio (entre la muerte y el juicio último, por ejemplo), hablar para el futuro, para un después-de-mí; pero también, enunciar desde un estado de dolor y purificación. Una herida de estas dimensiones proyecta el comienzo del libro.




sábado, 12 de septiembre de 2020

LO QUE ESCONDE TU NOMBRE de Clara Sánchez

 


El relato de los hechos yuxtapone y alterna dos puntos de vista: el del anciano Julián, que ha compensado sus padecimientos en el campo de exterminio de Mauthausen colaborando durante años con una organización destinada a buscar nazis desperdigados por el mundo, y el de la joven Sandra, embarazada y solitaria, que pasa una temporada en la casita que le ha cedido su hermana. El encuentro fortuito y la amistad subsiguiente entre Sandra y el matrimonio noruego de los Christensen -en realidad, dos antiguos nazis apaciblemente retirados en una lujosa urbanización- convierte a la muchacha en el nexo entre el antiguo cazanazis y unos cuantos criminales supervivientes que se ocultan, como otros jubilados extranjeros, en la población costera. Los relatos en primera persona de Julián y Sandra no sólo permiten la contraposición de perspectivas diferentes -aplicadas en varias ocasiones a un mismo suceso-, sino que ayudan a subrayar una distancia generacional y marcar hasta qué punto sus barreras pueden debilitarse ante determinadas circunstancias.

Porque, por debajo del relato primario y de la historia de los nazis supervivientes, Lo que esconde tu nombre contiene también una reflexión sobre la vejez, sobre la maduración y la asunción de responsabilidades -es el caso de Sandra- y también sobre el amor como un impulso que estalla al margen de toda lógica. Lo otro, el espionaje a que Julián somete al grupo nazi, está bien narrado, con una cuidadosa dosificación de informaciones, si bien recuerda muchos modelos y estructuras narrativas bien conocidas, sobre todo del cine negro norteamericano (incluso el hecho de que el hotel de Dianium tenga un detective -p. 70- constituye un curioso fenómeno de importación). Sustancialmente, sobre estas páginas gravita el recuerdo de la película de Hitchcock Encadenados (Notorious, 1946), donde Devlin (Cary Grant) lograba, como aquí Julián, que Alicia Huberman (Ingrid Bergman) actuara como topo en el grupo de espías en que se había integrado.

Muchos ingredientes de esta película y, en general, del cine de Hitchcock, como el juego con las apariencias engañosas o las sospechas que se desvelan poco a poco, están presentes en estas páginas, que no descuidan, sin embargo, lo esencial en el diseño de los caracteres: la compleja relación entre Sandra y Julián -crecientemente preocupado por su decadencia física-, con sentimientos ambiguos que los distancian y aproximan al mismo tiempo, así como la dispar reacción de ambos ante la irrupción de Alberto en sus vidas, proporcionan a la novela cierta profundidad psicológica de que la historia exterior, por sí sola, carecería. Y, por lo general, la prosa es funcional y correcta, aunque con alguna construcción cacofónica (“la noté desmejorada, quizá demasiado delgada para estar embarazada, pero era sólo una impresión de pasada”, p. 169), alguna fórmula funcionarial (“a día de hoy”, p. 107) o alguna leve incongruencia (el “director” del gimnasio [p. 248] o el coloquialismo “pasmarote” [p. 53] puesto en boca de la noruega Karin).



sábado, 5 de septiembre de 2020

QUIERO ESCRIBIRTE ESTA NOCHE UNA CARTA DE AMOR de Ángeles Caso

 

La asombrosa correspondencia pasional de quince grandes escritoras y las historias amorosas que las inspiraron, por la ganadora del Premio Planeta. «Quiero escribirte esta noche una carta de amor», escribe Katherine Mansfield al amante que más tarde se convertiría en su marido. A través de sus cartas, inéditas hasta ahora en español -al igual que muchas otras que recoge este libro-, su voz más íntima se une a la de otras grandes escritoras que sintieron la urgencia de revelar lo inconfesable, el poder del deseo, la insoportable incertidumbre, la desesperación, el dolor de una pasión no correspondida o la inmensa felicidad de amar y ser amado. La abadesa Eloísa de Argenteuil, ya en el siglo XII, se enfrenta al Infierno por escuchar a su carne; Simone de Beauvoir se empeña en destruir cualquier rastro burgués en el amor y en la vida; Ninon de Lenclos rechaza todos los tópicos sobre el arrebato amoroso; la romántica George Sand busca morder el amor hasta sangrar; la madre del feminismo, Mary Wollstonecraft, está dispuesta a ceder todas sus libertades -e incluso a acabar con su vida- si no consigue la entrega de su ser adorado; también la brillante y talentosa Charlotte Brontë implora el afecto de un hombre casado y espera la respuesta a sus cartas más que un mendigo un trozo de pan. Mientras María Zambrano vuelca en las cartas a un amor de juventud su anhelo de matrimonio, Marina Tsvietáieva busca en el amor sin límites la fuente de su inspiración poética o Julie de Lespinasse es capaz de amar al mismo tiempo y con igual intensidad a dos hombres, Emilia Pardo Bazán se revela con gran sensualidad y sexualidad escribiendo a Galdós, y lucha por mantener en secreto su relación... Ángeles Caso nos presenta estas cartas reveladoras y fascinantes, y nos cuenta en las biografías de cada autora -una suerte de «micronovelas»- las historias que les dieron origen: un mapa de la sensibilidad femenina a lo largo de la Historia, una inspiración para escribir cartas de amor, y para amar -e incluso para dejar un amor que nos destruye. Un libro para leer, releer y atesorar. La crítica ha dicho...«Una inspiración para escribir, para amar, e incluso para dejar un amor que nos destruye.»Semana «Ángeles Caso nos muestra la fragilidad y vulnerabilidad del ser humano ante uno de sus mayores anhelos en la vida: amar y ser amado. [...] Un libro conmovedor y hermoso que recuerda cómo el amor es el misterio sobre el que el ser humano avanza en la vida en medio de luz, penumbra u oscuridad.»Santiago Vargas, The Huffington Post «Un libro espléndido, cartas de rendición, de entrega absoluta, [...] piezas literarias de altos vuelos, literatura de la importante, de la que te salva.»Milena Busquets, El Periódico «Una joya de colección.»Soleá Morente «Una más que sugerente propuesta.»Carmen R. Santos, ABC«Los que todavía nos embriagamos con el olor de los libros en papel, quedamos embelesados ante manuscritos de otros tiempos o intentamos leer alguna postal o carta desgastada por el tiempo nos sentiremos atraídos por este libro. [...] Leer este texto supone un viaje a través del tiempo, gratificante y de gran placer para el lector; y una reflexión sobre la humanidad y el amor.»Maria Antich, Diario de Mallorca «Acceder a los textos íntimos de estas escritoras es un privilegio: cada una se muestra en el amor como en su obra, con su estilo y su voz. [...] Un catálogo de relaciones, una cronología universal de los amantes: profundamente enternecedor.»Aloma Rodríguez, El Mundo (La Esfera de Papel) «Ángeles Caso presenta con una prosa brillante a protagonistas rebeldes, luchadoras, sufridoras y geniales. [...] Quince mujeres para un libro espléndido y necesario y de lectura gratificadora y edificante.»Fulgencio Argüelles, El Comercio