Todavía no he tenido ocasión de decirlo aquí pero es verdad que soy granadino y granadinista y no de fútbol sino de historia y concretamente de la Granada musulmana y de Al-Ándalus en general. Considero que ha sido el periodo de mayor esplendor que ha tenido esta tierra, con sus luces y con sus sombras, que las tuvo y muchas.
Esta es la historia de Samuel Nasgrela, primer ministro de Granada en la época Zirí con los reyes Habus y Badis y responsable de la construcción de la Alhambra que hoy conocemos. La arquitecta es una mujer increíble Ilbira, compañera, amante, amiga y verdadera artífice de la Alhambra bajo los auspicios de Samuel Nagrela, verdadero factotum de la primera mitad del siglo once granadino.
Aparte de la peripecia personal de esta gran judío, se cuentan los entresijos de la construcción de la Alhambra y su relación con el templo de Salomón de Jerusalem, lo que deja a las claras que Granada y la Alhambra tienen mucho más que ver con el mundo esotérico judío que con el mundo musulman, que no fue a fibn de cuentas más que el recipiente en el que se coció esa maravilla inmortal que tenemos hoy delante de los ojos todavía. Me ha gustado el libro