En esta extraordinaria
novela la ubicación geográfica y temporal es absolutamente reconocible: desde
la España de la posguerra hasta el inicio del largo final del franquismo. La
mirada narrativa de Rafael Chirbes pone en evidencia los oscuros e incómodos
mecanismos personales y colectivos de nuestra historia; las claves narrativas
de una historia que una y otra vez sale del olvido y se hace carne: novela. El
amplio y ambicioso horizonte narrativo que el libro aborda se acomoda en dos
grandes bloques: la posguerra española y la resistencia antifranquista de los
años sesenta. Dos generaciones caminan delante de un espejo que no devuelve
imágenes gratas o autocomplacientes. Hombres y mujeres que se reparten el dolor
y la humillación de la derrota (y en algún caso, los despojos y el botín)
mientras aprenden la dura tarea de sobrevivir y salir adelante. La juventud
universitaria que intenta tomar conciencia mientras aprende a construirse
contra un pasado que inevitablemente forma parte de su herencia. Estamos frente
a una de esas novelas que los lectores reclaman a los autores de su tiempo,
frente a una de esas novelas que se esperan. Estamos ante una cumplida ambición
narrativa de primer orden. Una novela apasionada que exige una lectura
apasionada y que confirma a Rafael Chirbes como una de las grandes voces
narrativas de nuestra literatura. «En La larga marcha se habla una y otra vez
de una “nueva España”, y todo el que cree en la posibilidad del cambio deposita
en esa idea siempre el mismo ingenuo entusiasmo. Lo que ocurre con Rafael
Chirbes es que ha escrito una historia de las grandes esperanzas y las grandes
promesas, pero también de los grandes desencantos» (Marcel Reich-Ranicki, Das
Literarisches Quartett).
La lectura es un acto de soledad, una forma de vivir con uno mismo, de conocerse y de relacionarse con las otras personas y con el mundo.
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sábado, 28 de mayo de 2016
domingo, 22 de mayo de 2016
HASDAY, EL MÉDICO DEL CALIFA de Carlos Aurensanz
Año 924. Hasday ben
Shaprut es un muchacho de solo trece años, despierto, precoz y ávido por
comprender el mundo que lo rodea. Tanto es así que no dudará en transgredir las
estrictas normas sociales y religiosas que coartan sus ansias de conocimiento.
Adolescente judío en una madina musulmana, hijo de un próspero comerciante y con una fuerte personalidad, pronto descubrirá que no le van a faltar enemigos.
Tres son los hilos conductores de la trama: una esclava judía por la que Hasday es capaz de traicionar la confianza de su propio padre; una enconada enemistad que lo perseguirá durante toda su vida, y un libro, la valiosa copia de un antiguo compendio de medicina, el Tratado de los simples, que bien podría dar título a esta novela.
El médico del califa es una historia de descubrimientos en una época apasionante, el inicio del esplendor de la Córdoba de Abd al Rahman III, que Hasday tendrá la oportunidad de vivir junto a sus artífices.
Mercaderes, bibliotecas, traductores, la madrása y el bimaristán, embajadas y conflictos bélicos, avances científicos, la construcción de la Madinat al Zahra… son pinceladas que completan el fresco de una Al Ándalus en su periodo de esplendor, cuando Córdoba se convirtió en la luz que iluminaba Occidente.
Adolescente judío en una madina musulmana, hijo de un próspero comerciante y con una fuerte personalidad, pronto descubrirá que no le van a faltar enemigos.
Tres son los hilos conductores de la trama: una esclava judía por la que Hasday es capaz de traicionar la confianza de su propio padre; una enconada enemistad que lo perseguirá durante toda su vida, y un libro, la valiosa copia de un antiguo compendio de medicina, el Tratado de los simples, que bien podría dar título a esta novela.
El médico del califa es una historia de descubrimientos en una época apasionante, el inicio del esplendor de la Córdoba de Abd al Rahman III, que Hasday tendrá la oportunidad de vivir junto a sus artífices.
Mercaderes, bibliotecas, traductores, la madrása y el bimaristán, embajadas y conflictos bélicos, avances científicos, la construcción de la Madinat al Zahra… son pinceladas que completan el fresco de una Al Ándalus en su periodo de esplendor, cuando Córdoba se convirtió en la luz que iluminaba Occidente.
sábado, 14 de mayo de 2016
TRILOGÍA DE CENTROAMÉRICA de Javier Reverte
Trilogía compuesta por tres novelas publicadas entre
1986 y 1992. Describen tres viajes, el primero en Nicaragua, donde el autor
vive la miseria y el dolor de la guerra: Los dioses bajo la lluvia. El segundo
viaje lo hace a Guatemala, donde ve su belleza, las atrocidades que el ejército
comete contra las poblaciones indias, las guerrillas, la dictadura: El aroma
del Copal. Y el tercer viaje será a Honduras, que narra la historia de una
joven viuda española que se enamora de un soldado profesional norteamericano,
instructor de las tropas rebeldes de la 'contra': El hombre de la guerra. Tres
historias llenas de pasiones, amor, odios y luchas, ambientadas en las orillas
de un mar sensual, junto a las agobiantes selvas tropicales.
Independientes entre
sí, tanto en personajes como en argumentos, pueden ser leídas como tres libros
distintos. Las une, sin embargo, una geografía -la centroamericana- y una
época, los años de guerra de la década de los ochenta. No obstante, en los tres
libros, como su autor señala en el prólogo, no se habla de un tiempo concreto y
unos conflictos bélicos, sino en esencia «de almas y de contradicciones; del
dolor, de la muerte y también del amor; de todo aquello que convierte a los
hombres, en momentos dramáticos, en seres perplejos».
«Literatura y viaje. Dos actos de suma libertad que encarna con enorme maestría Javier Reverte.»
«Literatura y viaje. Dos actos de suma libertad que encarna con enorme maestría Javier Reverte.»
El autor de Corazón
de Ulises explicó que
había querido contar la historia de hombres y mujeres que viven en situaciones
límites, y que "a pesar de navegar entre el dolor, la miseria y la muerte,
intentan construir una esperanza, una alegría". Para Reverte, con esta
trilogía salda una deuda con esos países: "Es mi caricia personal a
América". En opinión de Orozco, delegado de EL PAÍS en Andalucía, no se
trata sólo de tres novelas "ejemplares", sino de "un crudo
reportaje de lo que se vivió en aquel punto del globo en la década de los
80". Orozco, que calificó el libro como un viaje virtual - "después
de leerlo el lector pensará que ha estado allí"- destacó la "magistral"
ambientación del paisaje de los tres países centroamericanos, "hasta el
punto de que uno se adentra en sus páginas y de repente se ve caminando por los
mercados abarrotados de Managua o la densa selva guatemalteca de Petén".
Pero sobre todo, se refirió al compromiso de Reverte con los desheradados.
"Aunque intenta aparentar que nada le interesa, Reverte se traiciona en
sus escritos: le importa lo que sucede en el mundo, y sobre todo, le importa el
mundo de los menos favorecidos".
El
dolor, la muerte, la guerra, el valor y la cobardía, pero también el amor, la
alegría, el ron y la esperanza, con los colores, los olores y la sensualidad de
Centroamérica, son los ingredientes de esta trilogía que Medina calificó como
"el libro de los sentidos de América" en una zona "donde la vida
y la muerte valen muy poco porque es lo único que tienen esas gentes".
"Reverte ha escrito tres novelas feroces, la apasionada y apasionante
historia de tres pueblos que sobreviven a su propio cataclismo cotidiano
amando, bebiendo, bailando y siendo", dijo Medina.
sábado, 7 de mayo de 2016
VALS NEGRO de Ana María Moix
Esta novela se centra en
la figura de Elisabeth de Baviera, conocida popularmente como Sissí. Es un
personaje que, a lo largo de los años, ha levantado pasiones y ha propiciado la
proliferación de numerosos libros y películas centrados en su persona. De ella
se ha escrito y hablado mucho y, al fervor desatado por su figura, han
contribuido muchísimo las famosas películas sobre su vida protagonizadas por
Romy Schneider. Estas películas son las que han dejado en la memoria colectiva
una imagen de Sissí que no se corresponde con la realidad (en mi opinión es una
persona que ha sido sepultada por su propio personaje). Las películas como
"Sissí emperatriz" son una versión totalmente azucarada y
distorsionada de lo que en realidad fue la vida de esta mujer pero, cuya
interpretación de la historia, ha sido aceptada como versión oficial por el
imaginario colectivo.En "Vals negro", Ana María Moix desmitifica por
completo la vida de Sissi. Es inevitable asociar su nombre con el rostro de
Romy Schneider porque el poder de sus películas de historias almibaradas es
enorme. Sissi ha pasado a la historia gracias a la imagen bucólica de ella que,
durante años, ha mostrado Hollywood. Es un personaje que ocupó un lugar en la
historia que se presta a este tipo de interpretaciones románticas e idealistas
que tan bien quedaban en las películas de antes pero que poco o nada tiene que
ver con lo que fue en realidad su biografía. Novelas como ésta son las que
muestran la verdadera personalidad e identidad de una mujer a la que el paso de
los años ha sobredimensionado hasta convertirla en una leyenda. No hace falta
ser un fanático admirador de su persona para disfrutar con esta novela y leer
la verdadera historia de su vida tal y como fue, en vez de tal y como nos la
han contado
Ésta no es una biografía
convencional, tanto por el formato novelesco como por la manera de contar la
historia. Ana María Moix evita los primeros años de la vida de Sissi y nos la
presenta ya con quince años, a punto de contraer matrimonio con su primo-hermano
Francisco José. Nos empieza a contar su vida en el momento en el que entra a
formar parte de la familia real (el momento en el que empieza a formarse el
mito). Se nos muestra a Sissi tal cual fue y, para leer este libro, es
necesario dejar a un lado las ideas preconcebidas sobre su persona que podamos
tener. La autora nos presenta a Sissi como una mujer atormentada para la cual
el matrimonio representa un grillete y la vida en la corte una cárcel de oro. A
los quince años, cuando todavía se siente (y es) una niña, se ve obligada a
contraer un matrimonio de conveniencia para el que ni tan siquiera estaba
destinada, simplemente por un capricho del destino (la destinada a convertirse
en emperatriz era su hermana Helena, pero hubo un cambio de planes cuando su primo
(el emperador Francisco José) se enamoró de Sissi nada más verla). A lo largo
del libro, iremos descubriendo a una Sissi que se siente oprimida por la
rigidez del protocolo y de la vida palaciega (que odia y desprecia
profundamente).
domingo, 1 de mayo de 2016
MORTAL Y ROSA de Francisco Umbral
«A la mierda con Freud», escribe en el primer párrafo.
Un poco más adelante mandará a la mierda a Breton. Pero además de estos
desaires, Umbral rompe con la estructura convencional de la novela. Los poemas
asoman en varias ocasiones entre el discurso lírico. O se convierten en prosa,
la prosa poética que tanto admiraba de Juan Ramón Jiménez. Umbral se mueve con
gracia y agilidad en la frontera de los géneros. Por momentos, como lector, me
parece que estoy dentro de un diario sin fechar. En otras ocasiones, que me
deslizo por unas memorias, o por un ensayo fragmentario y ontológico. Otras
veces, en cambio, lo leo como una novela en la que un padre dialoga con su hijo
y el mundo, en tono melancólico y agorero: «Cómo corrió el niño, cómo cantó,
cómo jugó, cómo le veía yo sobre el fondo irreal y preciso del cementerio, en
la fiesta pobre, buscando camino entre los escombros, flores entre las piedras,
piedras entre las flores. Un cielo morado que de repente se hizo nocturno, y el
alivio vago que sentí al tomar al niño de la mano y volver con él a la ciudad,
rescatándole de no sé qué lejanías de muertos y campos». Dan ganas de
preguntarle al escritor qué hace con su hijo en el cementerio habiendo parques
en la ciudad. Pero el escritor, siempre inteligente, sólo hace un guiño a lo
que está por llegar.
En este bastardeo, la intimidad se metamorfosea con la
experiencia del hombre contemporáneo. La huella poética con la filosófica.
En Mortal y rosa, además de Juan Ramón Jiménez, Umbral dialoga
con Vallejo, Guillén, Salinas y Lorca. Con Ortega y Baroja —al que detestaba—,
con Unamuno y Gómez de la Serna. Con Valle-Inclán y con Neruda —el poeta que lo
hizo escritor—, entre otros. Aunque más que una conversación, es un monólogo
que acoge voces, casi todas poéticas. El peso de la poesía en la formación del
escritor es clara. Como consecuencia, Mortal y rosa es un
libro de un lirismo donde la alta poesía se mezcla con lo reflexivo y lo
cotidiano: «Éramos líricos y blancos, dos almas esbeltas en una primavera de
papel —recuerda—, y ahora la vida nos ha reunido, abrasados ya de días,
sazonados de muerte. Éramos aquellos que acrecentaban la luz y, un día, uno de
esos días que transcurren en sombra, la vida nos reunió». El estilo es su
navaja perfecta. Un estilo que siempre ha tenido dos lecturas. Muchos lo han
alabado, otros tantos lo han denostado. «Literatura de sonajero», lo llamó Juan
Marsé. Un artista con el carácter de Umbral no estaba hecho para salir a la
calle con una prosa gris y funcionarial. El estilo es fondo y forma. La manera
en la que el escritor se pasea por la vida.
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