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viernes, 31 de octubre de 2025

LAS ÚLTIMAS BANDERAS de Ángel María de Lera

 


Cuando, hace ya muchos años, descubrí a Ángel María de Lera mediando la lectura de su espléndida novela Las últimas banderas, Premio Planeta 1967, me saltó la sorpresa por no pocas circunstancias. El escritor era excombatiente republicano con el empleo de comandante, miembro del comité nacional del Partido Sindicalista del anarquista Pestaña y nombrado por Largo Caballero comisario político de la unidad que mandaba el mítico Cipriano Mera, albañil de gran inteligencia que llegó a dirigir el IV Cuerpo de Ejército Popular de la República. La figura de Lera me despertó curiosidad y a medida que fui buceando en su trayectoria más sorprendido estaba por la concesión del Planeta.

Historias como la de Ángel María de Lera, resulta saludable recordarlas, en estos tiempos de polarización en los que el nuevo Frente Popular capitaneado por Sánchez no ceja de cuestionar el periodo del posfranquismo, propiciador de la senda a la plena democracia, tras cuarenta años de dictadura. Protagonizado ejemplarmente por figuras de la talla de Ramón Rubial, Josep Tarradellas, Felipe González, Dolores Ibárruri, Santiago Carrillo, Rafael Alberti, Adolfo Suárez, Manuel Fraga, Alfonso Guerra y, sobre todo, el Rey Juan Carlos I. Esa es la realidad. Y con fiel realismo narra de Lera su experiencia en los últimos días de la caída de Madrid con el golpe de Estado del coronel Casado.

Nuestra última guerra civil sigue siendo un tema apasionante, pese a la enorme bibliografía con que ya cuenta, superior a la de la Segunda Guerra Mundial. Después de casi treinta años de su terminación, cuando cabría pensar que se había dicho todo sobre ella, su problemática resurge, no obstante, con nuevos bríos. Y es así porque no hay que olvidar estos dos factores: primero, que constituyó una situación límite para todo un pueblo -su enfrentamiento colectivo con la muerte.,por lo que u contemplación se presta a múltiples interpretaciones, y, segundo, porque es precisamente ahora, con el paso del tiempo, cuando empieza a ser posible su versión objetiva.




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