No se sabe a ciencia cierta quién es Elena Ferrante.
Bajo ese seudónimo se halla oculta la persona que firma una novela corta donde
no se teme exponer las inquietudes, confusiones y hasta el hastío que supone
ser madre: La
hija oscura.
Esta obra se firma en pleno apogeo de una sociedad donde cada vez
se agrava más el bombardeo constante de artículos sobre peliagudas y polémicas
cuestiones como el hecho de “no decir nunca que no” al niño, amamantarlo hasta
los 8 años para trabajar el afecto, amasar las propias galletas sin
conservantes ni colorantes, dormir hasta los 11 en su misma cama para
establecer un vínculo… Se alaba a la madre que se vuelca en sus hijos
abandonando el trabajo y su carrera, pero se comprende al padre que se dedica a
traer el pan a casa. Elena Ferrante, sea quien sea, si es que eso ciertamente
importa para acercarse a su obra, explora la figura de la madre más
radicalmente humana, aquella que duda, que ve a sus hijas y no las reconoce,
que llega incluso a abandonarlas por el espacio de 3 años para buscarse a sí
misma. Lo que es, en fin, un ser humano. Porque quizá una madre no pueda
todavía quejarse a viva voz de lo cansada que está, de las renuncias que ha
tenido que hacer, de los disgustos que le dan sus retoños… y sueña cada noche
con huir. Pero sueña en voz baja, sin que nadie la oiga. Puede que también
existan madres así, aunque no se vean
Una brillante retrato de las ataduras de la
maternidad. Una joya de la literatura contemporánea de la gran Elena Ferrante
.A menudo, un gran viaje hacia nuestra parte más oscura empieza con un gesto
sin sentido.Leda es una profesora de literatura inglesa, divorciada hace mucho
tiempo, dedicada a sus hijas y al trabajo. Cuando ellas se trasladan a vivir
con el padre, en vez de vivir la nostalgia y la soledad que esperaba, Leda de
repente se siente liberada y decide tomarse unas vacaciones en un pequeño
pueblo de la costa. Pero los días de calma aparente se acaban cuando vemos a
esta mujer de mediana edad y mucho criterio huyendo de la playa con una muñeca
en brazos.Página a página, un agradable descanso a la orilla del mar se
convierte en el retrato de una mujer terca y sola, asaltada por unas preguntas
que la llevan a arriesgarlo todo. En La hija oscura, la novela más querida por
Elena Ferrante, la locura anda de la mano de la lucidez absoluta: nada sobra
cuando un gesto sin sentido nos acerca a la gran literatura
Me gusta la reseña me gusta como escribes y comentas
ResponderEliminarme gusta la vida y el sol de la mañana
mientras el frio se me mete entre las piernas