Es una obra que es en realidad la historia
del escritor, un cuadro que presidía su despacho y una declaración de amor con
mayúsculas hacia su mujer, Ángeles, que falleció en 1974 con solo 51 años.
Sacristán, que conoció y ya trabajó con el escritor en 1989,
recuerda cómo Delibes siempre se negó a dar los derechos de este texto ni
para el cine ni para el teatro: "Él me decía que esto era un vómito... de
hecho me decía, no quiero que nadie le ponga cara a este personaje porque ni
siquiera le he puesto yo la mía". Poco antes de morir, aceptó. Entonces ya
se pudo hacer una lectura dramatizada y ahora José Sacristán se pone en la piel
del que probablemente es el personaje más autobiográfico de Miguel Delibes.
Porque aunque en el libro (y en el teatro) se llora a Ana, todos
saben que en realidad de quien hablan es de Ángeles. Miguel Delibes decía
que Ángeles era su equilibrio y sin ella, probablemente no existiría el
escritor, porque, recuerda su nieta: “ella fue la que le animó a escribir”.
Se profesaban tanto amor que, ante su inesperada
muerte, Delibes, de carácter huraño y depresivo, se sumió en una tristeza
absoluta. Y por eso tardó 17 años en poder poner negro sobre blanco todo
lo que sentía... casi en secreto. Sólo su secretaria sabía que estaba
escribiendo este libro que, una vez terminado, envió a una de sus hijas para
pedir permiso para publicarlo. Porque es una historia íntima y visceral que
retrata a toda la familia Delibes, incluyendo a su nieta, la niña que un día
recibió cartas con dibujos de su abuelo, la que vivió una muerte que se quedó
en todos para siempre.
Porque Miguel Delibes siempre dijo que con Ángeles se fue
su mejor mitad... y que con su muerte, como en las películas, todo se
fundió en negro.
Estamos en el verano y otoño
de 1975. La hija mayor de ambos está en la cárcel por sus actividades
políticas, y es en esas fechas cuando surgen los primeros síntomas de la
enfermedad de su madre que la hija vivirá desde dentro de la prisión. Es otro
recuerdo permanente en la vida de su padre, que también ahora revive.
Esta obra teatrales el relato
de una historia de amor en camino desenfrenado hacia la muerte, que nos sitúa
en aquella España con rasgos inequívocos, que nos habla de la felicidad y de su
pérdida, y que llega a la intimidad de cada ser humano, y a su emoción, por el
camino recto y simple de la verdad. Un amor que se llena de dramatismo, y quizá
de mayor plenitud, cuando aparece, primero sin hacer ruido y después como una
brutal ruptura, la enfermedad. Un sobrecogedor retrato de “una señora de rojo”,
tan luminosa, “sobre el fondo gris” de todas las circunstancias que rodean su
final.
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