El elegante, irónico y conmovedor retrato de una mujer y una época extraordinarias. «Con una prosa exquisita y una gloriosa capacidad para captar lo absurdo y lo cómico; incluso en medio de los más trágicos sucesos;, Banine nos ofrece el relato de su embriagadora y turbulenta juventud, desde las orillas del mar Caspio hasta París». The Spectator «Tan vívida e ingeniosamente nos revela la autora un mundo por completo desconocido que, apenas comienzas Los días del Cáucaso, ya te encuentras del todo absorto en su lectura». La autora recuerda las aguas del mar Caspio, su lujosa mansión en Bakú, las espléndidas fiestas, las frutas, los dulces; a su institutriz alemana de rubísima melena, a su imperiosa y estricta abuela musulmana, a sus tan adinerados como nada respetables parientes que, discutiendo y fumando sin tregua, se jugaban a los naipes la inmensa fortuna que el petróleo les había hecho amasar.
Banine recuerda cómo entonces llegaron los bolcheviques, y de
pronto lo perdieron todo; cómo en el torbellino de la revolución y el
derramamiento de sangre se enamoró apasionadamente de un hombre, pero solo para
ser obligada a casarse con otro al que detestaba; hasta que llegó la
oportunidad de escapar, a Estambul primero, a París más adelante. Banine
recuerda en esta elegante, irónica y conmovedora mémoire; uno de los más
originales y trepidantes libros autobiográficos del siglo XX;, su fascinante y
turbulenta juventud en el disputado territorio de Azerbaiyán, en perpetuo
equilibrio entre Oriente y Occidente, entre el mundo de ayer y los inciertos
días venideros.
El libro, muy ameno,
permite conocer el mundo interior de Banine, una joven enamoradiza,
insatisfecha, soñadora, moderna, que tiene que plegarse a los intereses
familiares, también en su matrimonio, pues para las mujeres azeríes, casarse
era un rito obligado que poco tenía que ver con el enamoramiento. Banine y su
prima Gulnar viven obsesionadas con el amor, con una concepción adolescente,
liberal y romántica de las relaciones afectivas que toman de sus lecturas y de
sus contactos con el mundo occidental de Bakú (ciudad en la que también se
ambienta otra novela sobre la vida en Azerbaiyán, Alí y Nino, de Kurban Said, publicada en 1937). Entramos
así la intimidad de una singular familia musulmana que tiene que asimilar unos
episodios históricos que ponen patas arriba su férreo mundo social y sus
tradiciones. Cuando escribe sus memorias, que publicó en 1945 en París, la
propia autora es consciente de que está escribiendo sobre un caducado estilo de
vida.
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