Desde muy niño, Boris sabe
que es diferente. Muy temprano se detectan problemas de motricidad y dislexia,
y el pequeño actúa con unos gestos y una forma de hablar amaneradas. Los
adultos dicen que su madre, Belén, una bailarina de renombre, y su padre, crítico
de cine, rodean al niño de malas compañías. En Caracas se habla de sus amigos
intelectuales y de toda esa gente homosexual con la que ella trabaja. También
que Boris está enamorado de Gerardo, el hijo de la influyente periodista
Altagracia Orozco. Sin embargo, Belén no se rinde al prejuicio y por más golpes
que llegan de fuera, convierte su casa en un refugio para esa diferencia.
Primero cara a cara, luego unidos por la línea telefónica, pero siempre juntos
bajo el inquietante influjo de un cuadro lleno de historia, Tiempo de
tormentas.Los días de escuela, un amor, una violación, el silencio; sus
primeros pasos como columnista o escritor de telenovelas, el salto a la fama en
España con Crónicas marcianas y el finalista del Premio Planeta, el glamur, los
abismos, de nuevo el amor y la violencia. Una enternecedora y envolvente novela
autobiográfica donde Boris Izaguirre construye una vida a veces complicada,
siempre apasionante, a caballo entre dos países que también estaban creciendo.
"No son unas memorias. Creo que es una novela y siempre
quise que fuera una novela. Aunque sí que es verdad que los personajes se
llaman como mi mamá y como yo, Belén y Boris", reconoce el escritor y
presentador venezolano nacionalizado español.
Boris Izaguirre reconoce tintes autobiográficos en "Tiempo
de tormentas"
El "primer impulso" de esta novela, explica, fue
precisamente el fallecimiento en 2014 de su madre, la bailarina Belén Lobo:
"Teníamos una relación tremendamente especial. Pienso que mi mamá no
soportó bien la idea de darse cuenta de que había nacido en una dictadura y que
se iba a morir en otra dictadura en Venezuela".
"No son unas memorias. Creo que es una novela y siempre
quise que fuera una novela. Aunque sí que es verdad que los personajes se
llaman como mi mamá y como yo, Belén y Boris", reconoce el escritor
Esas fueron las "columnas principales" de la historia
que quería contar y por eso consideró que tenía que ser "muy sincero"
al relatar cada uno de los años que vivió junto a su madre, llamando a los
personajes como ellos dos, "sin disfraces".
"Y hasta ahí realmente llega lo que podríamos llamar
autobiográfico; a partir de estos mimbres se construye claramente una novela
que en el fondo es una novela sobre dos países, España y Venezuela", una
visión muy actual "del fracaso que ha significado" ese país, relata
Izaguirre.
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