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viernes, 25 de octubre de 2024

LA VEGETARIANA de Han Kang

 



Una chica que vive en Corea decide dejar de comer carne tras una serie de pesadillas recurrentes. La novela se construye en base a tres relatos de tres de las personas que la rodean: su marido, su cuñado y su hermana.

Evidentemente, el hecho de dejar de comer carne es solo la excusa de un argumento mucho más crítico: qué hacer si no eres como la mayoría. ¿Se puede vivir de una forma diferente a la de tu entorno? Todos los familiares tendrán su propio papel en una historia llena de violencia (inlcuida la de género) que resulta realmente diferente a todo lo que has leído hasta el momento.

Algunas de las opiniones vertidas en el club (sin spoilers) podrán ayudarte a decidir si quieres "entrar" en esta novela o no:

  • Se trata de un libro perturbador y poco cómodo. Hay momentos en los que necesitas parar y tomarte un respiro. No es apto para todos los estómagos.
  • Se narra la vida en una sociedad coreana, tradicional y patriarcal. A la autora se le preguntó sobre ello en una entrevista pero Kang aseguró que podía reflejar muchas otras sociedades, incluida la occidental.
  • Te metes en la novela desde la primera página. Quieres parar pero también necesitas saber qué va a pasar.
  • A pesar de la dureza del libro, la historia se narra con descripciones casi poéticas donde se utiliza el lenguaje de una forma magistral.
  • El tema de la enfermedad mental es uno de los asuntos que trata el libro en relación con la protagonista.
  • Es uno de esos libros que deja poso y que te pasas después semanas "rumiando". Te puede gustar o no pero jamás te dejará indiferente.




viernes, 18 de octubre de 2024

EL MEJOR LIBRO DEL MUNDO de Manuel Vilas

 


Una editora, M, relata el suicidio de un escritor llamado Manuel Vilas, quien se tira desde una torre en una ciudad rumana a la que ha llegado para promocionar su último libro. Tenía 61 años y desde que cumplió 60 vivía en una irrealidad tiránica que crecía sin parar. Frágil, adictivo, incapaz de soportar la normalidad, prefirió terminar con todo. Con esta falsa muerte comienza el último título de Manuel Vilas (Barbastro, Huesca, 1962), 

Todo en literatura es pura ficción. Este libro cuenta la verdad que nadie dice.

TODO EL MUNDO QUIERE VIVIR EN UN LIBRO DE MANUEL VILAS

«Este libro no es un libro, es un incendio. Arden las páginas a medida que las lees, arde su autor, que huye hacia el final con la cabeza envuelta en llamas, y arde el lector también en busca de la salida de emergencia. Todo lo que usted siempre quiso saber del horror de escribir el mejor libro del mundo y jamás se atrevió a preguntar.» JUAN JOSÉ MILLÁS

«Me ha conmovido y me ha desgarrado. He sentido que le hablaba directamente a mi alma. Una comedia salvaje, un libro sobre el fracaso y el éxito, el dinero y el hambre, la poesía y el poder, la depresión y el goce, la muerte y la vida. En él se dicen cosas que sentimos y pensamos muchos, pero que Vilas ha escrito por primera vez y de una manera única.» SARA MESA

NADIE ANTES QUE MANUEL VILAS HA EXPLORADO LA VULNERABILIDAD DE UN ESCRITOR COMO LO HACE ÉL AQUÍ.

Su nueva novela, de clara inspiración autobiográfica, narra la historia vital de un escritor que se levanta todas las mañanas, desayuna y se va a trabajar a su oficina particular para crear el que espera que sea el mejor libro del mundo. En esta divertida, irreverente y locuaz historia, Vilas rompe el famoso techo de cristal para contar a todo el mundo quién y qué es un escritor desde un lugar distinto, en el que nunca ha sido expuesto, desde su fragilidad: el síndrome del impostor, la constante -y cómica- comparación con los demás, las decepciones, la incertidumbre, convivir con la alegría y el fracaso y así hasta sus últimos días.

Una mirada única, ocurrente y muy real sobre cómo un escritor lucha día tras día por ser apreciado, sentirse querido y pasar a la posteridad. Pero siempre desde la comedia.




viernes, 11 de octubre de 2024

PRESENTES de Paco Cerdá

 


La guerra ha terminado. España está en ruinas. En el cementerio de Alicante exhuman los restos de José Antonio Primo de Rivera. Sus camaradas falangistas van a llevarlo a hombros hasta enterrarlo en El Escorial, morada de reyes, sepulcro imperial. Durante once días y diez noches, el cortejo fantasmagórico avanzará por pueblos y ciudades entre hogueras, escarcha, brazos enhiestos y propaganda: una epopeya fascista de 467 kilómetros para demostrar quién manda en la nueva España.

Sin embargo, la guerra no ha terminado. Una memoria se está construyendo y otra memoria se quiere borrar. En esos días crudos del otoño de 1939, miles de vidas humildes sufren la zarpa de la represión. Presos, fusilados, exiliados, trabajadores forzados, internos en campos de concentración, maestros depurados, vencedores desgraciados para siempre. El régimen trata de esconderlos. Pero ahí están: presentes.

Paco Cerdà, que trazó el rostro humano del 14 de abril, compone una vibrante sinfonía de posguerra. Con un coro de voces olvidadas por la Historia. Con el delirio megalómano de un mito –José Antonio– al servicio de su amo: Franco. Presentes es un viaje al corazón de nuestras tinieblas. El conmovedor relato de quienes soñaron unos ideales jamás enterrados.

«Cerdà es el maestro relojero de la memoria: disecciona el tiempo, lo expande». Paco Roca «No hace falta inventar nada para levantar un mundo. En Presentes, con erudición y vehemencia, Paco Cerdà convoca una galería de fantasmas reales que habitan en la negrura de la primera postguerra». Antonio Muñoz MolinaLa guerra ha terminado. España está en ruinas. En el cementerio de Alicante exhuman los restos de José Antonio Primo de Rivera. Sus camaradas falangistas van a llevarlo a hombros hasta enterrarlo en El Escorial, morada de reyes, sepulcro imperial. Durante once días y diez noches, el cortejo fantasmagórico avanzará por pueblos y ciudades entre hogueras, escarcha, brazos enhiestos y propaganda: una epopeya fascista de 467 kilómetros para demostrar quién manda en la nueva España.Sin embargo, la guerra no ha terminado. Una memoria se está construyendo y otra memoria se quiere borrar. En esos días crudos del otoño de 1939, miles de vidas humildes sufren la zarpa de la represión. Presos, fusilados, exiliados, trabajadores forzados, internos en campos de concentración, maestros depurados, vencedores desgraciados para siempre. El régimen trata de esconderlos. Pero ahí están: presentes.Paco Cerdà, que trazó el rostro humano del 14 de abril, compone una vibrante sinfonía de posguerra. Con un coro de voces olvidadas por la Historia. Con el delirio megalómano de un mito –José Antonio– al servicio de su amo: Franco. Presentes es un viaje al corazón de nuestras tinieblas. El conmovedor relato de quienes soñaron unos ideales jamás enterrados.




viernes, 4 de octubre de 2024

ROPA DE CASA de Ignacio Martínez de Pisón

 


En una profesión de egos XL, la primera virtud de Ignacio Martínez de Pisón (1960) es la ausencia de fatuidad al contar su infancia y juventud y su honestidad al relatar su incorporación como novelista a la cultura de la Transición que se configuró durante los ochenta. Es la humildad como virtud ética y como rasgo definitorio de la autenticidad de su narrador autobiográfico, incluso de su prosa siempre civilizada. “La mía ha sido una vida pequeña”. Pisón explica su peripecia sincronizada con la evolución del país. Nada parece extraordinario, él como tantos. De alguna manera, sin atisbo de automitificación, el autor de las excelentes Enterrar a los muertos o Castillos de fuego se presenta en Ropa de casa como un hijo de su tiempo, que es el de la transformación modernizadora de España para dejar de ser un país atrasado. “Vivíamos en un mundo viejo, pero el futuro estaba a la vuelta de la esquina”, dice de sus primeros años en Logroño. El piso en Zaragoza también revela la llegada de los nuevos tiempos. Se instalaron en “una calle de nueva construcción, con edificios de doce o catorce pisos, lo más parecido a un rascacielos que había en la ciudad”.

Tenía que crecer como persona para poder crecer como escritor”. Los capítulos finales de estas memorias, al describir algunos viajes o la estancia de unos escritores maños en su piso, ya evidencian que descubriría cómo contar la vivido para que fuese literatura. Su relato acaba en 1992. “Habíamos pasado de ser hijos a ser padres, y ahora dejábamos de ser inquilinos para ser propietarios”. Acababa la juventud y un período de la historia de este país.