Una noche otoñal de 1940, la alta sociedad se divierte en una
brillante fiesta en el hotel Ritz de Madrid. Hace más de un año que ha
terminado la guerra y aristócratas y nuevos jerarcas del régimen ansían
distraerse y lucir sus mejores galas, ajenos a las penurias del resto de los
españoles. Una mujer destaca por encima de todas: alta, rubia y con un vestido
de su modisto y amigo Balenciaga, su belleza no tiene rival; es Sonsoles de
Icaza, esposa del marqués de Llanzol. De pronto, su mirada se cruza con la del
hombre del momento: el flamante nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Ramón
Serrano Súñer. Ambos destacan como faros entre la multitud que les rodea y su
irresistible atracción será, desde ese momento, inevitable. Lo que escondían
sus ojos encierra el secreto mejor guardado por la alta sociedad española. Hoy
sus protagonistas vuelven a cobrar vida de forma novelada gracias a Nieves
Herrero, una escritora capaz de adentrarse como nadie en el alma y la ambición
de un hombre y una mujer, y que no podía permitir que el paso del tiempo los
olvidara para siempre. Nieves Herrero es natural de Madrid. Periodista por la
Universidad Complutense, abogada por la Universidad Europea y máster en
Criminología por la Universidad Camilo José Cela, lleva treinta años ejerciendo
su profesión en prensa, radio y televisión compaginándola con su vocación
docente en la universidad.
Hace más de un año que ha
terminado la guerra y aristócratas y nuevos jerarcas del régimen ansían
distraerse y lucir sus mejores galas, ajenos a las penurias del resto de los
españoles. Una mujer destaca por encima de todas:
alta, rubia y con un vestido de su modisto y amigo Balenciaga, su belleza no
tiene rival; es Sonsoles de Icaza,
esposa del marqués de Llanzol. De
pronto, su mirada se cruza con la del hombre del momento, el flamante nuevo
ministro de Asuntos Exteriores Ramón Serrano Súñer, cuñado de Franco. Fruto de
esta relación nació una niña, Carmen Díez de Rivera,figura
de enorme trascendencia 30 años después durante la Transición. Aunque su padre
nunca la reconoció legalmente, el escándalo fue tal que le apartó del
Gobierno para siempre y
ambas familias ocultaron el asunto como si nunca hubiera existido.
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