Este no es un libro nuevo. Apareció en 1994 y tuvo ya una segunda edición en 2002, pero ha sido remozado, enriquecido y sigue siendo una extraordinaria guía de navegantes para quienes quieran adentrarse en las turbulentas aguas de la vida literaria española durante los años de la guerra civil, con sus antecedentes y, por supuesto, sus tristes consecuencias. En esta nueva aparición el texto supera las 500 páginas, con sus tres esclarecedores prólogos y con la ceñida nota de agradecimientos. A ello hay que añadir una extensa galería bío-bibliográfica, por la que desfilan casi dos centenares y medio de personajes. Mucho más nutrida, lógicamente, es la nómina de quienes aparecen en un detallado índice onomástico que, junto a la cronología general -que ordena en paralelo los hechos de las armas con los de las letras- convierten al libro en un instrumento de referencia de gran utilidad para un mejor conocimiento de aquellos años.
En total, más de 600 páginas, cuidadosamente editadas, en las que el texto encuentra el respaldo de un material gráfico -fotos, carteles, periódicos, portadas de libros- perfectamente imbricado en el discurso literario. Muchas de esas imágenes deben de ser rigurosamente inéditas o apenas han sido mostradas con anterioridad. En su mayoría pertenecen al archivo del autor, o al de la editorial Destino, y ofrecen una vía alternativa y placentera para recorrer la información. Es un trabajo de buena edición, un auténtico regalo en estos tiempos de tan torpe aliño del trabajo editorial.
El punto de arranque de
estas reflexiones es que, como señalaba Antonio Machado en su Juan de Mairena,
“no hay guerra sin retórica”. Una retórica que, siguiendo también a Machado, es
“la misma para los dos beligerantes” y que Trapiello ha rastreado en el galimatías
de los libros de historia y de la literatura de la época. Porque éste es un ensayo que rehúye
tanto el carácter de libro de historia como el de crítica literaria. Por el
contrario es una excelente guía para cuantos se encuentren perplejos ante el
turbión que la guerra civil vino a desatar en la vida literaria española. Unas
páginas que, como nos advierte el autor, vienen a demostrar que “la literatura
no estuvo casi nunca a la altura del momento histórico” que le tocó
vivir.
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