En Agnes
Grey hay que destacar su condición autobiográfica, su carácter
realista y su intención didáctica. Agnes Grey, la hija menor de un clérigo que
pierde las pocas propieda-des que tenia en una inversión fallida y de una dama
debuena familia que fue repudiada por su padre al casarse con un hombre
inferior a ella en posición y fortuna, decide convertirse en institutriz para
mantenerse a sí misma y ayudar a la economía familiar. A pesar de la oposición
del resto de la familia, que la considera demasiado joven e inexperta, consigue
un trabajo con la familia Bloomfield. Allí se encuentra con la frialdad de la
dueña de la casa y la crueldad e indisciplina de los niños a los que tiene
queeducar: Tom, de siete años, Mary Ann, de seis, y Fanny, de cuatro. Los
padres exigen que Anne mantenga a los niños disciplinados cuando ellos mismos
les han con sentido todo lo que han querido y lo siguen haciendo. En parte por
su inexperiencia y en mayor parte por la poco colaboradoraactitud de los
padres, Agnes es incapaz de cumplir con sumisión y es despedida a los pocos
meses. Este fracaso, aunque doloroso, no consigue apartarla del objetivo que se
ha marcado de ser económicamente independiente.
la estructura narrativa sigue una pauta fielmente cronológica. Anne retrata con crudeza la vida solitaria de las institutrices, que a pesar de tener una buena educación y modales no encuentran su lugar en las familias a las que prestan su servicio: no pueden llevarse con los criados y empleados de la casa porque su educación se lo impide, pero tampoco pueden interactuar libremente con los miembros de la familia porque su pobreza y el simple hecho de tener un empleo la vuelve inferior a ellos.
Es sorprendente que este libro sea tan poco conocido cuando se encuentra al nivel de Jane Eyre y Cumbres Borrascosas. Agnes Grey es una obra imprescindible para conocer otro aspecto de las vidas de las mujeres y los niños en el siglo XIX, así como para identificar los estilos de cada una de las hermanas Brontë.
la estructura narrativa sigue una pauta fielmente cronológica. Anne retrata con crudeza la vida solitaria de las institutrices, que a pesar de tener una buena educación y modales no encuentran su lugar en las familias a las que prestan su servicio: no pueden llevarse con los criados y empleados de la casa porque su educación se lo impide, pero tampoco pueden interactuar libremente con los miembros de la familia porque su pobreza y el simple hecho de tener un empleo la vuelve inferior a ellos.
Es sorprendente que este libro sea tan poco conocido cuando se encuentra al nivel de Jane Eyre y Cumbres Borrascosas. Agnes Grey es una obra imprescindible para conocer otro aspecto de las vidas de las mujeres y los niños en el siglo XIX, así como para identificar los estilos de cada una de las hermanas Brontë.
Las ocupaciones de Anne Brontë se completaban
entre sus clases, sus novelas, sus paseos por la playa de Scarborough en
vacaciones y el cuidado obsesivo que tenían las tres hermanas por Branwell el
niño mimado de la familia a quien se le toleraba cualquier cosa. Anne compartió
con su hermano la enseñanza de los niños de la familia del reverendo Robinson.
Lo introdujo personalmente allí con objeto de que diera clases de música al
pequeño Edmund con el resultado desastroso de que Branwell se enamoró de Lydia
Robinson, la madre. La pasión, que duró dos años y medio, ocasionó un verdadero
drama familiar para los Brontë. Branwell se refugió en la bebida y al opio, sin
posibilidad de enmienda. El alcoholismo del joven Branwell serviría, no
obstante, para que Anne escribiese la novela La inquilina de Wildfell Hall, criticada
en su tiempo incluso por la propia Charlotte por considerarse que no era
"apropiada", debido a la crudeza del tema, como literatura femenina.
La propia Charlotte impidió, como heredera de los derechos, la reedición de la
novela mientras estuvo con vida.