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sábado, 30 de mayo de 2020

AGNES GREY de Anne Brontë




En Agnes Grey hay que destacar su condición autobiográfica, su carácter realista y su intención didáctica. Agnes Grey, la hija menor de un clérigo que pierde las pocas propieda-des que tenia en una inversión fallida y de una dama debuena familia que fue repudiada por su padre al casarse con un hombre inferior a ella en posición y fortuna, decide convertirse en institutriz para mantenerse a sí misma y ayudar a la economía familiar. A pesar de la oposición del resto de la familia, que la considera demasiado joven e inexperta, consigue un trabajo con la familia Bloomfield. Allí se encuentra con la frialdad de la dueña de la casa y la crueldad e indisciplina de los niños a los que tiene queeducar: Tom, de siete años, Mary Ann, de seis, y Fanny, de cuatro. Los padres exigen que Anne mantenga a los niños disciplinados cuando ellos mismos les han con sentido todo lo que han querido y lo siguen haciendo. En parte por su inexperiencia y en mayor parte por la poco colaboradoraactitud de los padres, Agnes es incapaz de cumplir con sumisión y es despedida a los pocos meses. Este fracaso, aunque doloroso, no consigue apartarla del objetivo que se ha marcado de ser económicamente independiente.
la estructura narrativa sigue una pauta  fielmente  cronológica. Anne retrata con crudeza la vida solitaria de las institutrices, que a pesar de tener una buena educación y modales no encuentran su lugar en las familias a las que prestan su servicio: no pueden llevarse con los criados y empleados de la casa porque su educación se lo impide, pero tampoco pueden interactuar libremente con los miembros de la familia porque su pobreza y el simple hecho de tener un empleo la vuelve inferior a ellos.
Es sorprendente que este libro sea tan poco conocido cuando se encuentra al nivel de Jane Eyre y Cumbres BorrascosasAgnes Grey es una obra imprescindible para conocer otro aspecto de las vidas de las mujeres y los niños en el siglo XIX, así como para identificar los estilos de cada una de las hermanas Brontë.
Las ocupaciones de Anne Brontë se completaban entre sus clases, sus novelas, sus paseos por la playa de Scarborough en vacaciones y el cuidado obsesivo que tenían las tres hermanas por Branwell el niño mimado de la familia a quien se le toleraba cualquier cosa. Anne compartió con su hermano la enseñanza de los niños de la familia del reverendo Robinson. Lo introdujo personalmente allí con objeto de que diera clases de música al pequeño Edmund con el resultado desastroso de que Branwell se enamoró de Lydia Robinson, la madre. La pasión, que duró dos años y medio, ocasionó un verdadero drama familiar para los Brontë. Branwell se refugió en la bebida y al opio, sin posibilidad de enmienda. El alcoholismo del joven Branwell serviría, no obstante, para que Anne escribiese la novela La inquilina de Wildfell Hall, criticada en su tiempo incluso por la propia Charlotte por considerarse que no era "apropiada", debido a la crudeza del tema, como literatura femenina. La propia Charlotte impidió, como heredera de los derechos, la reedición de la novela mientras estuvo con vida.

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