El profesor y creador de La
cuna de Halicarnaso escribe una emotiva novela en homenaje a su vocación: la
docencia.
«JoséAntonio Lucero deslumbra
gracias a una mirada sobre el pasado como la de Almudena Grandes». 20
Minutos
Una historia de vocación, pasión
y guerra que nos traslada a 1936 para que vivamos la magia de una de las
profesiones más importantes del mundo: la de quienes nos abren las puertas del
conocimiento y nos ayudan a cruzarlas por nosotros mismos.
Mayo, 1936. Una
joven viaja a un pequeño pueblo de la sierra gaditana donde desempeñará, por
primera vez, su vocación y profesión: la de maestra. ulalia ―o Lali, como la
llaman sus alumnos― se prepara para dar clase a un grupo de niños y niñas.
Nerviosa, repasa los modernos principios pedagógicos que le han inculcado
durante la República y que, poco después cuando estalle la Guerra Civil, la
condenarán. Acusada de adoctrinamiento, es arrestada y no podrá volver al aula
durante la dictadura, convirtiéndose en una de las víctimas de un proceso que
afectó a un tercio del cuerpo docente de España. Hasta que treinta años
después, una visita inesperada lo cambiará todo para Lali.
Este es el relato de una profesora sin alumnos que luchó durante
toda una vida por volver a enseñar. Con esta novela, José Antonio Lucero,
renombrado autor de La vida en un minuto yLa madrina de guerra, rinde
homenaje a su profesión y vocación, y nos demuestra que un buen maestro siempre
lo será.
'La
Maestra' es fruto de un intenso proceso de documentación sobre la vida y la obra
de muchos maestros del periodo que va de final de la República al estallido de
la Guerra Civil y la posterior llegada del franquismo. La historia se centra en
el personaje de una joven maestra sevillana que en 1936 comienza a dar clase en
un pueblo rural de la sierra gaditana. Lali se verá arrastrada por los sucesos
que desencadenan la Guerra Civil en España, y como tantos otros maestros, será
víctima de un proceso de depuración del magisterio que afectó durante el
franquismo a un tercio del cuerpo docente de España.
La
Segunda República y su impulso reformador, recogiendo el testigo de la
Institución de Libre Enseñanza, formaron a una generación de maestros y
maestras comprometidos con la educación integral, moderna y transformadora de
los niños y las niñas del país. Lali es un ejemplo de aquellos que se
dedicaron a la profesión más importante del mundo, la de quienes abren
las puertas del conocimiento y ayudan a cruzarlas por nosotros mismos. La de
esta profesora sevillana, cuenta José Antonio Lucero, pudo ser la
historia de una de las miles de maestras y maestros depurados que sufrieron por
cuestiones políticas o a veces por simples rencillas personales la revocación
de su plaza docente, temporal o incluso permanente. Muchos tuvieron que abandonar
la docencia o incluso irse al exilio, como Justa Freire, María de Maetzu
o María Sánchez Arbós.
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