La Malinche fue
una mujer nahua oriunda de la región sur del actual
estado mexicano de Veracruz que jugó un papel importante en la conquista española del
imperio mexica. La Malinche sirvió
de intérprete, consejera e intermediaria de Hernán Cortés. En 1519, fue una de las veinte mujeres
esclavas dadas como tributo a los españoles por los indígenas de Tabasco, tras la batalla de Centla.1 Más adelante se convirtió en concubina de Cortés y dio a luz a
su primer hijo, Martín, quien es considerado uno de los
primeros mestizossurgidos de la conquista de México.
La imagen ya mítica de La Malinche se ha ido modificando en el
tiempo conforme han variado los criterios historiográficos que la han estudiado
desde que irrumpió en el proceso de conquista al ser ofrecida como esclava al
conquistador hasta más recientemente en que se ha revalorado su aportación a
ese proceso que finalmente formó la nueva nación mestiza que hoy es México.2 Hoy para una parte de la población de México La Malinche es
el estereotipo de la traición, aunque otros la
consideran como la víctima por excelencia del choque cultural que se produjo, y
para otros más, resulta la madre simbólica de la nueva cultura mestiza que
surgió como resultado de la fusión forzada de dos razas
Malinalli fue regalada a Hernán Cortés después de la derrota de
los tabasqueños en la Batalla
de Centla el 14 de marzo de 1519 junto con otras 19 mujeres, junto
con algunas piezas de oro y un juego de mantas.6 Tras
bautizarla con el nombre de «Marina» Cortés la entregó a Alonso Hernández Portocarrero, uno
de los capitanes más reconocidos de la expedición. Sin embargo, poco después
Portocarrero regresa a España como emisario de Cortés hacia Carlos V y Cortés se queda a la Malinche por
su valor como intérprete entre el idioma
maya y el náhuatl. Como
complemento, Jerónimo de Aguilar (un náufrago español que
había estado cautivo ocho años entre los mayas y que fue rescatado por Cortés
en Cozumel) era capaz de realizar la traducción maya-español. Así, con el uso
de tres lenguas y dos intérpretes, se llevaron a cabo todos los contactos entre
españoles y mexicas, hasta que Malintzin aprendió castellano.
Más allá de su servicio como intérprete, Malintzin asesoró a los
españoles sobre las costumbres sociales y militares de los nativos y realizó
tareas de «inteligencia» y «diplomacia», jugando un papel importante durante la
primera parte de la conquista. Ella acompañó tan de cerca a Cortés, que los códices
aztecas (el Lienzo de Tlaxcala, por ejemplo) siempre la
muestran al lado de él
Tras la
caída de Tenochtitlán el 13 de agosto de 1521 y del nacimiento de su
hijo Martín Cortés en 1522,
Malinalli se quedó en una casa que Cortés le construyó en Coyoacán, muy cerca de la capital azteca: Tenochtitlán. Cortés
posteriormente, en Orizaba, casó a Malintzin con un hidalgo, Juan Jaramillo, de quien
se sabe que ella tuvo otra hija, María Jaramillo.78 Poco después, Cortés la llevó consigo para calmar una
rebelión en Honduras en 1524 – 26, sirviendo ella nuevamente como intérprete.9 Es escasa la información sobre Marina después de que se fue
a América Central. No obstante, algunos historiadores estiman que murió
alrededor de 1529, enferma por una epidemia de viruela que hubo en 1528 o 1529.
Sin embargo, el historiador Sir Hugh Thomas, en su libro “Conquest” afirma que
la fecha probable de su muerte es 1551, deduciéndolo por cartas que descubrió
en España, que se refieren a ella como viva en 1550
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