Dos parejas aparentemente sólidas y
establecidas se rompen a partir de la necesidad de comprar un ático. Con la
historia de un cruce de parejas y de una serie de sucesos inesperados el
director de la Compañía Nacional deTeatro Clásico, Adolfo Marsillach, ha urdido
la novela Se vende ático
El
humor no es lo mismo que la gracia o el chiste; a veces no tiene por qué
provocar carcajadas, y ni siquiera sonrisas. Es una forma de mirar el mundo, y
es una mirada burlona".
El actor y director de teatro asegura que
siempre ha amenazado con escribir, y que se le ocurrió una novela de humor
porque ésa es el arma con la que ha intentado defenderse en la vida.
"Aunque no siempre lo he conseguido", dice.
Marsillach piensa que España. es un país con
muy poco sentido del humor. "Es más un país gracioso, que se pasa a la
broma excesivamente gruesa. O violentamente sarcástico, o agresivamente
punzante... Pero creo que el humor es una distancia y los españoles en general
no sabemos distanciamos. La situación, política que estamos atravesando indica
de forma clarísima que nos haría falta esa distancia. Cuando hay demasiado
ombliguismo es que falta sentido del humor
No hay comentarios:
Publicar un comentario