En febrero de 1987 la editorial
Plaza & Janés publica su primera y sorprendente novela, "En diciembre
llegaban las brisas". Supongo que la novela la escribió en París, esa
ciudad que de tantas maneras puede ser antítesis y negación del universo
aparentemente simple y esquemático que encarna el trópico. Trópico en el cual
la obra de Marvel hundió y alimentó sus raíces y sobre el cual fundamentó sus
miradas más esenciales, para entregarnos una visión- descifradora sobre esa
realidad, que la fuerza trivializadora de los estereotipos nos acabó convirtiendo
sólo en un mundo avasallado por el calor y la pereza, hechizado por un paisaje
marino que se amplifica entre palmeras que miran con indiferencia el vegetar de
los nativos bullangueros y de los silenciosos burros que desfilan en medio de
una playa de lujuriosa hermosura. Y al referirnos a la novela de Marvel Moreno,
parece importante detenerse un poco sobre la carga desvirtuadora que esos
estereotipos aludidos acaban imponiendo sobre las complejas y cambiantes
realidades que pretenden designar, pues ello, necesariamente, induce a miradas
igualmente falsas y equívocas sobre la creación literaria que aspira a narrar o
a recrear esos contenidos. Los estereotipos, como también la rutina mental y
literaria, nos convirtieron el trópico fundamentalmente en un paisaje
geográfico. El paisaje humano aparece eclipsado, a veces es nota marginal u
ornamento folclórico que se incrusta sobre ese paisaje geográfico para darle
más presencia o relevancia. La compleja a intensa novela de Marvel Moreno nos
desbarata la fácil y frágil arquitectura de esas simplificaciones. En ese libro
se cruzan y convergen multiplicidad de seres humanos bordeando y viviendo
situaciones dramáticas. Enfrentados y agobiados por pasiones violentas,
condenados aldesciframiento y al esclarecimiento ético de sus gestos y sus
conductas. Universo de conflictos y vivencias desgarradoras, caos y sucesión de
emociones que se despliegan, a veces como un divertimento y a veces como una
confrontación para señalarnos que, en la vida como en la historia, el paisaje
-el trópico si se quiere- es un adjetivo, un bello y cálido adjetivo, pero que
lo sustantivo es la problemática humana, y en este caso, la problemática
femenina (liberada también de las limitaciones castradoras de lo feminista) y
entendida como sensibilidad y como "problematicidad", para darnos a
través siempre de la magia seductora y sugestiva del lenguaje, una visión
enriquecedora de ese mundo que a ella le perteneció como gran escenario para
edificar su obra. Dentro del vacilante proceso de la literatura colombiana, la
lectura de esta novela de Marvel Moreno es una lectura obligada, obligación por
otra parte deleitosa para refrescar con nuevas brisas los laberintos del
espíritu y de la imaginación.
La lectura es un acto de soledad, una forma de vivir con uno mismo, de conocerse y de relacionarse con las otras personas y con el mundo.
Seguidores
sábado, 23 de enero de 2021
EN DICIEMBRE LLEGABAN LAS BRISAS de Marvel Moreno
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario