Una niña contempla con una agudeza y una sensibilidad
extraordinaria el conflictivo matrimonio de sus padres. Entre la actitud
desdeñosa y las confidencias imprudentes de ella y la amargura y el silencio
obstinado de él, intenta construir la realidad que la rodea, conjeturando,
adivinando, interpretando lo que no se dice, o lo que se dice a medias.
La vida de Claudia transcurre con normalidad en Cali, una
infancia sin preocupaciones, como tantas otras, porque todas las familias
felices se parecen. Pero como cada una es infeliz a su manera, de repente
irrumpe en la ecuación alguien ajeno a ella que acaba con la armonía. Y
entonces ocurre: la vida se convierte en otra cosa cuando se quiebra la línea
recta del camino, desbaratada en favor de esos monstruos sin nombre, martilleos
constantes hacia la agonía de sufrir cada minuto y acariciar los abismos,
fríos, crueles, invisibles y despiadados.
Con el telón de fondo del estrecho universo femenino formado por
mujeres acomodadas a su vida, que no pueden romper con una educación de otro
tiempo, Pilar Quintana ha construido una novela intimista, con una voz
narradora deslumbrante en su ingenuidad que, desde la memoria del hogar,
conduce al lector por las obsesiones que pueblan la niñez de la que se está
despidiendo
Igual que el despunte internacional de Gabriel
García Márquez, Juan Carlos Onetti o Jorge Luis Borges logró que hace medio
siglo se acuñase el término ‘boom’ latinoamericano para definir la floreciente
literatura del hemisferio sur del continente, en pleno siglo XXI es el trabajo
de muchas mujeres el que se está cobrando la revancha (acaso por no haber
tenido acceso a participar del primer y fértil envite de aquel realismo mágico)
con obras centradas en
pequeños detalles capaces de definir y enmarcar a un continente entero.
Para entender la magnitud sísmica (¿podemos denominarlo ya el ‘seísmo
latinoamericano’?), valga un ejemplo cuantitativo: tan solo en lo que va de año, han
publicado novela en España tres potentes colombianas: Sara
Jaramillo Klinkert (con su segunda obra, Donde cantan las ballenas, en
Lumen), Lorena Salazar Masso (con el
poético debut Esta herida llena de
peces, de la mano de
Tránsito) y la
veterana Pilar Quintana, que se ha llevado el premio Alfaguara de novela
gracias a su magistral Los abismos (Alfaguara).
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