¿Cómo se convierte
uno en fotógrafo de locos? Es 1920 y Joaquín Buitrago está a cargo de tomar
retratos de los internos del Manicomio General La Castañeda, con fines de
identificación. Cuando en su lente aparece el rostro de Matilda Burgos, una
mujer a quien cree haber conocido años atrás en el burdel La Modernidad, su
obsesión por la historia de la enferma lo obliga a buscar toda clase de
información para llegar a ella. Con cuarenta y nueve años, Joaquín aún se
enamora como si tuviera todo el tiempo por delante y nada más por hacer. La
marea de recuerdos, en la que va tomando forma la turbulenta existencia de
Matilda y la vida en los márgenes de la ciudad de México, los une bajo el cielo
más oscuro del nuevo siglo. Saben que han perdido la batalla. Pero, tal vez,
como aseguraba Borges, la derrota tiene una dignidad que la victoria no conoce.
Publicada por Tusquets Editores México en 1999, y merecedora de
galardones como el Premio Nacional de Novela, el Premio IMPAC-CONARTE-ITESM
2000 y el Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2001, damos a conocer en España la
novela más premiada de la literatura mexicana. Corre el año 1920 y
Joaquín Buitrago, que por azares de su atormentada vida acaba dedicándose a
fotografiar a los internos del manicomio mexicano La Castañeda, se topa de
pronto, entre las mujeres a las que retrata, con Matilda Burgos. Obsesionado
por la identidad de esta enferma, pues cree haberla conocido años atrás en el
célebre burdel La Modernidad, trata de recabar información sobre ella. Como
Joaquín descubre poco a poco, Matilda, nacida en los campos donde se cultiva la
olorosa vainilla, llegó de niña a la capital para caer en manos de un pariente
que la utilizó para poner en práctica una singular teoría médicosocial. La
marea de recuerdos, de la que va surgiendo la turbulenta existencia de Matilda,
provoca también en el fotógrafo una reflexión sobre su propia vida y sobre los
motivos de su dependencia de los narcóticos. Y tal vez atisben los dos un
porvenir que los redima de la derrota moral y psíquica en la que ambos se
encuentran. Sea como sea, el viaje al pasado habrá valido la pena.
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