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sábado, 25 de febrero de 2023

NOSOTROS de Manuel Vilas

 


Una obra conmovedora, contundente y, en ocasiones, melodramática. Así es 'Nosotros', la novela ganadora del Premio Nadal 2023. Una lectura que nos sumerge en una fantasía que nos resguarda, aunque sea momentáneamente, de la soledad. Un sentimiento que muchas veces nos puede llegar a inundar y que nos aproxima sutilmente a la realidad.

Manuel Vilas vuelve a reflexionar sobre los dos grandes temas de su obra, el amor y la muerte. Y lo hace con su característico estilo pausado, fluido, salpicado de poesía y regado de reflexiones que iluminan la mente. Leer a Vilas es reconfortante, un gran placer. Y 'Nosotros' posiblemente sea su mejor novela desde 'Ordesa'.

En definitiva, esta apuesta del autor es una defensa de las novelas de amor que pone en práctica y se inspira de historias reales. El propio Vilas describió esta obra, en la recepción del Nadal, como una suerte de thriller existencial.

Irene y Marcelo viven durante 20 años lo que muchos considerarían, un matrimonio idílico. Les caracteriza su conexión y pasión sin fisuras que, cada día, era única e irrepetible. 'Nosotros' es la historia de amor de una mujer apasionada y rebelde con causa, cuyo desbordado amor sea, quizás, capaz de burlar a la muerte, al tiempo y al olvido

Tras la muerte de Marcelo, Irene cae en un abismo, cree que su mundo se desmorona. Sin embargo, encuentra una forma de continuar junto a él, de seguir viviendo sus aventuras de la manera más cercana posible.




sábado, 18 de febrero de 2023

NIADELA de Beatriz Montañez

 


La historia que nos cuenta en Niadela es, en última instancia, la de una desposesión: el abandono de sí misma para poder encontrarse con aquella que una es en realidad. Pero ¿cómo realizar este viaje inmóvil? Como se ha hecho desde hace milenios: deteniendo tu movimiento, separándote del grupo o de la tribu, aguzando la vista y el oído para entender aquello que la naturaleza quiera contarte. Así, Niadela se convierte en un excepcional ejercicio de atención, de observación, de escucha; en otras palabras, de pura nature writing, en el que con paciencia, con precisión y con un hálito poético extraordinario, la autora nos narra el constante devenir, tan efímero como maravilloso, de la vida que brota a su alrededor.

La escritura de Beatriz Montañez parece guiada tanto por su curiosidad científica (de la que el lector se nutre) como por una intuición más elevada, según la cual la naturaleza se hace y se deshace entre las palabras, y por momentos lo animal se funde con lo vegetal, o lo mineral con lo atmosférico, o la narradora con aquello que percibe, y de manera desconcertantemente natural el texto nos habla así de un todo, ese que sólo el lenguaje poético desvela, ese cuyo asentamiento en nuestra conciencia permite la progresiva sanación de las heridas que arrastra la memoria.

De este modo, el relato de su amistad con un zorro se entrevera con el recuerdo del padre, de su ausencia, de su muerte y de algo incluso peor y más doloroso; la historia de ese día en que se rebana el dedo con la motosierra (y recoge el fragmento desprendido, lo guarda y conduce una treintena de kilómetros para que se lo vuelvan a unir en un ambulatorio) engarza con la alegría profunda de comprobar que el jabato huérfano ha sobrevivido, o con la tristeza al confirmar el lógico alejamiento y la separación final de su pareja, o con el miedo de verse amenazada por un cazador, o con la inseguridad de sentirse olvidada por todos aquellos que antes eran parte de su vida más cotidiana, o con la felicidad de sentirse parte de una nueva familia salvaje cuyo destino, ahora, comparte. Surge entonces la posibilidad de volver a formular un nosotros (que va más allá de lo humano) que de repente cobra una importancia mucho mayor que la de ese yo que llegó maltrecho y que se cura, precisamente, mediante la aceptación de su propia insignificancia y la fascinación por la belleza salvaje que le rodea.




sábado, 11 de febrero de 2023

LIMPIA de Alia Trabucco Zerán

 


La vida tiende a ser así: una gota, una gota, una gota, una gota, y luego nos preguntamos, perplejos, cómo es que estamos empapados.

Estela deja a su madre en el sur para trabajar en la casa de una familia en Santiago de Chile y allí se queda los siguientes siete años, limpiando y criando a una niña acosada por la ansiedad, cuya muerte conocemos al comienzo de la novela.

Como en una tragedia griega, la tensión crece en cada página, con cada personaje o elemento: la perra callejera, las ratas, la confesión inconfesable del «señor», la aparición de Carlos, el veneno, la pistola, hasta un desenlace tan poderoso como inevitable.

A media mañana de un lunes de verano, Alia Trabucco Zerán (Santiago de Chile, 1983) debería haber estado en una oficina cualquiera del Poder Judicial como abogada de un caso de derechos humanos, probablemente. Investigando, litigando, preparando escritos. Pero la chilena decidió hace algunos años doblar su destino al terminar la Facultad de Derecho y enviar al demonio “el lenguaje de la ley”, como lo llama, que califica de “áspero, jerárquico y, sobre todo, blindado”. Arrancó como una búsqueda lateral, pero luego el camino se hizo evidente. “Empezó a angustiarme el contraste: la felicidad cuando me sentaba a escribir ficción, la infelicidad cuando era una querella; la angustia cuando iba a tribunales, la alegría del taller”.




sábado, 4 de febrero de 2023

AUNQUE TODO SE ACABE de Miguel Pasquau Liaño

 



  Es un personaje complicado pero maravilloso, lleno de aristas, ideal para jugar con el lector al despiste.  Para ello, además de Gabrielle (ahora voy con ella) utilizará otras dos voces narradoras: José de Esponera Alfonso Caldentey. Ya comentaba que conoceremos (o no) a Martín gracias a los demás, que ese, el despiste, será precisamente uno de los pilares de esta novela, junto al análisis y viaje –la novela está repleta de acción– por determinados momentos históricos y políticos, además de por supuesto, el amor. Con letras grandes y luminosas.

El título ya hace presagiar cosas aunque desconozcas por dónde irán los tiros ya que la novela es larga y los bandazos, radicales. Martín puede ser cualquier cosa con los diferentes retratos que de él se hacen. De ahí que dudara mil veces, supongo que le ocurrirá a otros lectores de esta novela. ¡Qué capacidad narrativa la del autor para mantenernos en vilo!

¿Quién es Martín? Alguien que se mete hasta el fondo de los charcos, comprometido contra el régimen franquista incluso desde su paso por las aulas. Pero el París de la posguerra le espera, hervidero subversivo, intelectual y exilio de almas incapaces de muchísimas–, períodos llanos e ideales y tragedias que los unen, atraviesan y empujan a lugares distintos aunque no sean físicos. Madrid y Argentina serán otras ubicaciones unidas a su relación particular y sublime. He leído muchas novelas con historia de amor y les puedo asegurar que la de Martín y Gabrielle está entre las mejores. Tan compleja como cada uno de ellos por separado, pero con un grado de compenetración cercano a la belleza.

Se podría describir de mil maneras su forma de amarse pero hay que leer la novela porque eso es lo que hace el escritor: contarla una y otra vez sin que provoque cansancio. Y eso tan difícil es lo que hace Miguel Pasquau con su impresionante capacidad narrativa. Me he quedado pasmada.

Martín y Gabrielle enamoran como ellos lo hacen entre sí y aquí no hay el clásico azúcar romanticón. Todo lo contrario. Suben montañas y caen en picado, remontan, vuelven a tropezar hasta que... No se puede decir nada más.