Esta es una novela divertida como una sobremesa con amigos, pero
contundente como un gancho al hígado. Algo de esa contradicción contiene su
protagonista, Basilio, al que sus enemigos apodan el Hipopótamo. Un mote que a
él, con sus 119 kilos de peso, le provoca regocijo: puede que aspire a la
callada quietud de ese animal, que sabe esperar su ocasión, pero también le
atrae su naturaleza feroz, su instinto agresivo, su inteligencia criminal. Así
que cuando le ofrecen abandonar por unas semanas su retiro plácido para
acompañar a Amelia Tomás, una candidata a presidenta, en su gira electoral, la
bestia que lleva dentro se despereza y actúa.
A lo largo de un periplo que lo llevará a recorrer toda clase de
ciudades y pueblos de España, su misión será cargar los discursos de la
candidata de dinamita, rociar con gasolina dialéctica a sus rivales y prenderle
fuego a todo a su paso. Y es que en este juego competir es lo de menos: lo
único aceptable es ganar. Ganar, ganar y ganar.
David
Trueba ha escrito una novela inclasificable, que retrata el mundo de la
política y su trastienda con un gran ojo para la sátira y la observación
desprejuiciada. En un viaje entre la comedia y el retrato del natural por las
entretelas de una campaña política, afloran ambiciones inconfesables, engaños,
medias verdades, mentiras flagrantes, tensiones soterradas y conflictos de la
vida privada que acaso sea mejor que no vean la luz; al frente de todo ello, un
protagonista más grande que la vida, odiado por unos y odiado por otros, y que
en lugar de preguntarse con angustia si el vaso de la vida está medio vacío o
medio lleno ha decidido hace tiempo bebérselo de un trago. Desbordante y
atrevida, vibrante y directa, Queridos niños es
una autobiografía del rencor que supone otro paso adelante en una de las
trayectorias novelísticas más exitosas de nuestra literatura.
La sátira está infravalorada. Entre los
autores que en los últimos años se han dedicado a reivindicarla con mayor o
menor acierto se encuentra David Trueba. El escritor madrileño vuelve,
tras Tierra de campos (Anagrama, 2017), con Queridos
niños una divertida novela sobre la política y las campañas
electorales y lo hace dentro de Anagrama, la editorial con la que suele
publicar.
Basilio es un personaje que vive como un outsider y que
piensa que sus días de gloria ya pasaron. Obeso, alcohólico, apartado de la
vida pública, el Hipopótamo, como le conocen algunos de sus
adversarios, va a recibir un encargo de lo más extraño: ayudar a ganar las
elecciones generales a Amelia Tomás, la candidata conservadora.
Amelia, que viene de la Universidad, y que vive una vida aparentemente
aburrida al lado de su vetusto marido, les separa una diferencia de edad
considerable. Fue parte del gobierno de Los Cuervos salpicado
por la corrupción, pero es una figura independiente y que no tiene, a priori,
las manos manchadas. Ni su propio partido, lleno de intrigas y
luchas cainitas, va a confiar en la victoria de Amelia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario