Seguidores

sábado, 24 de febrero de 2018

LA FUGITIVA de Sergio Ramírez


La información que tenemos de Amanda Solano la recibimos a través de tres mujeres que conocieron muy de cerca a la escritora. Esas tres voces, distintas en su concepción del mundo y por su extracción social, las arma Ramírez para que sacien la curiosidad de un interlocutor que bien pudiera ser el mismo Sergio Ramírez. Tenemos por tanto una repetición de la fórmula que ya había empleado en Margarita, está linda la mar. La ya harto utilizada simbiosis entre realidad y ficción. Por tanto tenemos una especie de palimpsesto narrativo. Accedemos a la tortuosa existencia de Amanda Solano. A sus discrepancias con el sistema moral de la Costa Rica de la primera mitad del XX. A sus fracasos sentimentales y a su consagración a la escritura novelística y ensayística, a su admiración por Marcel Proust y los modernistas anglosajones. Y de esta manera accedemos a su vez a la realidad vital e intelectual de la verdadera Yolanda Oreamuno. La segunda lectura tiene que ver con la realidad política y social de Costa Rica, de la que se nos da abundante información, tal vez excesiva teniendo en cuenta que quien nos interesa es la escritora. La fugitiva se queda a medio camino entre la biografía y la novela. Esa buscada indeterminación comienza a ponerse de moda en muchos novelistas. Y tengo la impresión de que a la postre ello no beneficia ni a la biografía ni a la novela. Y, sobre todo, al lector. Ya no sabemos qué es verdad ni qué es invención. Yo me quedé con ganas de leer la biografía de la autora de La ruta de su evasión, antes que la novela de Amanda Solano.


No hay comentarios:

Publicar un comentario