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domingo, 4 de noviembre de 2018

LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER de Milan Kundera



El libro comienza con una reflexión vinculada directamente al título de la obra. Se nos presenta la teoría del eterno retorno de Nietzsche para que podamos diferenciar mejor entre los términos levedad y peso.
El narrador se plantea si realmente la levedad es lo más deseable, teniendo en cuenta que cuando una persona sufre y soporta una pesada carga sobre sus hombros es cuando vive intensamente su propia existencia. Además, el hecho de que los acontecimientos sólo ocurran una vez en la historia, sin posibilidad de repetición o de que las decisiones tomadas puedan ser comparadas con otras, les aporta ese tinte de levedad.
Por ejemplo, de tener que repetirse infinitamente un acontecimiento terrible, perdería parte de su esencia efímera y caería así en el peso, haciendo más imperdonables y pesadas las acciones cometidas. El hecho de que una decisión no puede ser de antemano comparada con otra hace que todo esté, al menos en parte, permitido y hasta perdonado.
Esta dualidad entre levedad y peso se mantiene a lo largo de toda la novela. Los personajes y sus actos son, a menudo, clasificados en uno de ambos bandos por el narrador.
Los capítulos del libro están divididos de forma que en cada uno de ellos cambia el protagonista. Los sucesos son los mismos, pero vamos cambiando la perspectiva desde la que los apreciamos de los ojos de uno a otro de los personajes.
El narrador es omnisciente y es el que nos va guiando, como un director de orquesta, por toda la novela. En un punto, casi al final de la obra, este narrador se quita la máscara (que ya adivinábamos) y se nos descubre como el propio Kundera. En ese momento cambia radicalmente el estilo de la obra y nos confiesa el motivo por el que la ha escrito, los rasgos que hay de él en cada uno de sus personajes y a partir de qué están construidos.
Los personajes son mis propias posibilidades que no se realizaron. Por eso les quiero por igual a todos y todos me producen el mismo pánico: cada uno de ellos ha atravesado una frontera por cuyas proximidades no hice más que pasar. Es precisamente esa frontera (la frontera tras la cual termina mi yo), la que me atrae.
Todos los personajes, a su manera, están incompletos y son infelices por uno u otro motivo. A pesar de su debilidad, muchos se muestran pesados y terminan condicionando a los que los rodean con sus decisiones. Todos sienten el peso de la existencia en algún punto de sus vidas y en vez de evitarlo lo que hacen es insistir en su conducta y atarse más al peso que los somete (bien sea el amor por la pareja, las señales del destino o la tendencia a la traición)

2 comentarios:

  1. Me encanta como haces la reseña.Hacer reseñas es un arte que no es fácil
    Gracias por las buenas vibras que me dejas cada vez que me visitas
    un abrazo enorme siempre

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  2. Mi salud no ha estado bien, justo cuando he tenido más trabajo y debía descansar. He dejado la lectura y escribo muy poco. Ya pasará pero todavía no.
    No he leído a Kundera pero lo haré pronto. Porque tu lectura de la obra que presentas nos deja aferrados a leerlo prontamente.
    Saludos.

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