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domingo, 8 de agosto de 2021

EL SUEÑO DE LA RAZÓN de Berna González Harbour


 

Si es la primera vez que os tropezáis con la comisaria Ruiz, no está de más un par de apuntes sobre ella para que tengáis más claro con quien vais a compartir unas horas de lectura.

Es un gran personaje esta comisaria Ruíz. Una mujer todo fuerza y coraje que accedió al cuerpo de policía tras años de ver lo peor de la misma, seres alcoholizados, dañados por la lucha en el País Vasco, o que llevaban demasiado tiempo tratando con traficantes o con lo peor de la sociedad. Un fracaso profesional con uno de ellos con el que además se había relacionado emocionalmente, la decidió a buscar otra manera de acabar con el mal. Por ello se hizo policía.

«No había entrado desde la base, como todos sus compañeros, sino que accedió a la plaza tras años como psicóloga del cuerpo. Y no solo de los que ayudan a las víctimas, a las mujeres maltratadas o a los familiares de asesinados, no solo. La mayor parte de su experiencia, la más intensa y feroz, la había labrado atendiendo a los propios policías». 

 


Así es cómo la definía su viejo amigo el comisario Carlos:

«Una cría avispada y guapa que aprendía rápido, muy rápido, y que solo tenía dos inconvenientes serios: era incapaz de perder un minuto mientras lo pudiera aprovechar; y no aireaba un detalle de su vida». 

Y así es como nos la describen en esta novela:

«Ruiz, comisaria del Cuerpo Nacional de Policía, solo había sabido afrontar los casos que se le habían puesto por delante, uno tras otro, sin concesión alguna a las curvas que la desviaran de la meta. Y si había tenido algún defecto había sido ese: mirar siempre en línea recta sin reparar en el paisaje, los cruces, ni los recovecos

La comisaria Ruiz vuelve a Madrid para preparar su defensa. El viejo Jefe Superior de la policía ha logrado su suspensión en venganza por una antigua investigación y María está temporalmente fuera del cuerpo.
Pero eso no la va a frenar. Es el mes de mayo, tiempo de fiestas en torno al río Manzanares, y la aparición de unos animales muertos es el primer indicio de una anomalía que pronto dejará más huellas letales: la ejecución de una joven becaria de Historia del Arte en uno de los puentes del río. Y no será la única.
La policía investiga magia negra, acoso sexual o sadismo, pero los distintos sucesos empiezan a conformar una serie de escenificaciones que llevarán a la comisaria Ruiz hasta el legado de Goya.
Sin equipo, sin uniforme y sin pistola, María se enfrenta esta vez a un ser de extrema inteligencia, marcado por una obsesión y con gran capacidad de manipulación. En su lucha contra el tiempo recorrerá casas okupas, túneles subterráneos y un Madrid oculto y ajeno al Estado.

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