Si
es la primera vez que os tropezáis con la comisaria Ruiz, no está de más un par
de apuntes sobre ella para que tengáis más claro con quien vais a compartir
unas horas de lectura.
Es
un gran personaje esta comisaria Ruíz. Una mujer todo fuerza y coraje que accedió al cuerpo
de policía tras años de ver lo peor de la misma, seres alcoholizados, dañados
por la lucha en el País Vasco, o que llevaban demasiado tiempo tratando con
traficantes o con lo peor de la sociedad. Un fracaso profesional con uno de ellos
con el que además se había relacionado emocionalmente, la decidió a buscar otra
manera de acabar con el mal. Por ello se hizo policía.
«No
había entrado desde la base, como todos sus compañeros, sino que accedió a la
plaza tras años como psicóloga del cuerpo. Y no solo de los que ayudan a las
víctimas, a las mujeres maltratadas o a los familiares de asesinados, no solo.
La mayor parte de su experiencia, la más intensa y feroz, la había labrado
atendiendo a los propios policías».
Así es cómo la definía su viejo amigo el comisario Carlos:
«Una
cría avispada y guapa que aprendía rápido, muy rápido, y que solo tenía dos
inconvenientes serios: era incapaz de perder un minuto mientras lo pudiera
aprovechar; y no aireaba un detalle de su vida».
Y
así es como nos la describen en esta novela:
«Ruiz, comisaria del Cuerpo Nacional de
Policía, solo había sabido afrontar los casos que se le habían puesto por
delante, uno tras otro, sin concesión alguna a las curvas que la desviaran de
la meta. Y si había tenido algún defecto había sido ese: mirar siempre en línea
recta sin reparar en el paisaje, los cruces, ni los recovecos
La comisaria Ruiz vuelve a Madrid para preparar su defensa. El viejo
Jefe Superior de la policía ha logrado su suspensión en venganza por una antigua
investigación y María está temporalmente fuera del cuerpo.
Pero eso no la va a frenar. Es el mes de mayo,
tiempo de fiestas en torno al río Manzanares, y la aparición de unos animales
muertos es el primer indicio de una anomalía que pronto dejará más huellas
letales: la ejecución de una joven becaria de Historia del Arte en uno de los
puentes del río. Y no será la única.
La policía investiga magia negra, acoso sexual o
sadismo, pero los distintos sucesos empiezan a conformar una serie de
escenificaciones que llevarán a la comisaria Ruiz hasta el legado de Goya.
Sin equipo, sin uniforme y sin pistola, María se
enfrenta esta vez a un ser de extrema inteligencia, marcado por una obsesión y
con gran capacidad de manipulación. En su lucha contra el tiempo recorrerá
casas okupas, túneles subterráneos y un Madrid oculto y ajeno al Estado.
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