Quienes se han vuelto adictos a la mordacidad de sus
artículos esperaban con ganas la publicación de su primer texto de ficción.
Charo Lagares acaba de publicar su primera novela, Sevillana (Lumen). La
ha escrito durante tres años rezándole a Lorca. La novela es un retrato honesto
de una sociedad de apariencias. Charo Lagares ha escrito
barriendo debajo de las alfombras y sacando el polvo y la mugre que escondemos.
Y lo ha hecho manteniendo un pulso férreo con el humor y la fidelidad a una
sociedad que desea entender. Sevillana puede
verse como una novela irónica sobre la alta sociedad sevillana, puede leerse en
términos de novela de aprendizaje (pues una de sus protagonistas está
aprendiendo a vivir), pero también puede considerarse un estudio antropológico
sobre una clase social y sus endogámicas relaciones, sobre un momento en que la
apariencia dictó las normas sobre lo que debemos ser o hacer.
Charo Lagares ha escrito Sevillana rezándole a Lorca. Ha trazado un
universo —que muchas veces nos ha resultado desconocido— para que lo
conozcamos, para que podamos reírnos de una sociedad en la que, a nuestro
pesar, no hace otra cosa que reflejarnos. Lagares se ríe de esta
simbiosis y desuella estereotipos que perpetuamos con independencia de nuestra
clase o condición con el fin de ponernos frente a frente a nuestra
vulnerabilidad. Sevillana es
una novela que se asienta sobre el humor, aunque en realidad dibuje una
tragedia. Sevillana es una ficción que
bebe de Lorca, en la que podemos degustar el tono que Martín Gaite les ponía a
sus ambientes, el aroma que desprendía la ciudad en los textos de Pardo Bazán.
Charo Lagares ha rezado a Martín Gaite, Nabokov, Delibes, Pardo Bazán y Lorca antes
de escribir Sevillana. Se ha encomendado a
estos santos para obrar un milagro literario que ya está en nuestras librerías.
Edita Lumen esta gema preciosa, original y divertida, esta excusa inevitable
que nos ha llevado a Zenda a descubrir, en esta conversación, a Lagares y el
fascinante universo que encierran las páginas de su novela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario