Por
un lado tenemos a la jovencísima estudiante Kate Moore, que llega a la
Residencia de Estudiantes para ampliar sus estudios en literatura española y
deseosa de sumergirse en la cultura de un país que idealiza y, sin embargo, se
encuentra con una nación que más bien tiene poco tiene con la imagen que ella
tenía en su cabeza. Un país de carne y hueso, con una ingente cantidad de
debilidades y que está a punto de quebrarse. En una ciudad en la que todo se
sabía y, sin darse cuenta de dónde se estaba metiendo, no puede evitar
enamorarse de su maduro profesor, Álvaro Díaz-Ugarte, el otro lado de esta
historia. Un hombre de inclinaciones izquierdistas que, para más inri, está
casado con la hija de un acérrimo católico y uno de los hombres fuertes del
gobierno de derechas. No sé a vosotros, pero a mi me parece que la emoción está
servida.
En
una misma novela tenemos suspense, romance, intrigas políticas y todo ello
situado en un interesante momento de la historia de nuestro país. Asimismo,
además de para un relato trepidante, también hay sitio para la reflexión a lo
que contribuye Susana Fortes con una retahíla de frases lapidarias muy bien
puestas, que están presentes a lo largo de todo el libro y surgen como si tal
cosa, como si se tratase de algo totalmente improvisado: “Un país que huele a incendio
recién apagado no es para tomárselo a la ligera”, por poner un
ejemplo. Me veo en la obligación de decir que, con frases como esta, mi
profesor de filosofía del instituto se habría puesto las botas.
Creo
que merece una mención especial el estilo narrativo que Susana Fortes despliega
a lo largo de las páginas de “El amor no es un verso libre”.
Resulta realmente meritorio que dándole siempre prioridad al ritmo y al avance
de la acción sobre aspectos más bien descriptivos, consiguiera que, a medida
que avanzaba en la lectura, percibiera los sonidos, los olores o los
sentimientos experimentados a lo largo de la novela por los personajes. También
el silencio. Es curioso, pero también se aprecia el silencio presente en
multitud de momentos y lo que es más importante en alguna que otra
conversación.
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