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sábado, 28 de enero de 2017

CORONEL BEACH de Eliseo Alberto


En el verano de 1989, Gabriel García Márquez impartió un taller de guión a diez
alumnos de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los
Baños, Cuba. Yo fui su asistente. Entre las mil y una historias que nos contamos
estaba la seductora pesadilla de cuatro jóvenes puertorriqueños que habían sido
acosados toda una noche por un asaltante de caminos, sin más detalles. Ante la
carencia de datos precisos, los talleristas aportamos nuestras propias soluciones.
Alguien dijo que el personaje debía ser un asesino nato; otro sugirió que fuese
alcohólico. Mejor, mudo. Drogadicto. O quizás armenio. «¿Y no sería oportuno
incluir en algún episodio el acoso de un tigre de Bengala?», comentó un estudiante de
Nueva Delhi durante una animada sobremesa. Gabriel propuso que fuese un sicópata
de guerra y que llevara tatuados en el brazo izquierdo los nombres de sus muertos
particulares. Yo consideré que debía encarnar a un suicida. Un pobre diablo. Casi un
inocente. El loco quedó en el aire. Un año después supe de un marine de La Florida
que había secuestrado en Port-au-Prince a una prostituta dominicana y, a cambio de la
liberación de la rehén, sólo exigía que lo mataran en el intento de rescate. Le
cumplieron con seis impactos de bala. Luego, en Madrid, me contaron de un gallego
que, en la cruda de una borrachera, se ahorcó con la corbata porque estaba
convencido de que era responsable de la muerte de sus dos mejores amigos —que no
habían fallecido, todavía. A la mañana siguiente, por esas casualidades de este
mundo, los susodichos perecieron en un absurdo accidente de tránsito, camino al
entierro del ahorcado. En 1994, en México, García Márquez me pidió que escribiera
algunas de aquellas embrionarias ficciones del taller, y como tuve vía libre, el
asaltante de caminos pasó a ser un veterano de California en la guerra de Vietnam, un
marinero argentino en la guerra de las Malvinas, un combatiente sandinista en la
guerrilla nicaragüense, un terrorista palestino en la guerra del Medio Oriente, un
artillero soviético en la guerra de Afganistán, un piloto inglés en la guerra de Irak, un
miliciano croata en la guerra de Bosnia, hasta que terminó convertido en un soldado
cubano en la guerra de Angola, 1975-1985. Guerras no faltan. La posible película
nunca se realizó. Por último, hace dos años volví a leer un cuento de Gabriel que
empieza con esta frase que es, en sí misma, una joya narrativa: «Como es domingo y
ha dejado de llover, voy a llevar un ramo de flores a mi tumba». Entonces me senté a
escribir esta novela sobre el miedo, la locura, la inocencia, el perdón y la muerte.
Dedico Caracol Beach a Gabriel García Márquez, mi querido maestro; a los
amigos que me cuentan mentiras y a los alumnos que me las creen; y a los
muchachos: María José, Ismael, José Adrián, Laurita, Sergio Efigenio, Cristian,
María Fernanda, Andrés Palma, Hari, Sidarta, Jasai, Eli y Memo. Mi tropa.

Es un sábado del mes de junio, y Beto Milanés, emigrante de origen cubano, sale a buscar a alguien que lo mate.Al frente de la comisaría está un sargento calvo y obeso, que ha decidido pedirle perdón a su único hijo, Mandy, un travestí que vive con un modista armenio.El fantasma de una pianista vuela de un lado a otro, como una mariposa nocturna, tratando de salvar a su hija. Un oscuro profesor de literatura se pasa la noche en un bar, conversando con la mujer más linda del mundo. Los orishas africanos descienden del Olimpo y acuden a la cita son sus tambores. Tres muchachos han ido por cerveza a un supermercado, para seguir la fiesta, y se cruzan en la autopista con el cubano que quiere una tumba. Ha estado lloviendo, hay luna, alguien ha descerebrado a un perro contra un muro.

sábado, 21 de enero de 2017

RIÑA DE GATOS de Eduardo Mendoza


Anthony Whitelands viene a Madrid en los prolegómenos de la Guerra Civil, para llevar a cabo la valoración de la colección de cuadros que posee el Marqués de Igualada, con el fin de que, llegado el momento, éste pueda venderla si necesita dinero para poder establecerse fuera de España con su familia, si por fin estalla la contienda.Lo que parece un trabajo sencillo con un pronto regreso a su país, se va complicando y Anthony se verá implicado en una serie de aventuras, acontecimientos y conspiraciones, en los que intervendrán personajes muy variopintos: mujeres enamoradas, prostitutas, policías, diplomáticos, espías, aristócratas, políticos, ....
La novela transcurre en una época en los prolegómenos de la Guerra Civil Española, en que la política está bastante movidita y, como no puede ser de otra forma, el ambiente madrileño, en general, y el político, en particular, no son ajenos a este devenir, y Eduardo Mendoza consigue, con gran maestría, introducir en una trama muy bien tejida, a personajes reales de manera que forman parte de ella, como la cosa más natural, sin que en ningún momento nos parezca una intromisión forzada o fuera de lugar. Así no será raro que el Marqués de Estella (José Antonio Primo de Rivera) pueda hacerse amigo de nuestro protagonista, o que en la casa del Marqués de la Igualada, tan frecuentada por Anthony Whitelands, se junten para conspirar los Generales Franco, Mola y Queipo de Llano, o hasta que el protagonista sea participe de una reunión con Añaza.

Riña de Gatos es una novela con una gran calidad literaria, y un especial sentido del humor. Por un lado, me recordaba alguna lectura de Jardiel Poncela, y no quiero decir con esto que se parezca a su obra sino que me la recordaba, por el surrealismo que encontraba en algunos pasajes; por otro lado, también me recordaba a esos sainetes costumbristas de la primera mitad del Siglo XX (pero ya digo que esto son apreciaciones mías).

Además de obtener el Premio Planeta en el 2010 con la novela que nos ocupa, también ha sido galardonado con el Premio Fundación José Manuel Lara (2007) y Premio de la Crítica Narrativa Castellana (1976), ya mencionado anteriormente.

sábado, 14 de enero de 2017

LOS GRANDES CEMENTERIOS BAJO LA LUNA de George Bernanos



“Los Grandes Cementerios Bajo la Luna” no es una obra sobre la guerra civil española ni tampoco un panfleto contra el fascismo, tal y como expresa la filósofa alemana Hannah Arendt en la frase que figura en la portada de la edición que presenta la editorial Lumen, sino que se trata de un denso ensayo filosófico sobre la clase dirigente y sobre una determinada forma de hacer política. Si bien es cierto que en esta obra de Bernanos se ataca con dureza al General Franco, a la jerarquía eclesiástica española, a los fascismos triunfantes en Italia y Alemania y a los extremistas de derecha franceses, no es menos cierto que también se ataca con la misma dureza al comunismo y a la democracia liberal. 

El objeto de Bernanos al escribir “Los Grandes Cementerios Bajo la Luna” es denunciar a las clases dirigentes de todo el orbe integradas por militares, políticos, jerarquías eclesiásticas, intelectuales y empresarios que, con la exclusiva intención de salvaguardar sus intereses particulares, principalmente económicos; son capaces de apoyar hoy lo que ayer atacaban con ferocidad y difundir el miedo entre los pueblos para posteriormente explotarlo a su favor fomentando el alegre traslado de enormes masas humanas a los más bárbaros mataderos de Europa. Especialmente dura es la critica a la actitud de la derecha francesa que, si bien en 1918 clamaba por desintegrar a Alemania en múltiples estados y hacía de la humillación del pueblo alemán una importante cuestión nacional, en el momento de escribirse “Los Grandes Cementerios Bajo la Luna”, veinte años después, adulaban a Hitler y no dudaban en considerarlo, junto al General Franco y a Mussolini, como un aliado en una supuesta cruzada contra el comunismo que no era más que un pretexto para encubrir la defensa de los intereses particulares de las precitadas clases dirigentes.

La densidad de la filosofía vertida por Bernanos en esta obra la aleja de cualquier carácter panfletario y bien puede resumirse en que una injusticia no se combate ni puede combatirse jamás cometiendo otra injusticia y que cualquier acto material del ser humano debe someterse a las exigencias de la Moral y de la Justicia con mayúsculas.


sábado, 7 de enero de 2017

TODO ESTO TE DARÉ de Dolores Redondo


Unos golpes en la puerta son el inicio de la noticia que sacude al famoso escritor Manuel Ortigosa: su pareja, Álvaro Muñiz de Dávila, ha fallecido en un accidente. Manuel se traslada al lugar de los hechos –la Ribeira Sacra–, donde vive la familia de Álvaro, una saga de abolengo y costumbres ancestrales que vive en una lúgubre mansión y que le recibe gélidamente por su situación afectiva.
Tras el entierro, Manuel desea huir pero le retiene el presentimiento de que hay algo extraño en torno a esta muerte. Con la ayuda de un guardia civil jubilado y un sacerdote amigo de Álvaro, inicia una exhaustiva investigación en las que conversa con los vecinos de la zona.
La autora maneja los recursos técnicos que domina con soltura: una excelente recreación de atmósferas, en este caso unos cielos grises que predisponen al misterio, el pulso para mantener la tensión narrativa y una intriga no desvelada hUnos golpes en la puerta son el inicio de la noticia que sacude al famoso escritor Manuel Ortigosa: su pareja, Álvaro Muñiz de Dávila, ha fallecido en un accidente. Manuel se traslada al lugar de los hechos –la Ribeira Sacra–, donde vive la familia de Álvaro, una saga de abolengo y costumbres ancestrales que vive en una lúgubre mansión y que le recibe gélidamente por su situación afectiva.
Tras el entierro, Manuel desea huir pero le retiene el presentimiento de que hay algo extraño en torno a esta muerte. Con la ayuda de un guardia civil jubilado y un sacerdote amigo de Álvaro, inicia una exhaustiva investigación en las que conversa con los vecinos de la zona.
Esta primera parte que dibuja el escenario está elaborada con sosiego pero conforme avanza el argumento, se suceden una serie de trágicos acontecimientos y se precipita la acción. Redondo extrae de la madriguera oscuros secretos familiares, ya que durante años los Muñiz de Dávila habían tejido un manto de apariencias que ocultaba codicia, homosexualidad, pedofilia por parte del clero y vicios de diversa índole.
La autora maneja los recursos técnicos que domina con soltura: una excelente recreación de atmósferas, en este caso unos cielos grises que predisponen al misterio, el pulso para mantener la tensión narrativa y una intriga no desvelada hasta el final.
A cambio, multiplica tanto los asuntos morbosos, que el relato a veces recuerda a un culebrón. Aunque Redondo no se detiene en detalles escabrosos, oscurece más el tono con alguna carga de profundidad ideológica, deslizada sutilmente o con tintes agrios, contra la Iglesia, a pesar de que la figura del sacerdote protagonista destaca por su honestidad.
En Todo esto te daré priman los elementos policiacos sobre los aspectos psicológicos. A Dolores Redondo, hábil como retratista de exteriores, le falta hondura al dibujar el mundo interior, recurso que daría lugar a unos personajes más interesantes y sólidos.

asta el final.

domingo, 1 de enero de 2017

POESÍA COMPLETA de T.S. Eliot


Poeta de considerable influencia en la literatura del siglo XX, es una de las principales figuras de la vanguardia modernista anglosajona que recogió en sus obras ascendencia de la poesía metafísica y los simbolistas franceses.
Su primer poema importante fue "Canción de amor de J. Alfred Prufrock" (1915). En su primer libro de poemas, Prufrock y otras observaciones (1917), empleó imágenes de la vida urbana en un contexto de intensidad poética. Los poemas carecen de forma fija o de un patrón regular, y la rima sólo aparece ocasionalmente. Durante los años veinte Eliot desarrolló opiniones muy decididas sobre temas literarios, religiosos y sociales. Su largo poema de cinco partes, Tierra Baldía (1922), una obra erudita que expresa vivamente su idea de la esterilidad de la sociedad moderna en contraste con las sociedades del pasado, se convirtió en un hito de la modernidad. En su libro El bosque sagrado (1920) afirmaba que el crítico debe poseer un hondo sentido histórico para juzgar la literatura
Su principal obra es “Tierra Baldía” (1922), continuada por libros como “Los Hombres Huecos” (1925), “Miércoles De Ceniza” (1930) o “Cuatro Cuartetos” (1935-1943).  Su colección de poemas “El Libro De Los Gatos Habilidosos Del Viejo Possum” (1939) inspiró al compositor Andrew Lloyd Weber para crear la conocida obra musical “Cats”.
Como dramaturgo obtuvo un gran éxito con “Asesinato En La Catedral” (1936). También estrenó títulos como “Cocktail Party” (1949) o “El Anciano Estadista” (1959).
Destacó también como crítico literario publicando “Ensayos Escogidos” (1932), “Función De La Poesía y De La Crítica” (1933), “De Poesía y Poetas” (1957) o “Criticar a La Crítica y Otros Ensayos” (1965). Varios de sus ensayos se recopilaron en el libro “La Aventura Sin Fin”.
Recibió el Premio Nobel de Literatura en el año 1948.

Nacionalizado británico en 1927, T. S. Eliot falleció en Londres el 4 de enero de 1965. Tenía 76 años. No tuvo hijos. Está enterrado en la St. Michael and All Angels Churchyard, East Coker, Somerset (Inglaterra).