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sábado, 27 de abril de 2019

EL JOVEN SIN ALMA de Vicente Molina Foix



El joven sin alma evoca los años adolescentes y el ambiente familiar y social (educación, ritos, religión, enfermedad...) de Molina Foix en su tierra natal, las estancias parisinas para mejorar el francés escolar, la llegada a Madrid para estudiar Derecho, con un apunte sobre el sedicente activismo político, y, además de episodios en algún otro lugar, la constitución en Barcelona de una “banda” amistosa decisiva en su curriculum sentimental y profesional.

Numerosos datos menudos rellenan este lapso temporal: la vida en la provincia, el posterior trato con cinéfilos y escritores y
 el descubrimiento de una orientación sexual ignorada. Este relato está filtrado por una óptica irónica y humorística, con dosis de distanciamiento y escepticismo, e incluso con brochazos burlescos (satírico retrato del escritor institucional a cuenta de una conferencia de Cela). Con el desparpajo de este enfoque se corresponden unos pasajes concisos y amenos, y un estilo rápido, directo, de sintaxis entrecortada.

Todo ello no busca la estampa costumbrista sino mostrar los mimbres de una historia de formación. La novela (o memorias, si se quiere) resucita la educación sentimental y artística de un sector de los jóvenes de los años 60 (se pone mucho cuidado en datar las fechas de los hechos), el de los “novísimos”. 
La gracia y peculiaridad de la evocación consiste en evitar los recuerdos abstractos y encajarlos en personajes reales, elevados a la categoría de guías y arquetipo: Ramón (cuando aún no era Terenci Moix) y su hermana Ana María, Leopoldo (María Panero) o el hermano de Vicente (el traductor y experto en cine Juan Antonio).

La segunda parte del libro sustituye el desenfado por una tonalidad grave porque ahora se procede a contrastar “aquel que fuiste” con “el que eres hoy” y surge de manera inevitable el acorde elegiaco y la vivencia de la derrota, la contemplación, rondando los 70 años, de unos “niños envejecidos”. “Estás de retirada del mundo”, confiesa Molina Foix. Todo ello proporciona a esta “novela romántica” 
un acentuado carácter de reportaje generacional, una inquietud que ya nucleó una de sus mejores novelasLa quincena soviética. La evaluación vital del autor conduce más a la melancolía que al desencanto (en las antípodas de la dureza y el ajuste de cuentas del documental de Jaime Chávarri sobre los hermanos Panero) y esta conclusión nos llega con alta y convincente densidad emocional. No alcanzará a percibir toda su fuerza, sin embargo, el lector que no esté en el ajo de las peculiaridades de la “banda”. Es el riesgo de la literatura más o menos en clave. 


sábado, 20 de abril de 2019

EL DIRECTOR de David Jiménez






David Jiménez se curtió cubriendo guerras, desastres y revoluciones durante casi dos décadas antes de ser nombrado director de El Mundo. Lo que parecía un reto ilusionante —dirigir el diario en el que entró como becario a los 23 años— se transformó en una batalla por la defensa de la independencia del periódico frente a un establishment político y económico decidido a controlarlo.
Jiménez ofrece un relato único sobre cómo respira la vida en una redacción —sus personajes, rivalidades, traumas y éxitos—, cómo funciona el juego de favores entre los medios y el poder y qué precio pagan quienes se niegan a participar en él. Presidentes, reyes, ministros, banqueros, capos del dinero, comisarios y periodistas protagonizan esta crónica sobre los secretos inconfesables del periodismo y los hilos que gobiernan España.
El Director es, además, un retrato íntimo de las encrucijadas éticas, las relaciones personales, las amistades y que se viven cuando se ocupa el despacho de uno de los grandes diarios del país. La prensa prometió contarte la verdad. David Jiménez te cuenta la verdad sobre la prensa.

Descubre el relato de una batalla por la defensa de la independencia del periódico frente a un establishment político y económico decidido a controlarlo.

FRAGMENTO

Si Cesar Alierta, el empresario más poderoso del país, te pedía que sacaras el nombre de su sobrino de un artículo, y su empresa era uno de tus mayores anunciantes, Los Acuerdos no escritos estipulaban que debías concedérselo (…). Me advirtieron de que en adelante debía vigilar mis espaldas. No solo había publicado algo negativo de uno de Los Intocables del IBEX, sino que había roto el pacto que gobernaba las relaciones del triunvirato económico, político y mediático que movía los hilos del poder.

LO QUE PIENSA LA PRENSA

En 295 páginas, Jiménez describe la atmósfera viscosa de una élite política y empresarial con sede en Madrid peleando por mantener sus privilegios en un país que amenazaba cambio, donde ya nada parecía sólido y que hasta había visto abdicar al rey tras décadas de sobreprotección de la prensa. - José Precedo - El Diario

EL AUTOR

Tras dos décadas como corresponsal en Asia y un año como director de El Mundo, David Jiménez(Barcelona, 1971) ha llegado a la siguiente certeza: Afganistán, Cachemira, Corea del Norte o Fukushima son lugares más seguros que el despacho de un gran diario. Sus crónicas se han publicado en los principales periódicos internacionales y sus libros (Hijos del monzónEl lugar más feliz del mundoEl botones de Kabul) han sido traducidos a media docena de idiomas. En la actualidad es columnista en la edición en español de The New York Times, sigue haciendo reporterismo para revistas como Vanity Fair y enseña el oficio en facultades de Periodismo. Es, además, Nieman Fellow por la Universidad de Harvard.


sábado, 13 de abril de 2019

SUR, de Antonio Soler



En el amanecer de un día tórrido de agosto de 2016, en uno de los descampados de la ciudad de Málaga, aparece el cuerpo de un hombre moribundo cubierto de hormigas. Este hecho marginal de la crónica de sucesos da origen a la narración del día de una ciudad y su abigarrada realidad: policías y delincuentes, adolescentes y jubilados, sacerdotes y músicos ambulantes, médicos y reporteros, escritores y asesinos, drogadictos y chamarileros, místicos y supervivientes, camareros y constructores, vivos y muertos. En la gran tradición de las novelas que ocurren en un solo día, como Ulises, de James Joyce, Mrs. Dalloway, de Virginia Woolf o Bajo el volcán, de Malcolm Lowry; y de las novelas que se centran en el desarrollo de la vida de una ciudad, como Manhattan Transfer de John Dos Passos, Berlin Alexanderplatz de Alfred Döblin o Petersburgo de Andrey Biely, esta nueva novela de Antonio Soler es sin duda su obra más ambiciosa que solo un novelista con su experiencia podía acometer. La variedad de personajes, de situaciones, de registros lingüísticos, de técnicas narrativas, hacen de Sur una novela deslumbrante y fascinantemente rica en la que están todas las historias que hierven en una ciudad, oscilando cada día entre el infierno, la salvación o la insignificancia.<
Antonio Soler es un escritor inconformista. Huye de lo fácil y le gusta asumir riesgos. Por eso tiene un lector fiel y cuenta con el reconocimiento de los críticos. Por segunda ocasión, el malagueño ha obtenido el Premio Nacional de la Crítica. Ya lo consiguió con 'Las bailarinas muertas' en 1996. Ahora hace doblete con 'Sur', una novela de 512 páginas, más de doscientos personajes y cuya acción transcurre en un asfixiante día de agosto. Aunque él no cita su nombre, el lector rápidamente identifica Málaga y sus días de terral.
'Sur' representa un modo de entender la literatura, en la línea de lo que ha sido la construcción por parte de Antonio Soler de este espacio narrativo tan personal. «Es un compromiso conmigo y con los lectores, que va más allá de lo que supone esta nueva corriente que entiende la literatura como distracción o como pasatiempos. Para mí es ahondar en la realidad desde una perspectiva más cercana al arte», sostiene.
«Naturalmente que sabía que era una novela arriesgada, pero me parecía que después de tanto tiempo escribiendo era el momento de poner en práctica las técnicas y recursos que había ido acumulando para que el lector pudiera caminar con comodidad en medio de esta novela», afirmó ayer poco después de conocer el premio. Porque reconoce que no es fácil acercarse a una obra de más de 500 páginas y más de doscientos personajes con una acción, además, que transcurre en un solo día. «Sabía del riesgo, y pensé que si en unos meses no podía sacarla adelante, pues lo dejaba y no pasaba nada. Pero era el momento de escribir algo tan complejo como 'Sur', pero asumiendo yo la responsabilidad de esa complejidad y no depositándola en el lector»



sábado, 6 de abril de 2019

LAS ARMAS Y LAS LETRAS de Andrés Trapiello




Este no es un libro nuevo. Apareció en 1994 y tuvo ya una segunda edición en 2002, pero ha sido remozado, enriquecido y sigue siendo una extraordinaria guía de navegantes para quienes quieran adentrarse en las turbulentas aguas de la vida literaria española durante los años de la guerra civil, con sus antecedentes y, por supuesto, sus tristes consecuencias. En esta nueva aparición el texto supera las 500 páginas, con sus tres esclarecedores prólogos y con la ceñida nota de agradecimientos. A ello hay que añadir una extensa galería bío-bibliográfica, por la que desfilan casi dos centenares y medio de personajes. Mucho más nutrida, lógicamente, es la nómina de quienes aparecen en un detallado índice onomástico que, junto a la cronología general -que ordena en paralelo los hechos de las armas con los de las letras- convierten al libro en un instrumento de referencia de gran utilidad para un mejor conocimiento de aquellos años. 

En total, más de 600 páginas, cuidadosamente editadas, en las que el texto encuentra el respaldo de un material gráfico -fotos, carteles, periódicos, portadas de libros- perfectamente imbricado en el discurso literario. Muchas de esas imágenes deben de ser rigurosamente inéditas o apenas han sido mostradas con anterioridad. En su mayoría pertenecen al archivo del autor, o al de la editorial Destino, y ofrecen una vía alternativa y placentera para recorrer la información. Es un trabajo de buena edición, un auténtico regalo en estos tiempos de tan torpe aliño del trabajo editorial. 
El punto de arranque de estas reflexiones es que, como señalaba Antonio Machado en su Juan de Mairena, “no hay guerra sin retórica”. Una retórica que, siguiendo también a Machado, es “la misma para los dos beligerantes” y que Trapiello ha rastreado en el galimatías de los libros de historia y de la literatura de la época. Porque éste es un ensayo que rehúye tanto el carácter de libro de historia como el de crítica literaria. Por el contrario es una excelente guía para cuantos se encuentren perplejos ante el turbión que la guerra civil vino a desatar en la vida literaria española. Unas páginas que, como nos advierte el autor, vienen a demostrar que “la literatura no estuvo casi nunca a la altura del momento histórico” que le tocó vivir.