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sábado, 28 de noviembre de 2020

LA SOMBRA DEL VIENTO de Carlos Ruiz Zafón

 


La sombra del viento es el libro que el protagonista, Daniel Sempere, «adopta» en el Cementerio de libros olvidados, un lugar casi mágico que su padre, librero de viejo, le descubre. La historia engancha al joven Daniel como ningún otro libro y a partir de ahí, el misterio sobre su autor, al que casi nadie conoce y cuya vida parece borrada de la faz de la tierra, gobernará la vida de Daniel, que está dispuesto a resolver el enigma a toda costa.

Zafón nos presenta como protagonista a este joven de diecisiete años, con los problemas e inquietudes propios de su edad, dentro de un contexto, el de la posguerra española, quizá más adulto y un poco menos habitual en los libros juveniles. Las calles de una Barcelona entre brumas son el escenario de una apasionada historia de amor, de libros con un poder especial y destinos imposibles, cargada de misterios, miseria y esperanzas contada a través de la nostalgia de sus muchos personajes.

Su compleja trama con multitud de historias paralelas, los personajes extraños que se entrecruzan y una prosa adornada hasta el barroquismo (aunque sin caer en el exceso) son los medios de los que Zafón se vale para hacer de este libro una novela tremendamente entretenida y absorbente desde la primera página, y especialmente recomendable para los enamorados de los libros, a los que nos encantaría poder entrar en ese lugar tan poderosamente intrigante como el Cementerio de los libros olvidados.

Hace unos meses nos enterábamos de la muerte de Carlos Ruiz Zafón, el escritor que será siempre recordado por su maravillosa novela. Aunque ya tenía cierta trayectoria en la novela juvenil, La sombra del viento supuso una revolución en las llamadas lecturas-puente o crossover y le abrió las puertas definitivamente a la «ficción de adultos».

Era 2001 cuando apareció en las librerías una novela que lo cambiaría todo para su autor, Carlos Ruiz Zafón, y también, por qué no, para la literatura española. Hablamos, claro, de «La sombra del viento», una obra traducida a más de cuarenta idiomas y que ha vendido más de diez millones de ejemplares en todo el mundo. Casi nada.

«La sombra del viento» era el triunfo de un escritor que se sabía así desde muy joven, que con solo catorce años había pergeñado un historión de quinientas páginas, y que ya había triunfado en la narrativa juvenil. El triunfo de un hombre que entendía la novela como la gran conquista de la literatura, y sentía por ella una admiración reverencial.




sábado, 21 de noviembre de 2020

UN OCÉANO PARA LLEGAR A TI de Sandra Barneda


 

Con una trama situada en el pueblo castellano de Candeleda, la historia de Gabriele arranca con la pérdida de Greta, su madre, y la obligada vuelta a esa localidad donde vive su padre, un ser extraño al que odia por un "malentendido" que su fallecida madre intentará resolver desde el más allá a través de unas cartas que ambos leerán los días posteriores a su fallecimiento.

"Abordo las pérdidas y cómo nos transforman; esto es un tema tabú, pero es uno de los momentos clave en la vida de una persona, porque en ese momento es muy difícil mantener las capas de protección y nos volvemos vulnerables, pero desde ese lugar también nacen cosas muy bonitas", explica esta periodista que nació como escritora con "Reír al viento" (2013).

Calificada por ella como "una novela para un buen chocolate y mantita", Barneda ha conseguido construir un "thriller" sentimental que no da tregua al lector porque en este "espacio de intimidad" sus personajes transitan con ritmo pausado, pero seguro, con sus miedos y excusas hasta descifrar esos malentendidos familiares que los han atado durante toda su vida.

Lo hacen para conseguir tocar la felicidad y romper esos silencios que arrastran como pesadas cadenas.

Porque el silencio es otro de los grandes protagonistas de esta novela: "el silencio por no saber explicar los malos entendidos". Pero también los "silencios por miedo a ser aceptados o a no querer mostrase", como los que viven Ada y la Sole, otras de las protagonistas sobre las que pivota esta historia en la que Barneda quiere demostrar que al final el "amor puede más que la voluntad".

"Así es la vida y por eso una de las bases de la novela es cómo puedes sentirte identificada con cada uno de los personajes. Está contada desde esa ternura que te hace ponerte en su piel y entender que los errores se pueden cometer por la falta de comunicación. Creo que todos nos podemos poner en esa piel, pero no desde el juicio sino desde la compasión y la comprensión", matiza.

Finalizada en marzo, justo cuando comenzó el confinamiento, la periodista reconoce que pensó "¡madre mía!" al tratarse de una novela en la que se vive el duelo, y donde las pérdidas son la clave, ese "pegamento" que une a las familias. Pero también afirma que todo el que acuda a estas páginas encontrará "esperanza"

Es un libro tierno, que nos pone de manifiesto aquellas emociones con las que convivimos y son silenciadas.



sábado, 14 de noviembre de 2020

PANZA DE BURRO de Andrea Abreu



 Si despojásemos a Panza de burro de su ropaje de palabras (como si eso fuera posible) y la dejásemos en el esqueleto narrativo desnudo, correríamos el riesgo de subestimar esta novela. Decir, por ejemplo, que en realidad no cuenta casi nada: las pequeñas aventuras cotidianas de dos amigas (la narradora, de nombre desconocido, e Isora), en un barrio rural del norte de la isla de Tenerife a lo largo de un verano. Podríamos comparar la relación entre las dos amigas (la narradora, más tímida y parada; Isora, un torrente de energía y voluntad aunque con una corriente profunda de rebeldía y tristeza) con la creada por Elena Ferrante en su serie de novelas Dos amigas, por ejemplo; podríamos recordar otras muchas obras, películas o series que se desarrollan a lo largo de un verano y terminan cuando llega septiembre, u otras muchísimas que describen el final de la infancia, la pérdida de la inocencia, el despertar a la complejidad del mundo y a la sexualidad. Incluso podríamos hacer una referencia al (neo-)realismo o al naturalismo por el retrato del ambiente de pobreza en que se mueven los personajes, cierta tendencia a lo escatológico, o incluso por la reproducción del lenguaje coloquial y vulgar.


Pero nada de esto valdría de nada, porque, claro, es imposible e inútil separar una obra de su ropaje de palabras, y porque a partir de esos mimbres conocidos, Panza de burro se eleva (más allá de esas nubes bajas que aplastan a los personajes, se podría decir) hasta convertirse en una novela especial, cargada de belleza y sensibilidad, y sobre todo escrita con una voz narrativa particular y propia, brillante y luminosa.

Lo primero es la sensibilidad con la que el libro está escrito: resulta conmovedora la capacidad para crear poesía hasta en medio de, literalmente, la mierda; para indagar con delicadeza pero sin eufemismos en los pliegues de una amistad compleja y desigual, en el despertar a la sexualidad de las protagonistas (el deseo, la masturbación, las primeras experiencias compartidas) o en las desigualdades económicas y sociales del barrio y de la isla (el Sur como Eldorado al que vienen los turistas a dejar dinero y trabajo, las casas rurales para "estraneros"). Algunos capítulos de la novela, como "comerme a Isora" o "lo último que le queda a una" son pura poesía desatada, aunque en prosa; pero la misma poesía, mezclada con el humor y con la narración cruda aparece en todos los capítulos y en todas las frases del libro.

Y luego, el aspecto más comentado sobre la novela, su lenguaje, o mejor, su lengua, su dialecto, su habla: el español de Canarias, del norte de Tenerife, de dos niñas millenials que viven en un barrio del norte de Tenerife. Una voz libre, fresca y creíble que escribe como habla, con una oralidad que no suena impostada o artificial, que se nutre de la onomatopeya, del localismo, de las deformaciones fonéticas ("Sinson" por "Simpson", "méssinye" por "Messenger"), de los préstamos del inglés como shit o bitch, o de referencias culturales como las telenovelas, Corazón corazón o el grupo Aventura (que yo, como buen abuelete desfasado, no conocía). Es un lenguaje crudo y de apariencia espontánea (que sin duda tiene una buena carga de trabajo detrás), pero de una belleza y una fuerza innegables. Una voz tan original que a mí, como a la editora Sabina Urraca, también me ha dado envidia al leerla: me gustaría saber escribir así.



domingo, 8 de noviembre de 2020

CORAZÓN DE ULISES de Javier Reverte

 


En este libro acompañamos a Javier Reverte en su viaje por Grecia, Turquía y Egipto. Corazón de Ulises es un libro que, desde su primera edición, ha sido considerado un clásico de la literatura de viajes de nuestro país. Leído y estudiado en las universidades y recomendado también en numerosas guías, profundo y ameno, sabio y cercano, este libro reúne lo mejor de la literatura de su autor: la pedagogía y la emoción, el saber y la información, la poesía y la historia, el humor y la reflexión. Javier Reverte nos cuenta en él su viaje por los territorios de la Grecia actual, pero también nos acerca a los territorios del ayer griego. Y funde en sus páginas la Grecia pretérita y la del presente.

Cualquiera que viaje a la Grecia de hoy, pretendiendo entender al tiempo su imponente legado, debería llevar este libro con él. Porque Corazón de Ulises es un recorrido por la Grecia del presente escrito para quien lo quiera leer mientras viaja. Y también para los que, sin ánimo de viajar, deseen saber cómo fueron los caminos que trazaron los antiguos griegos. Javier Reverte ha creado un género literario nuevo con su forma de contar la vida de las gentes. Recuperar una obra tan significativa en esta nueva edición es una forma de acercar la cultura clásica a los lectores ávidos de viajar y de saber, en un lenguaje tan eterno como nuevo. Corazón de Ulises nos enseña a viajar con la cultura a cuestas.

Desde Ítaca, pequeña isla situada al oeste del Peloponeso, Javier inicia un periplo por las regiones más emblemáticas de ese fragmento del Mediterráneo. El viaje está lleno de historias que explican cada una de las ciudades que visita; Las conversaciones con sus gentes de ahora, con las que busca llegar a conocer a las gentes de antaño.

“He llegado a Ítaca hace unos días y en breve prepararé mis bártulos de nuevo para llegarme hasta Alejandría, el último destino de mi periplo antes de regresar a España. (….) He recorrido el Peloponeso, las aguas del Egeo, la costa oriental de Turquía y las orillas del mar Negro. Regresé luego a Grecia por el Norte y descendía para detenerme unos días en Atenas. De allí viaje hasta el extremo occidental del canal de Corinto y navegué hacia la isla de Ítaca, en la que ahora me encuentro” (Pág. 23)

El propio autor nos hace un resumen de su periplo, pero resumir la multitud de sensaciones, de sentimientos y de informaciones que nos proporciona a lo largo del mismo es prácticamente imposible.

Maravillosa oportunidad de conocer algunas de las principales regiones y ciudades de la costa este del mar Mediterráneo. Desde su presente, al que llega un viajero con una curiosidad inagotable,  somos traslados hasta su glorioso pasado, con sus héroes, sus democracias, su literatura, su arte…. conoceremos casi sin darnos cuenta esa civilización  de la que el mundo actual, y no solo Europa, es tan deudor.