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domingo, 30 de diciembre de 2018

ORDESA de Manuel Vilas


En Ordesa, Manuel Vilas narra una historia personal con una
intensidad similar a la que recorre su poesía: el pasado, el
desvanecimiento de dos familias, la muerte de los seres
queridos, las ausencias y la lejanía de los que ama, la España en
la que vive y aquella en la que creció, los recuerdos, la sensación de
desarraigo... Con una voz valiente y transgresora, mezclando realidad y ficción, prosa y poesía, el autor construye un relato en el que todos podemos reconocernos y recorre en él el camino inverso desde el presente inequívoco hasta el origen imaginado.
Escrito a ratos desde el desgarro, y siempre desde la emoción, este libro es la crónica íntima de la España de las últimas décadas, pero también una narración sobre todo aquello que nos recuerda que somos seres vulnerables, sobre la necesidad de levantarnos y seguir adelante cuando nada parece hacerlo posible, cuando casi todos los lazos que nos unían a los demás han desaparecido o los hemos roto. Y sobrevivimos. «Este es el libro que necesitábamos todos nosotros. Desde la primera hasta la última sílaba es nuestro libro.»
Juan Cruz Ruiz «Un escritor único, brillante y desprejuiciado, que va por libre y al que no le importa arriesgar.»
Sara Mesa «Manuel Vilas sabe mirar más allá de los tristes lugares comunes. Su
escritura está hecha de sabiduría, es decir, de amor.»
Elvira Navarro «El gran signo que diferencia al autor de sus coetáneos de nuestra actual narrativa innovadora es el alejamiento de impostados cosmopolitismos y un enraizamiento español sin complejos, lúcido, crítico y de alcance universal.»
Santos Sanz Villanueva, «Vilas tiene talento doble de narrador y de poeta: cuenta el tránsito y aísla el momento, se deja llevar por el fluir de la escritura igual que por el del viaje, y se detiene en estampas de situaciones y espacios que son poemas en prosa y polaroids verbales.»
Antonio Muñoz Molina  «España es un libro de inusitada frescura. Es literatura en estado puro y procesa sin miedo los desafíos de la identidad y el verosímil que enfrentan los verdaderos creadores como Vilas.»


sábado, 22 de diciembre de 2018

BORGES A CONTRALUZ de Estela Canto


 La argentina Estela Canto (1916-1994) —quien colaboró en la legendaria revista Sur y escribió relatos y novelas que ahora ya nadie o casi nadie lee ni recuerda— fue la fémina cuyo nombre Jorge Luis Borges inmortalizó al dedicarle, al término, su cuento “El Aleph”. En su libro de memorias Borges a contraluz . Estela Canto apunta que entre 1944 y 1952 fue amiga íntima de él, pero que su amistad se extendió hasta noviembre de 1985, que fueron las semanas previas a su último vuelo a Europa con María Kodama (Buenos Aires, marzo 10 de 1937), donde habría de morir en Ginebra el 14 de junio de 1986, poco después de su controvertido casamiento con ésta y de haberla nombrado heredera universal de sus derechos de autor y de la mayoría de sus bienes.
  En su libro, Estela narra y enfatiza —apoyada por las cartas que Borges le escribió— que ella es la musa del “El Aleph”. Pero Monegal dice que “la verdadera musa es laDivina Comedia” —ver el Ficcionario (FCE, 1985) y su biografía— y que “la Beatriz del cuento está más relacionada con el estilo y la clase social de otra amiga de Borges, Elvira de Alvear” (1907-1959), mujer de la alta sociedad que lo visitaba en la Biblioteca Miguel Cané, a la que le prologó su poemario Reposo (Gleizer, 1934), que murió loca y a la que Borges le dedicó un poema que fue grabado en su lápida y que se lee en El hacedor (Emecé, 1960). Al respecto, Borges, falaz y lúdico, comentó en 1970 en su nota para The Aleph and Other Stories: “Algunos críticos [...] han descubierto a Beatriz Portinari en Beatriz Viterbo, a Dante en Daneri y el descenso a los infiernos en el descenso al sótano. Por supuesto, estoy agradecido por esos inesperados regalos. Beatriz Viterbo existió en realidad. Escribí el relato después de su muerte.” Pero según Estela no sólo tal cuento fue acuñado bajo la atmósfera mágica que sus seductores encantos propiciaron en Borges: “Al parecer, yo era entonces para él el eje del mundo. Me decía que El Aleph iba a ser el comienzo de una larga serie de cuentos, ensayos y poemas dedicados a mí”. Y que de entre todas las féminas que Borges conoció y se enamoró a lo largo de su vida (la mayoría platónicamente) sólo con ella “él había creído posible la felicidad del amor realizado”; no obstante, apunta: “Cuando me apretaba entre sus brazos, yo podía sentir su virilidad, pero nunca fue más allá de unos cuantos besos”.


domingo, 16 de diciembre de 2018

EL AMOR NO ES UN VERSO LIBRE de Susana Fortes


 Por un lado tenemos a la jovencísima estudiante Kate Moore, que llega a la Residencia de Estudiantes para ampliar sus estudios en literatura española y deseosa de sumergirse en la cultura de un país que idealiza y, sin embargo, se encuentra con una nación que más bien tiene poco tiene con la imagen que ella tenía en su cabeza. Un país de carne y hueso, con una ingente cantidad de debilidades y que está a punto de quebrarse. En una ciudad en la que todo se sabía y, sin darse cuenta de dónde se estaba metiendo, no puede evitar enamorarse de su maduro profesor, Álvaro Díaz-Ugarte, el otro lado de esta historia. Un hombre de inclinaciones izquierdistas que, para más inri, está casado con la hija de un acérrimo católico y uno de los hombres fuertes del gobierno de derechas. No sé a vosotros, pero a mi me parece que la emoción está servida.
En una misma novela tenemos suspense, romance, intrigas políticas y todo ello situado en un interesante momento de la historia de nuestro país. Asimismo, además de para un relato trepidante, también hay sitio para la reflexión a lo que contribuye Susana Fortes con una retahíla de frases lapidarias muy bien puestas, que están presentes a lo largo de todo el libro y surgen como si tal cosa, como si se tratase de algo totalmente improvisado: “Un país que huele a incendio recién apagado no es para tomárselo a la ligera”, por poner un ejemplo. Me veo en la obligación de decir que, con frases como esta, mi profesor de filosofía del instituto se habría puesto las botas.
Creo que merece una mención especial el estilo narrativo que Susana Fortes despliega a lo largo de las páginas de “El amor no es un verso libre”. Resulta realmente meritorio que dándole siempre prioridad al ritmo y al avance de la acción sobre aspectos más bien descriptivos, consiguiera que, a medida que avanzaba en la lectura, percibiera los sonidos, los olores o los sentimientos experimentados a lo largo de la novela por los personajes. También el silencio. Es curioso, pero también se aprecia el silencio presente en multitud de momentos y lo que es más importante en alguna que otra conversación.


sábado, 8 de diciembre de 2018

LOS BUENOS AMIGOS de Use Lahoz



Dos pobres diablos, carne de cañónSixto y Vicente forjan una amistad que les convierte en hermanos de por vida entre las paredes de un orfanato de Barcelona. El lector sabe que un día u otro se encontrarán después de que agarren la vida por diferentes caminos. Guardan en corazón y alma su drama de infancia aunque no quieran. Cuando se conviertan en adultos nos mostrarán cómo estaban de curadas o no, sus cicatrices. Porque en “Los buenos amigos” hay mucha tristeza y ternura, pero también violencia soterrada: la sangre no se ve pero se presiente con la expresión constante del dolor
. A esta historia no le sobra ni le falta nada. Ello quiere decir que todo lo que se narra, lo que se explica y se describe es necesario a los efectos de la eficacia y el placer de su lectura. Use Lahoz ha escrito una novela redonda. Todo está pensado y puesto para que el relato consiga nuestro interés. Se trata de seguir su trama y sus avatares con ese encendido interés que nos procura una novela muy bien urdida y mejor acabada. En primer término, debo destacar la precisión narrativa de su voz omnisciente.
 Una voz que nos guía, que nos expone la dimensión humana, psicológica y moral de sus personajes sin que tengamos que tomar partido por ninguno. Diría que Los buenos amigos es una novela de destinos desencontrados, a merced del azar o de decisiones equivocadas, víctimas de la codicia, la frustración o de los sentimientos más gestionados.
Los buenos amigos son varias novelas. Una novela de formación (o deformación), una novela sobre el paso del medio rural al urbano, una novela sobre la emigración del sur de España a Cataluña, sobre la ascensión social y sus costes humanos. Lahoz enfrenta dos modos de mirar el mundo, el de dos adultos que fueron niños en un orfelinato en la posguerra.
Su escritura es una voz. Omnisciente que deja que seamos nosotros quienes tengamos la última palabra.
Por momentos tuve la impresión de estar leyendo una novela de Balzac. Ese aire entre trágico y triste de los personajes balzacianos, tan llenos de ilusiones perdidas.
Lahoz demuestra que el realismo no está muerto. Que puede vivir con otras tendencias. Siempre que sea para contarnos lo que nos cuenta y como nos lo cuenta Lahoz


sábado, 1 de diciembre de 2018

AVENTURAS IBÉRICAS de Ian Gibson




Aventuras ibéricas es un magnífico compendio de la fervorosa dedicación de Gibson que, como en el epílogo de Borges, “traza la imagen de su cara”. Un libro muy personal, sin merma de rigor, que es una invitación a valorar la misteriosa riqueza del pasado y no condescender a la adherencia tan española de contar sólo con el presente. “En España no se piensa jamás en el futuro”, recrimina el hispanista, y en su reflexión sobre el Quijote trae a colación a la libre Marcela, que, tras su razonamiento, “se anticipa en siglos a los de las feministas”, Cervantes se olvida de ella al atender otras aventuras. De estas demoras y escamoteos está hecha la realidad, y ello nos concierne no por suceder en la ficción o en el pasado, sino que nos atañe por quedar inconcluso, en el aire, a la espera de resolución. Con adhesión indeclinable, Ian Gibson se ha propuesto agitar ese aire, y su libro es una propuesta pedagógica que nos reconviene para no desa­tender el futuro del país. Aunque ya con nacionalidad española, su mirada de extranjero sigue siendo gravemente pertinente y gratamente generosa. Hubiéramos deseado, no obstante, más irreverencias que la objeción al griterío español o a la falta de señalización adecuada. Pero la ironía, tan cervantina, discurre por sus líneas, y esa cualidad de la inteligencia hace de Aventuras ibéricas un libro imprescindible.
Sesenta años de investigación de una idiosincrasia se concentran aquí, en forma de afligida diatriba, en el último capítulo, ‘España amor, España tristeza’, donde no se evita la acusación a la desmemoria de una política que mantiene en cunetas y fosas comunes unos 130.000 desa­parecidos, insensibilidad que produce en Gibson “una profunda indignación” que vuelve mucho más valiosas las páginas precedentes, en especial las dedicadas a la renovación del Museo de Antropología Nacional, del que ofrece una apasionada descripción de sus salas que suscitará en el lector la urgencia de conocer la protohistoria de “esa encrucijada de pueblos de múltiple procedencia” que se opone a la ortodoxia esencialista aún tristemente patente en la España actual.


sábado, 24 de noviembre de 2018

LA MUJER QUE BUCEÓ DENTRO DEL CORAZÓN DEL MUNDO de Sabina Berman


Novela poética sobre la historia de una joven con Síndrome de Asperger, brillante, que aporta sugerentes ideas para transformar la industria atunera de la que son propietarias su tía y ella. De cómo Karen evoluciona de una niña salvaje, afectada de mutismo a convertirse en toda una magnate del sector de la pesca del atún.
Lo más interesante es el retrato interior de la protagonista, Karen, inocente, salvaje, rebelde, fascinada con el mundo que la rodea; nadie sabe de dónde viene y, lo que es peor, dónde va. Es torpe para desempeñar ciertas tareas, pero un sorprendente genio para otras. Y es que Karen tiene “tres incapacidades que son sus mayores virtudes”: no sabe mentir, no se preocupa por lo que no existe y sabe lo que sabe y lo que no. “Nos lleva una buena ventaja”, dice la autora.
Esta novela es un estudio psicológico del ser humano que invita a una constante reflexión. Así, a través de Karen, la autora refleja la aplastante tendencia del hombre a fantasear. “Buena parte de nuestras preocupaciones son fantasías. Y nuestra ideología, también.”
Karen vive en el sótano de la casona que ha heredado Isabelle. Su hermana ha fallecido y por eso ella se traslada de los EEUU a Mazatlán para hacerse cargo de Atunes Consuelo. En la herencia no se hablaba nada de Karen. Isabelle cree que su sobrina tiene autismo aunque nadie puede asegurárselo. Adoptándola como una hija propia empezará a enseñarle a hablar, a leer y a hacerse su sitio en el mundo.
Sorprendida Isabelle averiguará las capacidades especiales que Karen tiene, como una memoria superior al 98% de la población y una comprensión espacial al 99,99%. El embargo de los EEUU a los atunes mexicanos marcará el despegue de Karen, quien inesperadamente y siendo una niña todavía, tomará la palabra en el congreso de empresarios dándoles una arenga que deja a todos impresionados. A partir de ahí los sucesos se aceleran y su visión empresarial la convertirá en la reina mundial del atún.


sábado, 17 de noviembre de 2018

EL LIBRO DE MI MADRE de Albert Cohen


Se dice en El libro de mi madre, de Albert Cohen que son “los recuerdos, esa terrible vida que no es vida y que hace daño”, aunque ya sobra decir que la escritura calma el sufrimiento, y nos permite hacer memoria de lo que un día nos acompañaron.
El libro de mi madre es una “pequeña joya”, en palabras del bibliotecario que me lo recomendó, y nos propone un sincero recuerdo de la madre del autor, que solo se da cuenta de cuanto la quiere cuando esta se va. Es un réquiem por la madre, que nos invita en todo momento a suspirar porque esa madre simboliza todas las madres del mundo. El amor incondicional, el no dormir por atender a los hijos, el simple hecho de hacer una comida y preguntar todo el tiempo si te gusta, el vender hasta el alma por ayudarnos… en definitiva, todas esas acciones cotidianas en las que la madre siempre está ahí, aunque aparentemente no valoremos su presencia.

El libro de mi madre llora a la madre, pero también a esa infancia y juventud del autor, el cual se busca en los recuerdos, sabiendo que nada volverá. Le da vueltas a la pluma y se pregunta continuamente si el ejercicio de la escritura servirá para algo. Al final saca la conclusión de que estas palabras servirán para que los que las leamos comencemos a darnos cuenta de que el amor de la madre es inigualable, ya que ninguno será tan incondicional.
“No valoraba lo suficiente el que estuviera viva. No deseé lo suficiente sus estancias en Ginebra. ¿Es posible? Existió, pues, una época maravillosa en la que no tenía más que mandar un telegrama de diez palabras para que, dos días más tarde, apareciese en el andén de la estación, con su sonrisa convencional de tímida, sus maletas siempre deterioradas y un sombrero demasiado estrecho”.
Es esta una de las mejores historias de amor jamás escritas, porque se reconoce la imposibilidad de recuperar a la madre y aun así se sigue escribiendo al correr de la pluma. Por eso os la recomiendo, ya que pensaréis en lo que a menudo no pensáis.


sábado, 10 de noviembre de 2018

EL PALACIO AZUL DE LOS INGENIEROS BELGAS de Fulgencio Argüelles


Nuestros ingenieros llegaron de Bélgica y pertenecían a esa clase acomodada que poseía el poder porque era dueña del trabajo, de la salud, de la educación y hasta del agua y del aire que se respiraba, que promovían mejoras sociales con la única finalidad de aumentar la productividad, y por lo tanto sus ganancias.
La historia nos la va contando un niño al que el autor hace evolucionar poco a poco ante nuestros ojos, y en palabras del propio autor, “es un aprendiz de jardinero empeñado en buscar y alcanzar la sabiduría”. Nalo es un personaje creíble, que inicia el relato siendo aun niño y  nos llevará de su mano por la historia, mostrándonos la convivencia entre dos mundos: ricos y pobres, en una visión personal carente de rencor. La novela refleja la búsqueda constante del conocimiento y la perfección. Y a través de la vida de los personajes nos introduce en importantes momentos históricos que anuncian grandes cambios. Nalo entenderá el amor como la manifestación más humana del conocimiento compartido.
Pero el libro es mucho más, no hay personaje de la novela que no sea especial, su hermana, la dulce y poética Lucía, una mujer muy adelantada a su tiempo, con la que sufrimos y a la que llegamos a perdonarle… todo; su madre, amargada y carente de compasión; su padre, un minero al que conocemos en su propio entierro pero al que tan bien llegamos a conocer a través del libro; su abuelo, fundamental para el futuro de Nalo; la abuela, que curiosamente siempre se expresa a través de refranes; Eneka, un hombre cabal, sensato y sensible, un personaje extraordinario que había leído toda la Enciclopedia Universal; Elena, su primer amor; Julia, la niñera, con quien descubre el sexo; Jacob y su hermano Hendrik, los Ingenieros belgas, y  Geertghe esposa de Hendrik que junto con el abuelo de Nalo dan un sentido a la novela pues a través de lo que Nalo nos cuenta podemos intuir lo que hubo o hay entre ellos. Encontramos otros personajes secundarios, pero no por ello menos importantes para la historia.
El estilo literario es muy elaborado. Frases largas pero muy redondas, perfectamente cuidada la selección del vocabulario, muy culto (para algunos es aquí donde creo que radica el problema a la hora de leer a Argüelles pero estoy segura que para el público latinoamericano, acostumbrado a sus grandes y cultos autores, será un a delicia). Sus comparaciones y metáforas, están siempre llenas de poesía y sonoridad.


domingo, 4 de noviembre de 2018

LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER de Milan Kundera



El libro comienza con una reflexión vinculada directamente al título de la obra. Se nos presenta la teoría del eterno retorno de Nietzsche para que podamos diferenciar mejor entre los términos levedad y peso.
El narrador se plantea si realmente la levedad es lo más deseable, teniendo en cuenta que cuando una persona sufre y soporta una pesada carga sobre sus hombros es cuando vive intensamente su propia existencia. Además, el hecho de que los acontecimientos sólo ocurran una vez en la historia, sin posibilidad de repetición o de que las decisiones tomadas puedan ser comparadas con otras, les aporta ese tinte de levedad.
Por ejemplo, de tener que repetirse infinitamente un acontecimiento terrible, perdería parte de su esencia efímera y caería así en el peso, haciendo más imperdonables y pesadas las acciones cometidas. El hecho de que una decisión no puede ser de antemano comparada con otra hace que todo esté, al menos en parte, permitido y hasta perdonado.
Esta dualidad entre levedad y peso se mantiene a lo largo de toda la novela. Los personajes y sus actos son, a menudo, clasificados en uno de ambos bandos por el narrador.
Los capítulos del libro están divididos de forma que en cada uno de ellos cambia el protagonista. Los sucesos son los mismos, pero vamos cambiando la perspectiva desde la que los apreciamos de los ojos de uno a otro de los personajes.
El narrador es omnisciente y es el que nos va guiando, como un director de orquesta, por toda la novela. En un punto, casi al final de la obra, este narrador se quita la máscara (que ya adivinábamos) y se nos descubre como el propio Kundera. En ese momento cambia radicalmente el estilo de la obra y nos confiesa el motivo por el que la ha escrito, los rasgos que hay de él en cada uno de sus personajes y a partir de qué están construidos.
Los personajes son mis propias posibilidades que no se realizaron. Por eso les quiero por igual a todos y todos me producen el mismo pánico: cada uno de ellos ha atravesado una frontera por cuyas proximidades no hice más que pasar. Es precisamente esa frontera (la frontera tras la cual termina mi yo), la que me atrae.
Todos los personajes, a su manera, están incompletos y son infelices por uno u otro motivo. A pesar de su debilidad, muchos se muestran pesados y terminan condicionando a los que los rodean con sus decisiones. Todos sienten el peso de la existencia en algún punto de sus vidas y en vez de evitarlo lo que hacen es insistir en su conducta y atarse más al peso que los somete (bien sea el amor por la pareja, las señales del destino o la tendencia a la traición)

domingo, 28 de octubre de 2018

CÓMO MATAR A UNA NINFA de Clara Peñalver


Ada es una mujer libre, decidida y fuerte, que valora por encima de todo su independencia. Lleva la vida que desea, tiene un trabajo que le apasiona, disfruta de su cuerpo y del sexo con total libertad, tiene un buen círculo de amistades y se saca un pequeño sobresueldo ayudando a un amigo, Enrico, a destapar modestos chanchullos (maridos infieles, empleados que estafan a sus empresas…). Cuando Enrico acepta un nuevo encargo (descubrir el paradero de Mari Vila, una famosa modelo que ha desaparecido sin razones aparentes y sin dejar rastro alguno), será Ada la encarga de llevar a cabo la investigación, aceptando más responsabilidad de la que hasta ahora había tenido e involucrándose sentimentalmente en ella. A su vez, un loco, apodado el “Asesino de la Hoguera” está acabando con la vida de varias mujeres. ¿Guardan alguna relación ambos hechos? ¿Hasta dónde debería implicarse Ada?


Al igual que su protagonista, la autora ha optado por construir personajes muy realistas e imperfectos, como la vida misma. Ha sabido dar a sus historias los toques justos de dulzura, locura y tristeza para que provoquen algo en el lector. Cada uno de ellos juega su papel en la historia: unos intervienen en la complicada vida emocional de Ada (la madre, Flor, las amigas, Nico…), mientras que otros (Enrico, José Luis, Roberto…) son vitales para el nudo principal de la trama, que se corresponde con la parte de misterio y acción. 

La narración está hecha en primera persona desde el punto de vista de Ada, y se caracteriza por su desparpajo, sencillez y frescura. En realidad, el libro es el relato de Ada de su propia historia, una forma de librarse de los demonios que le atormentan y de descubrir la verdadera razón de su malestar. 

Uno de los elementos más interesantes de la novela ha sido para mí conocer el final de Ada, si superaría sus temores y estaría en paz o si seguiría atormentada (esto no quiere decir que no me interesase la otra parte, que a ratos quedaba ensombrecida por ella). La evolución de Ada me ha parecido muy acertada, lo mismo que el resultado final; los cambios en nuestra heroína se producen con lentitud y de una forma creíble. No me puedo olvidar de la parte de misterio, que tiene muchísimo peso. Los misterios no se desvelan demasiado rápido y el lector acompaña siempre a Ada en sus aventuras, en cada una de las pesquisas que hace. La trama cuenta con giros suficientes y logra enganchar hasta el final.



domingo, 21 de octubre de 2018

CONTRA EL VIENTO de Ángeles Caso



 Contra el viento, el último trabajo de ángeles Caso (Gijón, 1959), que cuenta ya con una trayectoria asentada y señalados reconocimientos, como la condición de finalista (en 1994) de este mismo premio, con El peso de las sombras. Más de quince años de dedicación que se dejan ver en la voluntad de estilo con la que se hace cargo, ahora, de un asunto narrativo que toma su sustancia de la realidad de muchas historias de mujeres inmigrantes que afrontan los avatares de ese infortunio luchando “contra el viento”; con la voluntad de quien se niega a masticar la derrota de su mala suerte, de un azar que reparte la buena o mala fortuna de nacer aquí o allá. Apostar por una invención nutrida de una realidad tan real representa un desafío del que no es fácil salir airosa, como no es fácil el inevitable arrastre de tópicos y lugares comunes, y sin embargo ángeles Caso logra un testimonio tan amargo y descarnado como cálido y edificante. Mucho más, sin lugar a dudas, que un dibujo convincente de la fatalidad.
El modo de encarar la narración apuesta por una estructura planeada como un viaje hacia delante y un único registro, que se deja sentir en la voz de una mujer española frenada por el peso de muchas sombras que fueron lastrando su voluntad y su carácter. Su presencia sirve de contraste y a la vez de puente con la de Sao, la joven de Cabo Verde en quien descubre, frente a su reducida existencia, a quienes viven bajo el signo de la degradación, y aún así prefieren equivocarse a encogerse y prescindir de anhelos vitales básicos. “La cuestión -afirma Amos Oz en la cita que sirve de arranque a la novela- es qué hace cada uno con las cartas que le han tocado”. La vida de Sao, desde sus primeras renuncias obligadas hasta la decisión de proyectar en Europa un posible horizonte (con parada en Portugal y España), es la jugada de quien nunca cuenta con la suerte a su favor y siempre está dispuesta a seguir apostando. De ahí que su peripecia vital ambicione una vida digna, amor, un hijo por el que luchar. Y el coste incluya hambre, miedo, humillación, agresiones fortuitas, el límite del sufrimiento… Su historia, avivada por la de otras mujeres que se cruzan en su camino, (Jovita, su madre Carlina, la maestra doña Natercia, doña Benvinda, Liliana, Zenaida,…), se impone a ninguna otra clase de artificio. Porque logra entrar de verdad en la verdad de esa historia.
 

sábado, 13 de octubre de 2018

TEA ROOM Mujeres obreraas de Luisa Carnés


Carnés, encubierta tras la lúcida mirada de Matilde, sabe que está en el bando de los perdedores incluso antes de haber perdido una guerra. El estilo capta lo que la escritora piensa del mundo: roto, voraginoso, lleno de ruido… La visión de la pobreza no es idílica ni buenista, sino violenta, corruptora y sucia. Sin embargo, no se deposita en el individuo toda la responsabilidad de sus buenas o malas acciones. Porque Carnés no es católica: reivindica la utopía comunista subrayando el significado de la solidaridad. Tampoco ve con buenos ojos a quienes rentabilizan el relato de la pobreza, la apología del origen humilde. De esa lección deberíamos aprender los escritores de la crisis, que a veces transformamos la lacra social en eslogan.
Carnés utiliza la literatura como arma cargada de futuro sabiendo que en su destreza para controlar la clave retórica reside su eficacia. Literaria y política. Es precioso el pasaje donde cuenta por qué las mujeres pobres no se alegran con la llegada del verano mientras la fina desnudez de las mujeres pudientes se exhibe en playas cosmopolitas. En la novela se evidencia el peso literario de lo concreto: las horas de jornada laboral, la cantidad de brioches, las exactas 10 pesetas del salario, la insistencia en el número en los tiempos de escasez.
La novela-reportaje como género sintetiza la observación naturalista de la experiencia laboral auténtica, los diálogos de magnetofón con sus entrañables laísmos madrileños, con la esperanza utópica del lenguaje de vanguardia, las girándulas de Guillermo de Torre, los poemas de grúas de Salvat-Papasseit, el cubismo, la máquina y la reducción metonímica de la persona a su traje que tan atinadamente resume esa denuncia de la deshumanización, la razón físico-matemática y la lógica economicista, que está en la raíz de las poéticas del 27. También como los autores del 27, en Carnés se percibe cierta influencia cinéfila que cuaja en una crítica —alienación de las obreras fascinadas por los actores que van al Tea Room— y un procedimiento: la cámara congela con rapidez opresiva al hombre travestido, la mantenida por un viejo, la encargada, la adaptable Antonia, la beatona, Marta y sus hurtos, Laurita y su ingenuidad de novela que la convertirá en carnero sacrificial… Poliedro dramático de mujeres que tienen todas las de perder. Las cosas terribles suceden con la naturalidad con la que suceden las cosas terribles en las sociedades inhumanas: abortos practicados con la varilla de un paraguas roñoso, mujeres prostituidas, obreros muertos, despidos… Tea Rooms se cierra con un interrogante: “¿Cuándo será oída su voz?”. Carnés se refiere a la emanci­pación proletaria. Los lectores sospechamos que, habida cuenta de los últimos acontecimientos nacionales e internacionales, nunca hemos dejado de estar sordos. 


domingo, 7 de octubre de 2018

EL VUELO DE LA CENIZA de Alonso Cueto


Se trata de un texto que utiliza los códigos de la novela negra. La historia es demasiado sencilla, con algunos pliegues que no cierran y sin demasiado misterio que resolver. A su vez, los personajes son bastante prototípicos (el psicópata moralista, el investigador duro que sólo se ablanda ante la belleza femenina, la chica seductora). Sin embargo, a pesar de estos puntos flojos, la novela resulta muy rica y muy entretenida de leer. Ambientada en Lima, Cueto desarrolla la habilidad de acercarnos-como al pasar- a modismos, ambientes sociales, caracteres psicológicos, todo esto sin que nos demos cuenta, sin resultar forzado (algo que no es nada fácil de lograr).  La novela hace gala de una sutileza y un ritmo muy destacables. Sobre su escritura, transcribo una cita de la reseña de Ernesto Ayala que me parece de lo más pertinente:
"Cueto sí se muestra arriesgado y desafiante es en el estilo. A diferencia de un realista más decimonónico como Vargas Llosa, Cueto recurre a la oración corta, muy escueta y sin vueltas, en la línea habitual de la novela negra. Sin embargo, y he aquí el interés, sobre la base del fraseo simple y directo, se las arregla para despegar el lenguaje de cualquier sombra avara o telegráfica, para tomarse licencias poéticas de una respetable ambición, que nunca enturbian o hermetizan lo dicho, sino que lo hacen reverberar. Por ejemplo: "En el asiento del taxi, Boris da un nuevo salto. Están en el malecón, junto a varios montones de maleza. El aire líquido se confunde con el vacío del mar. Las luces del micro que avanza en dirección contraria le hacen un guiño". Contar con agilidad y máxima economía, y al mismo tiempo utilizar un lenguaje rico, denso, metafórico, que no peque de ostentoso, sino que se muestre como otra forma de ser justo y preciso, no es una ecuación sencilla, y en este terreno Cueto obtiene sus mejores logros".


domingo, 30 de septiembre de 2018

FARÁNDULA de Marta Sanz


La farándula es, como dice la vieja Ana Urrutia, la espesa, “la síntesis de faralaes y tarántula”. El teatro (nos recuerda la autora en otro momento), ya deshechas las compañías de repertorio, sustituidos los salarios fijos por las comisiones de taquilla y el escalafón profesional por la arbitrariedad, es un reñidero de gatos y un semillero de odios. A un ritmo trepidante y nervioso, mediante flases-capítulos, Marta Sanz ha compuesto un certero friso de pobladores de ese mundo que agoniza pero todavía sobrevive. Unos son los actores que se han aventurado en la adaptación de Eva al desnudo: la ya veterana Valeria Falcón, que atisba el final de su carrera; la jovencísima e insustancial Natalia de Miguel (que lo mismo participa en un reality show que en una obra de prestigio) y su valedor (y luego marido), Lorenzo Lucas, escarmentado, pragmático y un punto cínico. Al otro lado de las candilejas, otros actores completan el reparto: la pareja compuesta por Mariana y Adolfo, que lo han hecho todo, que fueron actores reivindicativos y hoy intentan mirar los toros desde la barrera; Ana Urrutia, la actriz veteranísima a la que un ictus cerebral ha dejado en manos de todos; el matrimonio que forman la exquisita bróker Charlotte Saint-Clair y el actor de éxito mundial Daniel Valls, que, en el fondo, sabe muy bien que “es un débil mental”, como repite a menudo. Puede que esta última representación de quien alcanza la excelencia como actor, pero cuya naturaleza es simple y hasta brutal —tan fiel al pensamiento de Diderot acerca de los cómicos—, no sea el acierto mayor de este libro, aunque los lectores puedan reconocer allí —y seguramente les gustará— una visión muy satírica de quienes, sin más méritos que su vanidad y una idea elemental y aproximativa del mundo, se han convertido en iconos de la protesta contra todo.


domingo, 23 de septiembre de 2018

LA MUERTE FELIZ de Albert Camus


Sin duda en esta obra Camus propone sus grandes temas; esos que irá desarrollando cada vez con más dedicación a lo largo de toda su carrera literaria: la soledad, el amor, la libertad, el dolor, la maldad. Y, como hicieron otros autores de innegable habilidad como Kafka, Dostoyevski o Sartre, Camus reflexionó en torno a esos temas importantes a través de la ficción.
La novela es algo corta y está dividida en dos partes. 
 La primera parte, titulada "Muerte natural", describe la monótona y vacía vida de Patricio Mersault con su aburrido trabajo de oficinista y su relación poco importante con su novia. Mersault logra conocer al rico e inválido Roland Zagreus, quien le enseña a Mersault una forma de escapar: "Sólo se necesita tiempo para ser feliz. Mucho tiempo. La felicidad, también, consiste en tener gran paciencia. Y casi siempre nos pasamos la vida gastando tiempo para ganar dinero, cuando deberíamos estar gastando dinero para ganar tiempo". Mersault decide entonces matar a Zagreus y quedarse con su fortuna para así construir su felicidad.
 La segunda parte, titulada "Muerte consciente", relata el viaje que realiza Mersault por toda Europa con el dinero de Zagreus. Viajando en tren de ciudad en ciudad, no logra encontrar su anhelada paz y decide regresar a Argel, a vivir en una casa junto al mar con tres jóvenes amigas. Todos aquí tienen una sola meta: la búsqueda de la felicidad. Pero Mersault necesita soledad. Se casa con una hermosa mujer a la que no ama, compra una casa en un pueblo cerca de la playa, y se muda solo. "A esta hora de la noche, su vida le parecía algo tan remoto. Se sentía tan solo e indiferente hacia todo y hacia él mismo, que Mersault sintió que al fin había alcanzado aquello que tanto quería: que la paz que ahora lo llenaba naciera del paciente abandono propio que había seguido y logrado sin la ayuda de este cálido mundo tan presto a negárselo sin ira." Gravemente enfermo, Mersault tuvo una muerte feliz.
 La novela evidencia el tema principal: ¿cómo morir feliz?, es decir, ¿cómo vivir feliz hasta el punto de que la muerte también sea feliz? De este vivir y morir hermosos la primera parte es el revés, sin dinero, sin tiempo y sin dominio sentimental; la segunda, gracias a la independencia financiera, a una organización del tiempo y a la paz del corazón, es el derecho. Estos son, en resumen el contenido y el sentido de La muerte feliz


domingo, 16 de septiembre de 2018

EL HOMBRE BICOLOR de Javier Tomeo


El hombre bicolor narra la extraña aventura de Hermógenes W., quien una mañana de finales del siglo XIX aterriza en una pequeña ciudad para reclamar el pago de los impuestos correspondientes. De su éxito depende el que deje de ser un oficial de segunda para convertirse en todo un Inspector del cuerpo de recaudadores. Sin embargo, lo que encuentra a su llegada es una ciudad extrañamente vacía, como si todos su habitantes acabaran de abandonarla a marchas forzadas ante la amenaza de una plaga. A partir de aquí, todo lo que puede hacer es mantener la calma mientras espera que sus víctimas recuperen la normalidad de sus vidas. Se instala en un hotel frente a la plaza principal, alrededor de la cual dos perros de raza desconocida atestiguan su fantasmagórica presencia mediante ladridos trasnochados y donde las hojas de los árboles no responden con su movimiento a la dirección del viento. Desde lo alto de una colina situada fuera de los límites marcados por esa muralla medieval que cubre la ciudad, le contempla silencioso un castillo vampírico. Todo lo que rodea a Hermógenes inspira una creciente desolación y una amenaza latente: que se pervierta el  orden del universo hasta convertir la soledad en algo inevitable… y la identidad en algo improbable.  
Esta novela de apenas ciento diez páginas tiene la inusitada virtud trasladarnos a un mundo bastante parecido al nuestro. En él conviven el ciudadano satisfecho de su convencionalidad, el protestatario con ánimo de revertir la proporción de poderes –el subconsciente de Hermógenes–, y el político dispuesto a adulterar la baraja para repartir las mejores cartas allí donde los beneficios parecen más evidentes –una presencia fantasmal que se intuye a lo largo de toda la novela. Queda claro desde un principio que el protagonista no sabe a cuál de sus identidades aferrarse, y que quienes fomentan esa discordancia se contentan con esperar la carroñera recolección de los restos.
El hombre bicolor remite a dos de los pensadores literarios más relevantes del siglo XX. Su Boromburg nos recuerda a la Comala de Juan Rulfo, con esa misma parentela venida del Tártaro para recuperar algo de su vida extinguida, y su personaje de Hermógenes parece una mezcla perfecta entre el Josef K. de El proceso y el Gregorio Samsa de La metamorfosis. Su trama es dinámica y envolvente, y su trasfondo remite a una situación sociopolítica que poco tiene que ver con la ficción. Boromburg podría ser cualquier ciudad de Occidente, Hermógenes W. la extensión psíquica de un ciudadano confundido por tanta mentira, y esa presencia fantasmal la representación literaria de un vampiro político dispuesto a chupar la sangre de sus votantes. Juan Benet acusaba a Tomeo de hacer «croquetas literarias», libros de idénticos sabor. Sin embargo, se me ocurre que tal vez esa fijación con lo absurdo, lo raro y lo monstruoso venía impulsada por el poco caso que se le hacía desde las altas esferas editoriales y académicas.



sábado, 8 de septiembre de 2018

TODO ESTÁ PERDONADO de Rafael Reig



 La narración comienza con la misteriosa muerte, en el mismo día de su boda, de Laura Gamazo, hija de un prohombre de los negocios, el cual encarga la investigación del suceso a varios detectives. Este motivo de la historia quedará pronto relegado para dar paso a otros, pero el aroma del género negro -claro que con toques paródicos- reaparece de vez en cuando, como en la larga escena entre el detective Clot -que ya figuraba entre los personajes de Sangre a borbotones (2002)- frente a Lou Seltz y sus matones (pp. 318-322), que parece un homenaje a Raymond Chandler y que más tarde conducirá a un grotesco encuentro amoroso entre los antagonistas. El asunto de la muerte de Laura es tan sólo el pretexto para reconstruir la historia familiar de los Gamazo desde antes de la guerra civil hasta lo que el narrador llama “la Inmaculada Transición”. Uno de los narradores, habría que precisar, porque el relato cambia de puntos de vista para ofrecer ángulos diferentes de esa compleja realidad que es la evolución de la sociedad española encerrada en la gran urbe de Madrid y contemplada con una mirada fluvial, ya ensayada también en Sangre a borbotones: “Se halla dividida por una espina dorsal, el Canal Castellana, ese oscuro río que fue un bulevar ruidoso: bajo el agua aún se agitan, como esqueletos de manos cubiertas de liquen, mordidas por los peces, las ramas de las acacias, de los plátanos y de algún que otro castaño que ya estará colonizado por corales y espinas” (p. 21). En esta sostenida metáfora, el canal tiene su “rive droite”, que es “asiento de la burguesía y el dinero [...] casi siempre obtenido por medios delictivos”, y la “rive gauche”, que es “un amasijo grasiento de populacho y clase media, salpicado de intermitencias de bohemia artística”. Y cuenta con lugares significativos, como el malecón del Prado, Puerto Atocha o la isla de Cibeles. 

La historia de los envases de hostias consagradas es un buen hallazgo de grand guignol, pero queda un tanto desaprovechada en medio de escenas que no siempre parecen estar ordenadas adecuadamente en la misma dirección. Se atiende a varios frentes, pero de modo desigual. Este aspecto constructivo, con sus continuos saltos de eje, está algunos codos por debajo de la calidad de la prosa, impecable, en general, aunque con alguna caída en la trivialidad (“el día a día”, p. 46), algún anacronismo (“ya te vale” [p. 172] no es giro existente en los años 40), algún craso error (el pacto de Cánovas no puede “hacer aguas” [p. 79], así, en plural) y algún pecado mortal (“no se dignaba a mantener contactos”, p. 217) que requiere urgente confesión. 

sábado, 1 de septiembre de 2018

KARNAVAL de Juan Francisco Ferré






Karnaval es un cóctel de alto contenido tóxico, una explosiva mezcla de sabores no apto para todos los paladares, aunque quizás sería más justo decir que está al alcance de cualquiera, pero siempre que lo deguste con paciencia, sin prisas, con espíritu de gourmet, demorándose en cada uno de sus múltiples registros.
Ferré utiliza, recreándolos, a numerosos personajes reales, y nunca cita por su nombre a Strauss-Khan, sino como DK o el dios K. Se maneja como pez en el agua en la invención de textos apócrifos, como en los que aparecen citados en un supuesto documental canadiense sobre el caso en el que se recogen declaraciones, pasadas por un tamiz de parodia, de intelectuales de distinto pelaje, como Slavoj Zizej, Judith Butler, Camille Paglia, Philip Roth, Noam Chomsky, Michel Houellebecq o Harold Bloom. Incluso Lady Gaga, tan intelectualcomo los otros, al menos en Karnaval, y a quien lo sucedido a DK le recuerda algo que leyó en un libro sobre Einstein: “Cuando las proposiciones matemáticas se refieren a la realidad no son ciertas. ¿O era al revés?”.
En su hora más aciaga, DK escribe a diversos líderes mundiales. A Sarkozy le explica que le cazaron como a “una alimaña en una granja de gallinas” cuando, desde el FMI, quería “evitar la catástrofe” y convencer a los líderes europeos de que cambiasen una política que “cercaba a Grecia como los griegos antiguos cercaron a Troya”. Él tenía que ser sacrificado “para que el asedio al pueblo griego se pudiese realizar con impunidad (…) en nombre de una entelequia financiera”.
 Ferré, que utiliza el caso de Strauss-Kahn para desarrollar su propio discurso, relata como el dios K considera que “el afán de posesión, ligado a la esclavitud y la explotación del trabajo, es el verdadero causante de la desgracia universal”. Escenifica en España el triunfo final de la revolución, la sublevación “contra la ignominia y la injusticia” y se exalta por cómo su discurso incendiario hace que le veneren “como a un líder, como a un dios político, como un magnetizador”. Ante las masas exaltadas, declara proscrita la propiedad privada y “abolidas las instituciones burguesas”. Luego, la multitud toma el palacio real, “el monarca borbónico y su familia” huyen a un paraíso fiscal del Caribe y él exige el cese inmediato del Gobierno. Casi nada.
Pero la apoteosis está aún por llegar, centenares de páginas más adelante. Se producirá en la neoyorquina Times Square, trasunto del centro del universo, donde el dios K concierta una cita con la muerte para “calmar el alboroto y el frenesí de los mercados”

sábado, 25 de agosto de 2018

EL DIARIO DE TITA, de Laura Esquivel

El diario de Tita es el espacio donde la protagonista atesora sus secretos más intrincados, recetas sin preparar, recuerdos que casi se diluyen; es el sitio sagrado donde se mezclan todos los ingredientes de una gran novela junto con los destellos espirituales característicos de la autora. Esta historia logra regalarnos un secreto que a su vez nos permitirá recuperar nuestra propia intimidad y, por qué no, nuestro propio secreto guardado en el fondo de una flor marchita o de una carta que después de generaciones espera sorprender a su asiduo lector.
Tras veinticinco años de la aparición de Como agua para chocolate, que ha robado el corazón de más de siete millones de lectores, El diario de Tita es la realización del sueño de Tita: compartir con todo el mundo los más íntimos rincones de su corazón. Este conmovedor relato nos permitirá conocer de cerca los hilos mágicos e íntimos con que en su momento fue tejida Como agua para chocolate. La cautivadora historia que le ha dado la vuelta al mundo.

La historia de amor entre Tita y Pedro es ya de sobra conocida. ¿Quién no recuerda ese amor imposible? Esquivel fue capaz detraducir en los fogones la pasión reprimida por la dura moral de una familia.
Si queréis revivirlo —o conocerlo por primera vez— ahora tenéis una oportunidad para no dejar pasar, pues Suma de Letras ha editado hace poco un volumen titulado El diario de Tita, en el que la protagonista cuenta en primera persona todo lo acontecido en Como agua para chocolate. Como seguidora de la escritura diarística femenina, no he podido evitar hacerme con él y devorarlo rápido para saciar aún más mi curiosidad.
Cualquier aportación a la literatura femenina es interesante y necesaria, pero en el caso de esta obra tenemos la suerte de que además de bucear en un yo narrativo femenino y su autoficción, podemos conocer la historia desde otro punto de vista y lograr empatizar desde una perspectiva más cercana; bucear en los miedos de Tita, en sus secretos, sus inseguridades, sufrimientos, deseos… En su intimidad.
Todo el libro te deja muy buen sabor de boca y si a eso le sumamos que tenemos en nuestras manos una edición preciosa, muy original y cuidada, ¿qué más podemos pedir? Se nota el esfuerzo y las ganas de Penguin Random House; el exterior en piel imita un diario y las páginas parecen escritas a mano. Además, a esto hay que añadirle multitud de detalles, como fotografías, recetas, flores… Las hojas simulan estar quemadas e incluso hay algunas páginas cuyo texto está lleno de garabatos. ¡No falta nada!
Por último, hay que añadir, por si todavía alguien lo piensa, que El diario de Tita no es la continuación de Como agua para chocolate, sino un punto de vista nuevo, complementario, de la historia. Eso sí, la autora ha confirmado que el próximo año se publicará Mi negro pasado, en el que se contará la historia de la tataranieta de la hija que Pedro y Rosaura tuvieron. ¡Hasta entonces!