Seguidores

sábado, 29 de enero de 2022

LAS MANZANAS DE ORO de Baltasar Porcel

 


«Esta es la novela en la que he sentido una mayor libertad de creación», manifestó Baltasar Porcel durante la presentación a la prensa de Las manzanas de oro, en febrero de 1980. Era fruto, dijo, de veinte años de trabajo y reflexión concretados en tres meses de intensa escritura, y se trataba de una obra «amoral», «en la que los personajes no acatan ninguna regla de conducta y siguen el viejo principio de la lucha del hombre contra el hombre —homo hominis lupus—, y en la que el erotismo se manifiesta en el acto sexual desenfrenado».

Las manzanas de oro fue encuadrada por la crítica en la tradición de la novela bizantina, como «un conjunto lleno de vitalidad, de efectos y contrastes», realizado «con un gran elan narrativo» (Antonio Valencia). Ramon Pla i Arxè la consideró un proyecto narrativo «impecable». Para Isidor Cònsul es una pieza insólita que remite a las narraciones de Stevenson, Kipling, Melville o Jack London; reivindica la novela de aventuras bien hecha y marca «una inflexión importante en la obra de Porcel respecto al mundo de Andratx, una traición explícita a sus raíces isleñas».

Como en otras obras suyas, no puede escapar a ésta el elemento de la propia biografía de Baltasar Porcel. La montaña que buscan sus personajes es, en definitiva, un calco de Montserrat, la montaña que Porcel ve cada día desde su casa de Vallvidrera, en las afueras de Barcelona, «y que para mí siempre supone una llamada a lo misterioso». Con esa visión de fondo, Baltasar Porcel asegura haber escrito «una trepidante novela de aventuras, en la que los personajes van y vienen y se matan, protagonizan una gran violencia moral y demuestran una vez más que el hombre es un lobo para el hombre». Esta ópera wagneriana está complementada con citas cultas y referencias históricas que la convierten, dice Porcel, «en una gran novela de aventuras, que no responde a la moralidad al uso», aunque esto poco importa al autor, según confiesa éste. Baltasar Porcel está satisfecho también de haberle dado a su relato «un gran ritmo, muy expresivo, que a veces parece dicho cantando».




sábado, 22 de enero de 2022

TODO LO QUE NO TE PUDE DECIR de Cristina Peri Rossi

 

Cristina Peri Rossi nos transfiere a una obra fotográfica. Es una novedad vincular su propuesta narrativa con el mundo de los chimpancés, bonobos, gorilas, orangutanes, que tan excepcionalmente ha retratado la madrileña Isabel Muñoz. De ellos la fotógrafa ha extraído una fuerza emocional que parece haber encontrado eco en la escritora hispano-uruguaya, quien a la par que teje una historia donde primates y hombres se relacionan entre sí, también da cuenta de la relación de estos animales con el lente e incluso con la conciencia de ser fotografiados. La historia de Elisa y Bubú, un par de chimpancés escapados del zoológico, es una historia de amor con todos los componentes posibles, incluyendo, claro, la inevitable oposición del mundo exterior a la consumación de esa elección. Los monos, luego de ver un documental sobre un parque urbano, una suerte de bosque, no anhelan otra cosa que llegar allí. Algo en lo proyectado les ha hablado de un estadio anterior de vida que no está dentro de los barrotes. El macho alfa y la fiel Elisa aspiran en el aire el Paraíso. “El Paraíso no existe para los monos”, se le escapa esta frase a Fonseca, el oficial a cargo de atraparlos y que no puede evitar un desenlace trágico y conmovedor. El Paraíso no existe para los monos, pero, ¿para quién y por qué aún se preserva, pareciera que hasta en los genes, esta antigua noción de la felicidad?

Las variantes que se van sucediendo en cada capítulo, lo que pudiéramos llamar las combinaciones de la pasión, son múltiples y no voy a enumerarlas todas, que para eso está la novela. Suárez, un hombre joven, cuidador del zoo, tiene una novia, Claudia, quien lo refina en las artes amatorias a semejanza de la película No mires para abajo, lo que al parecer no le impide dejarse seducir por Lucila, una mona inquieta, llena de ardides y apetencias sexuales tentadoras. Está la combinación de Fonseca con Silvia, una prostituta uruguaya que renuncia a sus encuentros con él por haber encontrado el amor de su vida; amor lésbico que la transforma y renueva. Su pasado está sellado por tragedias oscuras que su amante Laura codiciará tanto como su cuerpo. Novela en torno a la pasión y a todo lo que le concierne: pasivo, sufriente, paciente, compasivo, todos derivan de una misma raíz. La pasión amorosa y su papel en la evolución humana, lo que puede incluir a nuestros antepasados homínidos. “¿Acaso en el cerebro de los humanos y los primates las neuronas del placer y del dolor no son concomitantes?”. Así tradujo la escritora las impresiones de Suárez al penetrar a la mona.



sábado, 15 de enero de 2022

A FLOR DE PIEL de Javier Moro


 

En una época de superstición y de inestabilidad política, un hombre persigue una obsesión: erradicar una terrible enfermedad que amenaza a la población mundial. Enfrentándose al poder religioso, que no ve con buenos ojos el avance de la nueva ciencia, el 30 de noviembre de 1803 Francisco Xavier Balmis emprende una campaña sanitaria sin precedentes que lo llevará hasta el Nuevo Mundo y el Lejano Oriente. Con él viajan su ayudante, el joven Salvany, con quien comparte una intensa vocación por la medicina, e Isabel Zendal, hija de una familia humilde de campesinos gallegos encargada del cuidado de los veintidós huérfanos que deberán mantener la vacuna activa durante la travesía.

A flor de piel cuenta la mayor proeza humanitaria de la Historia, una ambiciosa expedición que fue posible gracias al valor de los más frágiles, a la fortaleza de una mujer apasionante, y a dos hombres que disputaron su amor en una aventura que cambió el rumbo de la Historia.

Basada en la famosa «Expedición Balmis» y en sus protagonistas reales, esta novela nos traslada a una época fascinante en un viaje a los confines del mundo, a través de unos personajes guiados por una idea tan descabellada como genial.

Isabel Zendal: la primera enfermera en misión internacional.

Una aventura que cambió el rumbo de la Historia.

La impresionante proeza de Isabel Zendal y el doctor Balmis para difundir la vacuna que salvó a la humanidad.

El 30 de noviembre de 1803, una corbeta zarpa del puerto de La Coruña entre vítores y aplausos. En su interior viajan veintidós niños huérfanos cuya misión consiste en llevar la recién descubierta vacuna de la viruela a los territorios de Ultramar. Los acompaña Isabel Zendal, encargada de cuidarlos. Los héroes de esta descabellada expedición, dirigida por el médico Francisco Xavier Balmis y su ayudante Josep Salvany, sobrevivirán a temporales y naufragios, se enfrentarán a la oposición del clero, a la corrupción de los oficiales y a la codicia de quienes buscan lucrarse a costa de los desamparados.



sábado, 8 de enero de 2022

LOS ENANOS de Concha Alós


 

La realidad es que apenas nos queda el deseo para vivir. Eso es lo que sucede con estos personajes que pueblan Los enanos, la novela de Concha Alós (Valencia, 1927 – Barcelona, 2011). El realismo que transmite es social y roza lo siniestro, y los deseos se expresan en la actividad de soñar despierto, que muchas veces tiene que ver con aspiraciones, y siempre con la necesidad de sacar la nariz por encima de la superficie de las aguas muertas. A los seres que habitan en la pensión barcelonesa de los años sesenta, un ambiente feo, les puede haber sentido cómo aquello que soñaron que sería su vida, se ha truncado por efecto de una sociedad que no permite nada que no sea sobrevivir en gris. Estamos en plena dictadura franquista y la obra funciona como testimonio de esa época, denunciando que apenas se permitían ni siquiera los conflictos que tuvieran que ver con la condición humana. Asistimos a un trozo de la vida de unos seres civilmente estancados, sin posibilidad de aspirar a una moral, en los que el colectivo se impone al individuo.

Excepto en el caso de María, que da la segunda voz a la obra. Entre los cuadros de una vida intimidada, Alós introduce apuntes de un diario de una joven que vive el fallo de un gran amor y las consecuencias, que serán hasta demasiado orgánicas: “Otras, cuando el sol es muy fuerte, las cosas brillan y la vida es, para los demás, importante, me rebelo contra algunas palabras que me parecen vacías, que son como monstruos colorados llenos de ojos y orejas y vacíos, completamente vacíos, por dentro: deber, sociedad, sacrificio…”. Esta mujer, que habla de sí misma como alguien a quien la lucha diaria la convierte en una persona cansada y estúpida, a quien los recuerdos la hacen desesperar, nos ofrece una visión más intimista en un mundo donde todo lo que sucede está expuesto a los ojos de los demás. Los personajes viven para ser comidilla en las otras bocas. Y esa miseria no deja de ser una denuncia social. Esa miseria será la que dé el tono descriptivo, breve, de cada suceso, en los que se impone la exposición de pensamientos de corto alcance y los diálogos veloces, combinado por un talento muy eficaz de la autora para llevarnos a prestar atención a detalles significativos. Puede que no observemos el cuadro completo, pero sí prestamos atención a los puntos que decoran la narración y nos imponen un pensamiento triste, al menos triste leída hoy, cuando esos decorados son parte de algunos recuerdos.



sábado, 1 de enero de 2022

EL AÑO DEL PENSAMIENTO MÁGICO de Joan Didion

 

El año del pensamiento mágico es un libro que comienza a escribirse el 4 de octubre de 2004, nueve meses y cinco días después de la muerte de John. Su publicación tuvo lugar, justo un año más tarde, sin que su autora pueda referirse a la muerte de su hija Quintana dado que su fallecimiento ocurre el 26 de agosto de 2005. Se trata por tanto de un libro que tiene una doble línea argumental: por un lado, la que constituye un minucioso análisis de la muerte repentina de un cónyuge y la posterior elaboración en forma de duelo del trauma; por otro, la reflexión que refleja la lucha de una madre por salvar a una hija gravemente enferma.

Para entender lo bien que ha funcionado esta obra en Estados Unidos conviene advertir varias cosas. En primer lugar, que cuando ocurren los dramáticos hechos sobre los que reflexiona Didion, ella y su marido son dos escritores al final de la sesentena, habituales en los medios de comunicación, que han trabajado para la industria del cine escribiendo adaptaciones y guiones y que ambos tienen en su haber novela y ensayo. Como señala la propia Didion: “He sido escritora toda mi vida”. Estamos por tanto ante una persona con oficio, entrenada en dar expresión a unos hechos que la enfrentan a una visión nueva, inmediata, de lo que es la muerte, la enfermedad, el azar, la buena o mala fortuna, el matrimonio, los hijos, o la memoria. Didion se plantea en estas páginas cómo afrontar el dolor, la pérdida de un ser querido o el modo en que la gente se enfrenta a un final tan inevitable como la muerte.

Joan Didion ha escrito El año del pensamiento mágico con una estructura muy cinematográfica. Ha buscado un guión eficaz y potente. Para conseguirlo va al hueso con una escritura directa, sin concesiones sentimentales y, eso sí, recurriendo al flashback para mantener siempre en vilo al lector. A todo lo anterior se añade la recuperación de la memoria de los casi cuarenta años no sólo de vida en común, sino también de colaboración profesional con su esposo John G. Dunne. Joan Didion inserta su recuerdo -también el de sus padres, familia y amigos- a lo largo de todo su texto y ello dinamiza y enriquece la lectura. Añádase, por fin, que la autora no admite un papel pasivo en la tragedia que le toca vivir.

“La vida cambia rápidamente. La vida cambia en un instante. Te sientas a cenar y la vida que conoces termina”. Estas palabras de Joan Didion retratan pálidamente su conmoción y su duelo ante la gravísima e inesperada enfermedad de su hija y la muerte de su marido. Una conmoción que se acentúa porque la tragedia se cumple en menos de cinco días en los que la escritora ve como una vida común de rituales compartidos se destruye en un instante. Un año necesitó la autora para recoger los pedazos de su vida, y a descubrir hasta qué punto se había transformado cualquier idea previa, aparentemente inmutable, que antes tuviese “sobre la muerte, la enfermedad, la probabilidad y la suerte, sobre el matrimonio, los hijos y la memoria, sobre lo que la gente hace y no hace para soportar la idea de que la vida termina, sobre los fallos de la sanidad, sobre la vida misma”.