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domingo, 26 de marzo de 2017

EN LA LUCHA FINAL de Rafael Chirbes


En la lucha final es una novela de personajes heridos, pájaros con el ala rota que han quedado atrapados en un laberinto de tela de araña que los une y los destruye, de alguna manera, de aquella manera. Chirbes dibuja personajes que hablan hacia dentro, monótonos y tristes, retorciendo una espiral de sentimientos que chocan entre las paredes de un triángulo cuadrado pentágono amoroso con una señorita como vértice principal.
Se puede apreciar en este Chirbes un cierto gusto por la trascendencia, por la frase dogmática y poética, por la nostalgia , por los escritores y la literatura, por los personajes mustios y la remembranza, por el regusto amargo de la culpabilidad y la insatisfacción, de modo que la novela transcurre en una lenta agonía resignada no exenta de cierta amabilidad.
Así pues, prosa de blanca y ordenada sencillez, del cuándo y dónde, que pretende ser una buena novela, accesible, ingeniosa en los diálogos, con buenas metáforas y muy, muy empática, porque pretende, llegarles ahí, ahí dentro de la patata.
Quizá porque esta novela es de los ochenta, cuando Chirbes no era tan duro, tan áspero, tan Chirbes, más bien amable y algo cursi, por qué no decirlo.
  La novela está contada por un narrador innominado, amante actual de Amelia, de quien sabemos que es un escritor algo más joven que el resto de los personajes, a quienes observa y oye en sus testimonios con una cierta distancia para poder narrar su historia, que se convertirá en su segunda obra, lo que un posmoderno de hoy tacharía de novela reportaje. El desarrollo de la trama sigue la reconstrucción de los principales avatares del grupo de amigos, quienes en la universidad habían formado parte de grupúsculos de extrema izquierda. A los personajes citados habría que añadir: Pedro Ruibal, escritor y amante fracasado; José Bardón, de 43 años, catedrático de literatura y autor de éxito, de origen humilde, y Concha, su nueva esposa; Brines, un galerista de arte, bisexual, que trabaja para Carlos, pues ambos fueron pilaristas; Brull, amigo de Carlos, funcionario de la Comunidad Europea en Bruselas; y Santiago, el auténtico marginal, un camello que se ha prostituido y cuyo papel en la novela es el de “vengador del orgullo social que detectaba en ellos”, en los miembros del grupo. Todos bullen en esta pequeña colmena y quieren medrar, o al menos mantener sus posiciones, si bien el regreso de Ricardo trastoca el orden establecido.
Esta narración posee componentes líricos y metaliterarios, al proponer una serie de reflexiones sobre el éxito y el fracaso artísticos, el poder del mercado, etc.; al tiempo que confronta diversos modelos de escritor, aunque todos ellos terminen revelándose como un chasco en distinto grado. El narrador se vale, en fin, de sus testimonios, de una polifonía de voces distintas que se complementan, para componer la novela. Lo que Chirbes muestra, en suma, son varios fraudes, ejemplificados en la transformación ideológica de unos individuos que salieron del franquismo siendo rebeldes y acabaron vampirizados por el poder, adoptando una moral pragmática e hipócrita. Pero también rememora la educación sentimental de una generación: la amistad, el sexo, el amor y la atracción irracional, junto con la ingestión de alcohol, de cocaína y heroína con que trafican Ricardo y Santiago. La novela tiene algo de rompecabezas, de relato policíaco, en donde el misterioso narrador actúa a la manera de un detective, al indagar sobre unos hechos que pivotan sobre las consecuencias que trajeron consigo el regreso a Madrid de Ricardo y Silvia, y después el asesinato de Carlos, aun cuando ya no fueran aquellos viejos amigos de antaño.


domingo, 19 de marzo de 2017

LA HIJA DE CAYETANA de Carmen Posadas


La Hija de Cayetana es la última novela de Carmen Posada en la que nos cuenta la historia menos conocida de una de las mujeres más fascinantes, Cayetana de Alba. La autora recrea el mundo de la corte de Carlos IV, cuya estrella más rutilante fue la propia Cayetana, musa de Goya, protagonista y víctima a la vez de una vida excesiva: rodeada de glamour apenas lograba ocultar la insatisfacción de una mujer superficial y caprichosa, pero también muy sola y muy enferma.
Carmen Posadas ha encontrado un fi lón en una historia tan sorprendente como poco conocida: Cayetana de Alba, una de las mujeres más poderosas de fi nales del siglo XVIII y principios del XIX, con un carisma legendario que ha llegado hasta nuestros días, adoptó como su única hija a una niña de raza negra, María de la Luz, a la que otorgó testamento pero de quien no se sabe prácticamente nada. A partir de esta anécdota, la autora recrea el mundo de la corte de Carlos IV, cuya estrella más rutilante fue la propia Cayetana, protagonista y víctima a la vez de una vida excesiva: rodeada de glamour apenas lograba ocultar la insatisfacción de una mujer superfi cial y caprichosa, pero también muy sola y muy enferma. En paralelo, Carmen Posadas fi cciona los avatares de la madre de la niña, Trinidad, una esclava cubana que pierde al mismo tiempo al amor de su vida y a su pequeña, y que no cejará en su empeño por recuperarlos a los dos.

La novela nos cuenta la historia en paralelo de dos mujeres. Por un lado la historia tan sorprendente como poco conocida, pero real, de Cayetana de Alba, una de las mujeres más poderosas de finales del siglo XVIII y principios del XIX, con un carisma legendario que ha llegado hasta nuestros días, adoptó como su única hija a una niña de raza negra, María de la Luz, a la que otorgó testamento pero de quien no se sabe prácticamente nada. Y por otro lado Carmen Posadas ficciona los avatares de la madre de la niña, Trinidad, una esclava cubana que pierde al mismo tiempo al amor de su vida y a su pequeña, y que no cejará en su empeño por recuperarlos a los dos.

domingo, 12 de marzo de 2017

EL HOMBRE QUE AMABA A LOS PERROS de Leonardo Padura

  


 Un escritor frustrado rememora un episodio de su vida ocurrido tres décadas antes. En una playa cubana conoce a un enigmático hombre acompañado de dos galgos rusos. Después de entablar una progresiva amistad, este le contará una historia confidencial cuyos protagonistas serán el político y teórico revolucionario soviético León Trotsky y su asesino Ramón Mercader.
En una narración elaborada en torno al recorrido en el exilio de Trotsky y su confluencia en México con Mercader, Padura expone su visión de la historia contemporánea cubana y general. La novela solventa las lagunas en la misteriosa vida de Mercader con una elaboración creíble de este oscuro personaje
En 2004, a la muerte de su mujer, Iván, aspirante a escritor y ahora responsable de un paupérrimo gabinete veterinario de La Habana, vuelve los ojos hacia un episodio de su vida, ocurrido en 1977, cuando conoció a un enigmático hombre que paseaba por la playa en compañía de dos hermosos galgos rusos. Tras varios encuentros, «el hombre que amaba a los perros» comenzó a hacerlo depositario de unas singulares confidencias que van centrándose en la figura del asesino de Trotski, Ramón Mercader. Gracias a esas confidencias, Iván puede reconstruir las trayectorias vitales de Liev Davídovich Bronstein, también llamado Trotski, y de Ramón Mercader, también conocido como Jacques Mornard, y cómo se convierten en víctima y verdugo de uno de los crímenes más reveladores del siglo xx. Desde el destierro impuesto por Stalin a Trotski en 1929, y desde la infancia de Mercader en la Barcelona burguesa, sus amores y peripecias durante la Guerra Civil, o más adelante en Moscú y París, las vidas de ambos se entrelazan hasta confluir en México. Ambas historias completan su sentido cuando sobre ellas proyecta Iván sus avatares vitales e intelectuales en la Cuba contemporánea y su destructiva relación con el hombre que amaba a los perrosLeonardo Padura nos lleva por medio de un análisis riguroso y exhaustivo a los escenarios donde Trotski, en su largo exilio itinerante, está obligado a habitar, perseguido por el odio incontinente de Stalin, y a los movimientos que el que será su asesino, el español Ramón Mercader, lleva a cabo para llegar limpio de culpa hasta él, en un proceso de banalización del mal impulsado por los soviéticos, semejante a aquel del nazismo que diera pie durante esos años a toda una teoría psicológica -de la lúcida Hannah Arendt– sobre los terribles y obscenos ejecutores del mal. A estos dos ejes se suma un tercero de no menos peso en la novela, el del propio narrador, Iván, joven cubano al que se hace depositario de la historia de este asesinato al tiempo que nos narra la suya propia, en aquella Cuba de represiones, miedo y manipulaciones ideológicas que aún persiste.
Leonardo Padura nos lleva por medio de un análisis riguroso y exhaustivo a los escenarios donde Trotski, en su largo exilio itinerante, está obligado a habitar, perseguido por el odio incontinente de Stalin, y a los movimientos que el que será su asesino, el español Ramón Mercader, lleva a cabo para llegar limpio de culpa hasta él, en un proceso de banalización del mal impulsado por los soviéticos, semejante a aquel del nazismo que diera pie durante esos años a toda una teoría psicológica -de la lúcida Hannah Arendt– sobre los terribles y obscenos ejecutores del mal. A estos dos ejes se suma un tercero de no menos peso en la novela, el del propio narrador, Iván, joven cubano al que se hace depositario de la historia de este asesinato al tiempo que nos narra la suya propia, en aquella Cuba de represiones, miedo y manipulaciones ideológicas que aún persiste.

domingo, 5 de marzo de 2017

LA NEGRA ANGUSTIAS de Francisco Rojas González


La negra Angustias, novela revolucionaria en la que encontramos como protagonista a una mujer que por situaciones del destino o por decisión del pequeño dios, llamado Francisco Rojas, adopta poco a poco un rol masculino. Como ya sabemos, nuestra protagonista llamada Angustias Farrera, hija del bandido Antón Farrera, el cual, en sus tiempos de juventud, se desarrollaba como una especie de Robín Hood mexicano, quitándole al rico y dándoselo al pobre allá por el Real de Ánimas.
Pero la novela trata de Angustias, la cual al quedar huérfana de madre y sin la protección del padre, ya que éste no sabe de su existencia, es adoptada por Doña Crecencia, bruja sincrética de la Mesa del Aire. Pero esto no dura mucho ya que Antón Farrera se entera que tiene una hija por la que va a recuperarla. Angustias se vuelve parte importante en el hogar paterno, ya que realiza todas las tareas domésticas, aunado a que cuida un rebaño de cabras. En este quehacer de pastorear la cabras, nace en ella una especie de asco al libido de los animales, y que se intensifica con el hecho de encontrarlos apareándose, esto la marca en la mayor parte de la novela, a tal grado de detestar la los machos de su propia especie.
Lo anterior, junto con otros hechos, como las coqueterías y las pretensiones del sexo opuesto; o el momento en el que asesina a Laureano, el boyero del Racho Seco, el cual la acosaba; así como la captura y la llegada con Efrén el Picado, jefe de la acordada de la Hacienda de El Rondeño, y que la quiere para querida; o por otro lado, el arribo a Real de Ánimas ante la huida del Picado y la fama de su padre en este lugar; y por último y más importante los comentarios de dos hombres sobre las glorias de Emiliano Zapata va creando en Angustias el deseo de revelarse contra el opresor, ya sea el rico, o el gobierno, pero más que nada oponerse a los hombres.

Pasa el tiempo en la lucha por la tierra y la libertad cuando se encuentra con el maestro Manuel de la Reguera y Pérez Cacho que al principio es un pelele, del cual le pide que le enseñe a leer y escribir. En medio de esta relación de enseñanza-aprendizaje, la mulata Angustias comienza a enamorarse del profesor, a tal grado de robárselo para saciar con él sus deseos carnales reprimidos. Al final tanto el profesor como la mulata van sufriendo un cambio radical, por un lado de pelele y sumiso a autoritario y machista, y por otro de hombruna, coronela y revolucionaria a mujer sumisa y ama de casa.