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domingo, 24 de diciembre de 2017

EL MONARCA DE LAS SOMBRAS de Javier Cercas

El libro cuenta la historia del tío de su madre, Manuel Mena, falangista y alférez del ejército rebelde durante la Guerra Civil Española, que falleció en combate a los 19 años.23
Cercas comentó a Óscar López, de RTVE, que abordar el asunto de Manuel Mena siempre fue un tema tabú ya que el escritor se avergonzaba del hecho de que su tío abuelo hubiera militado en la falange y que varios de sus antepasados fueran de derechas, además de su procedencia: "un pequeño pueblo de Extremadura". Pero gracias a la ayuda de su amigo, el director de cine David Trueba, Cercas "tomó la determinación de escribir sobre él, y por extensión de su familia, y así reconciliarse con su pasado". La novela, nada convencional, además de narrar la vida y la muerte de este joven que se fue a la guerra a los 17 años, es también "un making of sentimental del proceso de escritura del libro, de las dudas que tuvo antes de escribirlo, del arduo proceso de investigación y de su preocupación sobre cómo la publicación afectaría a su propia familia y a él mismo". Según López, esta es probablemente la novela más sentimental de Cercas.

La novela se va haciendo a la vista del lector. Y es que Cercas no sólo se la cuenta a los lectores, sino a sí mismo —que ha deseado y temido escribirla—; a su madre, que es la sobrina del protagonista; a los vecinos de su pueblo que saben que es escritor, al cineasta y escritor David Trueba (que también podría contar otra historia, la suya, que queda en esbozo). Y a la vez el curso del relato in fieri, que tantea sus alcances pero que nunca vacila en su propósito, dialoga con otras novelas del escritor. Igual que La velocidad de la luz lo hizo con la responsabilidad de haber escrito Soldados de Salamina e igual que El impostor —otra novela compartida activamente con familia y amigos— conversa con Anatomía de un instante. Trueba dice en sus páginas que “no son los libros los que deben estar al servicio del escritor, sino el escritor el que tiene que estar al servicio de sus libros”. Quizá esta novela —escribe Cercas— es el verdadero final de la trama de Soldados de Salamina: un recuerdo que revive y se va configurando como fábula moral. Se escribe para saber más, entender, no juzgar…, porque “las novelas son como sueños o pesadillas que no se acaban nunca”. Y todas las historias se parecen: esta novela tiene como espejo una de Dino Buzzati (El desierto de los tártaros), un cuento de Danilo Kis (‘Es glorioso morir por la patria’) y unos versos de la Ilíada (donde Aquiles muere con honor y belleza) y otros de la Odisea, donde el mismo Aquiles reconoce en el Averno que prefería ser un modesto campesino a un monarca del reino de la muerte. De ahí viene el título de la novela.

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