Seguidores

sábado, 2 de noviembre de 2019

EL SONIDO DE UN CARACOL SALVAJE AL COMER de Elisabeth Tova Bailey



Mientras una enfermedad la mantiene postrada en la cama, Elisabeth Tova Bailey observa un caracol salvaje que se ha instalado en su mesita de noche. Como resultado, descubre el consuelo y la sensación de asombro que despierta esta misteriosa y magnífica criatura y llega a una mayor comprensión de su propio lugar en el mundo. Intrigada por la anatomía de molusco del caracol, las defensas crípticas, la clara toma de decisiones, la locomoción hidráulica y las actividades de cortejo, Bailey se convierte en una observadora astuta y divertida que ofrece una mirada sincera y cautivadora a la curiosa vida de este pequeño y subestimado animal.El sonido de un caracol salvaje al comer es un ensayo ligero y de una belleza honesta sobre la enfermedad, la recuperación y cómo a veces son las pequeñas cosas que ocurren en nuestras vidas las que nos hacen darnos cuenta de lo que realmente importa y de quiénes somos. Un extraordinario y profundamente conmovedor viaje de supervivencia y capacidad de recuperación, destinado a convertirse en un clásico, que nos muestra cómo una pequeña parte del mundo natural puede iluminar nuestra propia existencia humana, a la vez que proporciona una apreciación de lo que significa estar plenamente vivo
Todas nos aferramos a pequeñas cosas que nos salvan. Las circunstancias dan igual, porque ese té que mamá nos regaló, regar la única maceta del balcón, tu diario, la llamada de tu amiga, tu gata… Por muy pequeño que sea el objeto o el gesto, encierra un poder enorme: conseguir que sobrevivamos un día más. Sobre todo cuando una vive con una enfermedad crónica, como es el caso de la autora de El sonido de un caracol salvaje al comer . Elisabeth Tova Bailey, una reputada ensayista y escritora de cuentos a la que su enfermedad limita y restringe su contacto con el mundo.
La publicación de esta obra es tan arriesgada como comenzar a narrar el dolor y supone toda una constatación de valentía. Por eso la editorial Capitán Swing, siempre tan combativa y comprometida, merece una mención especial. Por romper el silencio, por poner sobre la mesa lo invisible, por hacer que solo cuente la necesidad de rescatar una historia al editar un libro. Y es que esta obra marcada por la quietud, que podría considerarse un ensayo en el que se entrelaza la propia biografía con altas dosis de biología, no es una exaltación de la superación personal más, sino una prueba de resistencia en la que el cuerpo persiste porque no queda otro remedio mientras el yo de antes mira incesantemente el paso del tiempo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario