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domingo, 14 de agosto de 2016

POESÍA COMPLETA de Alejandra Pizanik



La obra de la poeta argentina Alejandra Pizarnik no es desconocida, por fortuna, para el lector español. En el mes de abril de 1975 se publicó ya una amplia antología, El deseo de la palabra, en la colección Ocnos. En sus últimas páginas, Antonio Beneyto relataba los avatares de un proyecto que inició con la autora en los primeros días de la década de los años 70 y al que se sumaría después Martha Moia, fotógrafa y amiga. El pintor y poeta Antonio Beneyto había publicado ya en 1969, en la colección “La Esquina”, que dirigía, su plaquette Nombres y figuras (1969). Pero en aquellos inicios de los 70 se complicaron los acontecimientos. Beneyto narra e incluso reproduce fragmentos de cartas de la autora que traza un plan del libro, que imaginaba acompañado de dibujos y fotografías. La antología llegaría, tras diversos avatares, a las manos del presunto editor. Pero la colección donde debía figurar había ya desaparecido. Y la última carta que le escribió le llegaría a través de Ana Becciu, ya que Pizarnik se había suicidado el 25 de septiembre de 1972. Beneyto acudió sin éxito con el libro a varios editores hasta que a finales de 1974 recaló en Ocnos. La lectura de aquella poeta para mí desconocida fue fulgurante. Se publicaría pocos meses después, introducida con las palabras que Octavio Paz le había dedicado a propósito de su libro árbol de Diana en 1962. La poesía de Pizarnik tardó en calar en los lectores, pero poco a poco se convirtió en una presencia indiscutible entre las entonces nuevas voces de la poesía latinoamericana.
No es sencillo diferenciar lo que puede entenderse como poesía o prosa en la autora, quien deliberadamente rompe múltiples convenciones, pero su editora asegura: “me dejé guiar por el tratamiento muy particular del ritmo que Alejandra Pizarnik daba a sus textos en prosa”. Habrá que admitir, sin embargo, que la obra poética de Pizarnik, sin esas prosas-ensayo, auténticos poemas, como “Acerca de la Condesa Sangrienta” o su relectura de Nadja, de André Breton, parece menos evidente. El lector interesado habrá de tener presente que la Poesía completa ha de entenderse, a la espera del volumen anunciado, como una forma incompleta de conocimiento de la escritora nacida en 1939.

Próxima a Cortázar en su actitud ante el fenómeno creador, Pizarnik manifiesta una evolución interior que nos conduce desde sus primeros poemas -aquellos de los que renegaba- “penas impresas trascendencias cotidianas” hasta “En esta noche en este mundo. Sobre un poema de Rubén Darío”, donde combina la desolación de la soledad en el ámbito de la imaginación. Su proceso es tan rico en experimentaciones como doloroso. Su mundo contiene el poso de tragedia que vino a confirmar su suicidio.


3 comentarios:

  1. un placer comentarte y compartirte un saludo desde argentina, nos encanta pizarnik! buhas agradecidas.

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  2. un placer comentarte y compartirte un saludo desde argentina, nos encanta pizarnik! buhas agradecidas.

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  3. El placer es mío. Aquí se comprueba que el mundo es una bola demasiado pequeña y que nos permite darnos la mano por dentro. Un beso

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