Cambios es una
novela n ellos hay alguna inexactitud histórica es porque se trata de cosas
acontecidas hace muchos años y me falla la memoria” (p. 25 Seix Barral 2012).
En términos temporales la
obra abarca desde el año 1969 hasta el 2009 (no está claro este último año).
Dicho así en dos líneas suena poco atractivo y bastante lineal, pero Mo Yan
posee una forma de narrar en la cual el protagonista va armando el argumento a
chispazos, recuerdos que lo han acompañado desde siempre, personajes, amigas,
compañeros, familiares cuyos rostros e historias quedaron girando en su órbita
y de a poco Mo Yan va uniendo las historias. Quedan resonando los nombres
chinos y uno se pregunta si realmente se pronunciarán de esa forma: He Zhiwu,
Lu Wenli, el técnico Zhang, etcétera.
También me llama la atención
que Mo Yan a pesar de nacer en una familia pobre, y realizar grandes esfuerzos
para transformarse en lo que después fue, en ninguna parte de la novela realiza
un discurso sobre el sacrificio, acerca de las privaciones, las cuales muchas
veces uno se topa en la literatura y en la vida (al final es lo mismo).
En algún capítulo Mo Yan
escribe: “Para un árbol, cambiar de sitio es la muerte; para un hombre, cambiar
de sitio es la vida” (p. 31), y esta novela se llama Cambios,
evidentemente por las decisiones que toma el protagonista en pos de dar giros a
su vida, sabe que no puede quedarse en el mismo lugar en el que nació porque
pesan siglos, milenios de historia que condicionan el presente y el futuro de
las personas.
Mo Yan prefiere enfrentar las
mutaciones y de pronto se encuentra con la literatura, pero también en Cambios asistimos
a la historia de China del último período del siglo XX, la revolución cultural,
la muerte de Mao, los cambios post Mao. Como dije anteriormente estos no se
abordan de manera historiográfica, sino que se mencionan, se dicen cosas al
pasar que llaman la atención del lector y entonces uno trata de entender este
contexto, ese planeta que es el inmenso país oriental.
Otros, en cambio, destacan su
labor como escritor y su obra más allá de sus convicciones políticas, entonces
en este punto se plantea el viejo dilema sobre el autor y su obra. ¿Se puede
separar al creador, su vida, sus convicciones y su bibliografía? ¿Acaso su
trayectoria artística no es el resultado de esas convicciones? Es una larga
polémica que supongo nunca estará resuelta, pero que siempre ayuda a comprender
una propuesta literaria bajo las luces mayores de la existencia.
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