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viernes, 7 de marzo de 2025

LA CURVA DEL OLVIDO de Pedro Zarraluki

 


En el mes de julio de 1968, Vicente Alós y Andrés Martel, dos amigos que superan de largo la cincuentena, llegan a Ibiza en barco desde Barcelona. Ambos están en un momento difícil de sus vidas: Vicente se ha separado de su mujer y Andrés acaba de quedarse viudo. Los acompañan sus hijas, Sara y Candela, que a pesar de haberse criado juntas son muy diferentes entre sí. Al llegar a la isla se instalan en un hostal solitario situado en una apartada cala, y así comienza un largo y en apariencia apacible verano. Pero una absurda tragedia, viejos rencores y desencuentros nunca resueltos viajan también con Vicente y Andrés. Mientras ellos reviven poco a poco ese pasado, las jóvenes deberán afrontar las inquietudes de un futuro que, bajo los ecos de un mundo convulso, se presenta ante ellas como un abismo insondable.

La curva del olvido profundiza en los problemas, las angustias y las esperanzas de dos generaciones que en un momento distinto pero crucial de sus vidas se enfrentan a las trampas y los antojos del devenir del tiempo.

Pedro Zarraluki ha fallecido hoy en su Barcelona natal a los 70 años, según han comunicado sus agentes literarias

Más allá de su fructífera actividad literaria, Zarralukí destacó también como fundador –al calor del éxito olímpico de Barcelona 92 y junto al escultor Francisco García y la agente literaria Carmen Balcells– del Café Salambó, un local aledaño a los cines Verdi, en la calle Verdi del barrio de Gràcia, que ha sido desde entonces dinamizador de la vida cultural de la zona. Lugar de reunión de cinéfilos, escritores y amantes de la cultura de los billares, el Salambó supo unir lo elitista y arquitectónicamente bello con el ambiente popular de la ronda de Dalt, a la que Vila-Matas, viejo amigo de Zarraluki y residente en el barrio, llamaba “ronda del mal”.