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viernes, 7 de noviembre de 2025

TENGO MIEDO TORERO de Pedro Lemebel


 

La historia comienza en la primavera de 1986, en un barrio pobre de Santiago de Chile habitado por numerosas personas de izquierda. En plena época de dictadura, la capital está colmada de frecuentes protestas, marchas y cierta sensación de esperanza por derrocar a Augusto Pinochet del poder. En este contexto llega al barrio la «Loca del Frente», un gay afeminado de más de cuarenta años, quien arrienda una casa ruinosa para vivir. Carlos, un joven apuesto y viril, le ayuda a acomodar sus escasas pertenencias, comenzando a frecuentarla e invitando también a otros amigos universitarios durante las noches con la excusa de ser un lugar tranquilo para estudiar. Las secretas reuniones, realizadas durante el toque de queda, se comienzan a hacer cada vez más frecuentes, y en aquellas en que Carlos no puede participar, se queda conversando con una cada vez más enamorada dueña de casa, quien pese a las peticiones de sus pocos amigos gay, no ha querido presentar a su enamorado. Durante estas conversaciones, la Loca del Frente saca a relucir su pasado ligado a la prostitución, y una familia quebrada, siendo huérfana de madre e hijo de un padre abusador, a quien abandonó a los 18 años cuando éste quiso obligarla a hacer el servicio militar.[]Vista del Cajón del Maipo, donde transcurre una parte importante de la historia.Bandera del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.

Llega el mes de septiembre y, como es lo usual, aumentan las protestas por el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Un día Carlos deja en casa de la Loca un sospechoso tubo de metal, y acto seguido la invita a pasear al Cajón del Maipo, adonde suelen ir a descansar Augusto Pinochet y su esposa, Lucía Hiriart, acompañados por un estricto contingente militar. Una vez allí, mientras Carlos saca fotografías y toma medidas del terreno, supuestamente para un trabajo universitario, pasa muy cerca de ellos el vehículo blindado del dictador, junto a su comitiva militar —dentro del vehículo, una Lucía Hiriart cuica, frívola, clasista, copuchenta, parlanchina, supersticiosa católica, ​ va recriminando a su esposo de que no los reciban las autoridades en el extranjero, ni siquiera en Sudáfrica—.[]​ Sin entender la minuciosidad del trabajo de Carlos, la Loca prefiere no preguntarle nada, para no quedar como tonta; en lugar de eso, baila para él, mientras este deja brevemente sus tareas de lado para mirarla con gran asombro e interés. Más tarde, al dejarla en su casa, oyen en el auto una noticia radial acerca de un allanamiento de armas del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), un grupo revolucionario y armado de extrema izquierda opositor a Pinochet. Carlos entonces se va abruptamente, sin despedirse. Pese a ello, la Loca no alcanza a enojarse por demasiado tiempo, pues Carlos regresa prontamente pidiéndole disculpas.[13]​ Paralelamente, Pinochet, haciendo caso omiso de las permanentes quejas de su esposa, cae en la cuenta de que aquella pareja que vieron camino al Cajón del Maipo eran homosexuales, y furioso, se propone contactar al alcalde para poner vigilancia en el lugar.




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